Sylvania + Opera Magna - 28/04/2012

Era la noche del power sinfónico. Era la noche del retorno de Opera Magna a los escenarios. Era la noche de poder ver como Sylvania defendían en directo el disco que les pasa de convertir de promesa a realidad.

Llegué a la sala justo con el final de las pruebas de sonido de Opera, pues había concertado una entrevista con la banda. Lo primero que puedo constatar es que la sala me dejó alucinado solo pisarla. Una pequeña nave adosada, reconvertida con mucho estilo (el pomo de la puerta es una guitarra tipo Stratocaster!) con un escenario elevado y una decoración musical generosa y con clase. El sonido que pudimos disfrutar toda la noche, desde el mismo momento de mi llegada a la Rock City, fue poco más o menos que excelente y creo que esta sala puede ser la envidia de, por lo menos mi ciudad natal. Pero vamos al trapo, que lo que nos ocupa es METAL!

El concierto empezó con relativa puntualidad, cosa que nos agradó, con la intro de Lazos de Sangre, Mirando al cielo. El público, numeroso aunque tímido aún, dejaba una pequeña separación entre el escenario y la primera fila. Así pues al arrancar el primer acorde, la banda nos sorprendió con La Princesa Prometida, mientras, al menos yo, esperábamos Lazos de Sangre.

Ángel empezó a desgranar las primeras notas con su majestuosa voz. Agradable sorpresa el comprobar que la banda refleja el disco de manera fiel en directo, con una dosis extra de energía y de caña.
Alberto y Eric, destilaban fuerza, el primero como guitarra solista, dió una lección de tappings, sweep pickings y solos, acompañando vocalmente los coros masculinos, mientras que Eric, muy solvente, compartió parte de los solos y acomodó velocidad y riffs endiablados, imprimiendo un extra a cada tema.

Siguieron adelante repasando los temas de su debut con Al Caer la Noche y Jugando a ser Dios. La aportación a los teclados de Sofía, era primordial, pues con un sonido estupendo, la banda se compenetró para su heavy-power con toques sinfónicos. Ella además, hizo las veces de segunda voz, enriqueciendo al conjunto notablemente.
La voz de Sofía, muestra amplios registros que contrastan con la de Ángel, el cual alcanza diversas octavas cómodamente, con un timbre, sobretodo en su faceta más grave, que recuerda a vocalistas del corte de Kai Hansen, el italiano Claudio Gallo, o incluso el francés Ben Sotto, pero con un toque de personalidad vocal propia. La verdad es que me dejó gratamente sorprendido.

Llegó el turno para la versión de la noche, así pues Wish I had an angel de Nightwish, aumentó más si cabe la colaboración vocal por parte de un público que iba acabando de llenar la sala, o al menos, mostrando un aforo y un ambiente más que envidiable.
Cayó pues Lazos de Sangre, ahora sí, y la gente lo disfrutó de lo lindo. Al menos tanto como mostraba la banda sobre el escenario, que no dejó de bromear y disfrutar, como se vió al bajista Álvaro, el cual interactuó en cada cambio de canción bromeando y divirtiendo al personal, no menos de lo que disfrutaban los músicos. Álvaro marcó el ritmo y mostró calidad con bass tapping inclusive, demostrando que cada miembro de la banda tiene alta calidad e hizo la pauta rítmica junto al batería Pablo que sonó contundente y veloz.

Momento mechero, bajando la velocidad, que no los ánimos, en la entrega con la preciosa balada No sé qué será de mi. Ángel volvió a demostrar un amplio registro vocal, acompañado tanto puntualmente a la voz como en los teclados por la guapa teclista que tuvo una actuación impresionante, dominando registros desde una suave voz, hasta anecdóticamente un gutural extremo.
Sylvania demostró que es una realidad nacional y que está lista para girar y mostrar su música a nivel estatal.

Recuperaron la caña con Buscando un Camino, uno de mis temas preferidos y fueron despidiéndose con la coreada versión, que también está en el disco, de Mónica Naranjo, Desátame.
El público les mostró todo el apoyo y reconocieron su buen hacer al finalizar Sal de tu Prisión, dejando paso a los heroes de la noche, pero que tenían el listón muy, pero que muy alto.

Setlist Sylvania

Mirando al cielo (intro)
La Princesa Prometida
Al caer la noche
Jugando a ser Dios
Wish I had an Angel (Nightwish)
Lazos de Sangre
No sé qué será de mí
Buscando un camino
Desátame
Sal de tu prisión

Así, tras un breve cambio, pues compartieron gran parte del backline, saltaron al escenario muy aclamados, Opera Magna, quienes hacía más de un año que no pisaban un escenario.
Tras la correspondiente introducción con la primera parte de Poe, enlazaron con Un sueño en un sueño y empezó el éxtasis entre los presentes. Ambas bandas tocaban en casa y fueron profetas en su tierra.

Quizá no miro en los sitios adecuados, ni escucho donde tengo que escuchar, pero cuando oigo hablar de los grandes vocalistas de este país, no siempre oigo un nombre que debería ser inamovible en estas "listas ficticias". Es Jose Vicente Brosseta. Voz de Oro. Palabras mayúsculas. Desde el primer momento clavó todas y cada una de las complejas melodías de los magnos. Así con El Fuego de mi Venganza fue avanzando la exhibición vocal y como frontman, no se queda atrás.
El público jaleaba y cantaba y si vamos a hablar de listas excelsas, al grito de "más rápido", pude presenciar de nuevo una auténtica exhibición de maestro por el hacha conocido como FJ. Yo ya lo había podido comprobar en anteriores ocasiones, pero un concierto de los valencianos, rezuma virtuosismo, mucha velocidad, melodía y encima, un gran ambiente festivo ¿Qué más se puede pedir?

Sweep Pickings imposibles, tappings, combinación de ambas cosas y a la velocidad de la luz, con un nivel de audibilidad excelente y sin fallar una nota. ¡Qué grande el maestro Nula!
Corazón Delator y Máscara de Muerte Roja avanzaron en la combinación de temas de El Último Caballero con Poe, con mayoría de éste último.

Pero sería injusto restar protagonismo a Rubén Casas en las teclas y arreglos, que le dan a la banda un sonido propio y característico.
Sería poco realista no reconocer el trabajo de un metrónomo humano como Adriá Romero a la batería, dando una lección de precisión y velocidad.
Si obviara el excelente trabajo a la guitarra de Enric Mompó, desdoblando solos y tappings e imprimiendo fiereza al conjunto o si no hiciera mención especial a Alejandro Penella al bajo, tocado igualmente a una velocidad inusual e inaudita, entonces no haría justicia a un concierto descomunal que ofrecieron estos 6 músicos, siempre bien ecualizados y equilibrados por su técnico Fernando Asensi, quien además colabora con voces en diversos puntos.

Siguió el concierto con Entierro Prematuro y Retrato Oval, justo antes de dar paso a la versión de la noche por parte de la banda. Rubén y Jose Vicente empezaron la balada muy sentida, antes que se uniera el resto de la banda para dar paso a Set the World on Fire de Symphony X. ¿Pues qué tipo de versión deben hacer unos virtuosos? Pues una de otras virtuosos, claro. Me sorprendió especialmente el rasgado que es capaz de hacer Jose Vicente con la voz, consiguiendo un nuevo registro, con un timbre más duro y más oscuro. Su hubiere llevado sombrero, me lo habría quitado.

Más o menos mitad del show, momento ideal para hacer vibrar a la gente con La Sangre del enemigo y La caída de la casa Ushter, más rhapsodiano, fuente de la que beben estos valencianos.
Después de una fuerte aclamación de la gente que quería más, pues aquello se estaba quedando corto, ya que por ganas, se hubiera querido varias horas más, sonó Cuervo y El Péndulo. Si alguien cree que en las partes agudas Jose Vicente baja alguna octava o el tono, está muy equivocado, pues el vocalista tiene una voz realmente privilegiada.

Siguió un penúltimo guiñó al primer álbum, mientras era ya el público quien desafiaba a FJ espoleandole a gritos de "más rápido". El guitarrista, de verdad, me dejó de nuevo atónito ante tal derroche técnico.
Se completó el set list con Poe y Horizontes de Gloria, con el cual la gente enloqueció del todo ya, yo entre ellos.
Me alegra mucho la respuesta del público valenciano, ya no solo por el calor que le ofreció a las bandas, sinó porque según explicaron los magnos, era una inyección económica por encima de lo previsto, destinada a la grabación de su tercer álbum, que no solo se merecen ellos, vayamos a ser egoístas, nos merecemos todos el poder escuchar lo que pinta como una obra maestra del metal nacional, si va mínimamente a la par con la calidad de los músicos.