Lándevir - Desde el Silencio (2018)
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Folk / Power Metal
Maldito Records
2018
Temas
1. Buscando el paraíso
2. Más allá del mar
3. El Espíritu del viento
4. Libre
5. Magia
6. Bodas de Sangre
7. Mi Nombre es Rock And Roll
8. Miedo
9. Versos Perdidos
10. Volver
11. Recuérdame
Formación
Voz: José Mancheño
Guitarra rítmica y voz: Francisco Gonzálvez Esteve
Guitarra solista: José María Jerez
Batería: José Fernando Amat
Bajo: Iván Martínez
Flauta : Pablo Guerra
Crítica
Desde el año 1998 lleva la banda de Elda (Alicante) practicando su particular Power Metal combinado a la perfección con un Folk Metal de identidad propia. Sin embargo, hacía más de 10 años desde que escuchamos su último trabajo discográfico, aquel lejano Inmortal. Ahora Lándevir vuelve a demostrarnos como es capaz de darle un giro a su carrera musical, después de tantos años, con un nuevo vocalista, pero con las ideas muy claras.
"Buscando el Paraíso" es el tema que nos adentra en esta nueva etapa de Lándevir. Una melodía de flauta nos acompaña a un mundo de fantasía. Tras unos segundos de melodía épica arrancan unas guitarras llenas de sentimiento, creando un sonido entre el Power Metal y el Hard Rock. Destaca, sin duda, la labor de José Mancheño a las voces, demostrando estar a la altura de las circunstancias. Tras este primer corte, podemos afirmar, que la espera ha merecido la pena. Le sigue "Más allá del mar". Un tema dinámico, donde el riff de guitarra marca un tempo cargado de actitud más cercano al rock que al metal que puso el nombre de esta banda en tantos carteles. El teclado mantiene los últimos resquicios de Power Metal entre su melodía, algo que combinado con la contundente base rítmica compuesta por José Fernando Amat e Iván Martínez a la batería y al bajo respectivamente hacen de este tema uno de los mejores momentos del disco.
El tercer corte del disco se titula "El espíritu del viento". Para esa ocasión Lándevir cuenta con el apoyo en las labores vocales de Narci Lara, conocido por ser el vocalista de Saurom Landerth y actual multiinstrumentista de la banda. Lándevir han realizado un giro en su sonido acercándose al Hard Rock combinados con elementos del Folk Celta. Esta colaboración supone una confirmación abierta de esta nueva etapa musical, que, hasta el momento, demuestra un paso maduro en su carrera. "Libre" arranca con teclados y sintetizadores construyendo una muralla sonora de aspecto épico. La guitarra solista de Francisco Gonzálvez Esteve dibuja un solo a la altura de un tema que nos recuerda a los primeros trabajos de Lándevir. Un medio tiempo intenso que recoge lo mejor del Power Metal, ahora sí que podemos afirmar aquello de que el tiempo parece no haber pasado para esta banda.
El quinto corte de este trabajo se titula "Magia". Un tema que retoma toda la magia del Folk Metal. Una canción alegre y dinámica donde la flauta de Pablo Guerra domina la melodía principal. Destaca la letra de esta canción, cargada de mensaje, algo que se acentúa con los coros del estribillo. Le sigue "Bodas de Sangre", un tema oscuro, de atmosfera densa y riff de guitarra pesado que a lo largo del tema irá generando más y más tensión a la canción.
"Mi nombre es Rock and Roll" es todo un homenaje a este circo del rock. Casi cuatro minutos de un auténtico tributo a la diversión. Una canción rápida que huele a directo. En "Miedo" escuchamos una intro intimista, pausada que sirve de preámbulo para el huracán sonoro que Lándevir ejecuta combinando de manera equilibrada un doble bombo de precisión milimétrica con las melodías folk del teclado y la flauta. Un tema que recuerda a bandas como Avalanch. Otra gran canción que huele a directo.
"Versos Perdidos" es el noveno corte del disco. Un tema que comienza con un arpegio hipnótico. Una canción enérgica, e intensa, de melodía lineal pero cargada de identidad propia. Le sigue "Volver", tema que repite la formula anterior. Lándevir demuestra tener capacidad para componer grandes himnos destinados al directo. Estribillos pegadizos, melodías intensas y una base rítmica llena de actitud par aun conjunto de temas capaces de levantar al público más difícil. Cerrando el disco escuchamos "Recuérdame". De nuevo, el teclado nos introduce en una balada emotiva, de voz cálida y letra cuidada. Poco a poco el resto de instrumentos se van sumando a una canción que sirve de broche final para un disco que supone el regreso, tras diez años de silencio discográfico, de una banda capaz de sonar con nombre propio.
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