Nocturnal Rites - Phoenix (2017)
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Melodic Metal
AFM Records
2017
Temas
1. A Heart as Black as Coal 04:21
2. Before We Waste Away 04:45
3. The Poisonous Seed 04:30
4. Repent My Sins 03:48
5. What's Killing Me 04:20
6. A Song for You 03:50
7. The Ghost Inside Me 05:34
8. Nothing Can Break Me 04:22
9. Flames 04:08
10. Welcome to the End 04:05
Formación
Voces: Jonny Lindqvist
Guitarra: Per Nilsson
Guitarras, guturales y coros: Fredrik Mannberg
Bajo y coros: Nils Eriksson
Batería: Owe Lingvall
Crítica
Y no se podría entender tampoco, al menos a nivel personal, el 2017 sin el nuevo disco, 10 años después, de Nocturnal Rites.
Sí, sí, 10 años han pasado desde uno de mis álbumes favoritos de la historia del metal: The 8th Sin. Pero vamos a repasar un poquito de qué banda estamos hablando, y es que estos suecos, nacieron como tal en el 91 y aún quedan dos miembros fundadores: Fredrik Mannberg y Nils Eriksson.
Los conocí con su tercer trabajo llamado "The Sacred Talisman", un disco de power bastante clásico con una voz bastante melódica y que fue el último con Anders Zackrisson a las voces, antes de publicar en el 2000 "Afterlife". Un discazo que me volvió loquísimo con la incursión del veterano Jonny Lindkvist a las voces. Un tipo que supera ya el medio siglo y que tiene una voz rasgada simplemente espectacular y singular. De gallina pone la piel su balada a piano "Me" y su estilo cosechó muchas críticas a la banda, pero para mí fue un salto directo a convertirse en un conjunto especial.
Estos suecos se han caracterizado en los últimos años (muchos ya) por la incorporación de coros vibrantes, tonos oscuros, electrónica y elementos más modernos y unas composiciones arriesgadas a la vez que muy pegadizas, consiguiendo un estilo muy reconocible, que me daba miedo que no fueran capaces de mantener tras tantos años en el dique seco, cuando anunciaron la salida de este Phoenix. ¿Y sabéis qué? Lo mantienen y bien fresco! Discazo que no defrauda!
Sus dos músicos base se han mantenido juntos con otra banda llamada Guillotine y con también larga trayectoria pero que les ha servido para renovarse por dentro y dejar que el público los echara de menos, pues no corrieron con toda la suerte y el éxito que merecían; esperemos que con este lanzamiento la dicha de nunca es tarde, sea buena.
Así pues, con el público calentito lanzan pasado el verano este resurgir: Phoenix que nos ha alegrado los oídos con muchas escuchas, y las que le quedan.
"A Heart As Black As Coal" abre el disco con un riff clásico de la banda y elementos electrónicos que les caracterizaron en sus últimos tiempos. Las guitarras crudas, oscuras, con mucho cuerpo y un Jonny con una voz en plena forma marcando estilo.
El estribillo no deja de ser melódico, pegadizo y cierra dejando paso al riff principal del tema con muchos armónicos y con sensación de potencia.
Más asequible y de fácil escucha es "Before We Waste Away" donde encontramos a una banda que ya hace tiempo que abandonó el power y la velocidad para centrarse en melancolía, oscuridad y en esas voces a medio camino del lamento con un final de gallo forzado tan especial, que nos gusta.
Las baterías de Oew Lingvall no son continuas, pero tampoco se adornan de excesivas filigranas. Junto al bajo del co-compositor Nils, forman una base sólida y potente sobre la que sustenta el resto de los miembros.
Hay temas más veloces como "The Poisonous Seed", que a la par son más agresivos, pero no pierden nunca esa oscuridad, tristeza y sombras que envuelven a las composiciones de la banda. Aunque también hay tiempo para temas de tempo más pausado y rasgos más alegres como es "Repent My Sins". Pero si pretendemos encontrar temas de dominante mayor, ya podemos cambiar de grupo!
El sonido del grupo, siempre ha sido también muy propenso a provocar movimiento. Así arranca "What's Killing Me" y no puedo dejar de encontrar un espacio donde el cuerpo pide moverse. Bailar, saltar, balancearse...mérito tiene el asunto!!
Tras otro tema de impresionante estribillo (salen como churros, pero variados y a cual mejor!) llega "A Song for You". Potencia a raudales para lo que podría ser perfectamente en caso de haberse enfocado de otra manera como una balada. Pero no. La fuerza y la contundencia le reservan ese papel a otros temas.
"The Ghost Inside Me" nos deja de nuevo un riff impresionante y una velocidad en la batería que difícilmente no evoca power. Las dos guitarras, con Per Nilsson luciéndose como segundo eje principal, toman fuerza que combina con partes instrumentales a capella. Esa bipolaridad de sonido hace del tema algo realmente recomendable.
Elementos modernos como ya hemos comentado colman "Nothing Can Break Me". ¿Hacen de esto algo comercial o lejano de los seguidores más true? En mi opinión, no. Enriquecen el resultado y le dan al resultado ese toque diferencial que hacen reconocer el sonido de la banda aún sin las voces. Qué difícil lograr un recorrido que permita ese efecto!
Llegamos al final con otro tema muy de mi agrado. Lento, pero sin categoría de balada (en este disco la he echado en falta, ciertamente) llega "Flames". De lo más destacado, que no potente...
La magia de los estribillos sigue patente en temas como "Used to be God" con unos coros mágicos conseguidos por el triunvirato Jonny, Nils, Fredrik.
Y cerramos con lo que esperamos que sea un título que se refiera al álbum y no a la carrera que debería volver a ponerse en liza como una de las grandes bandas europeas: "Welcome to the End"; tema más rápido que pone el fin a un disco muy esperado por los fans de la banda, muchos de los cuales ya habíamos perdido la esperanza, pero que sinceramente espero que sirva para recolectar un buen número de descubridores de este super grupazo, que cuenta en su haber con auténticas joyas imprescidibles en cualquier discografía que se precie, y en la que sin duda entra también este Phoenix!
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