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Helloween - Straight Out of Hell (2013)

Helloween - Straight Out of Hell
Helloween logo
Alemania

Straight Out of Hell

Power Metal
SPV
2013


Temas

01. Nabataea
02. World Of War
03. Live Now!
04. Far From The Stars
05. Burning Sun
06. Waiting For The Thunder
07. Hold Me In Your Arms
08. Wanna Be God
09. Straight Out Of Hell
10. Asshole
11. Years
12. Make Fire Catch The Fly
13. Church Breaks Down

Formación

Voz: Andi Deris
Guitarra: Michael Weikath
Guitarra: Sascha Gerstner
Bajo: Markus Grosskopf
Bateria: Daniel Löble

Crítica

Se ha convertido la escucha de un nuevo álbum de Helloween una vez más, en una lucha de la banda contra su pasado. Han pasado 20 años de la marcha de Michael Kiske, más aun de la marcha de Kai Hansen o de la muerte de Ingo Schwichtenberg o también podríamos decir que llevan ese tiempo, es decir el 80% de la existencia de la banda, buscando ese sonido y esa forma de escapar de los fantasmas del pasado, posiblemente sin éxito; pero siempre serán Helloween.

Así nos encontramos con un nuevo álbum con un sonido muy actual, una composición completamente del siglo XXI y una banda renovada que conseguirá encontrar tantos adeptos, como detractores con este nuevo trabajo. Y es que no alimentaron aun más esta sensación desde que decidieron publicar la tercera parte del Keeper, o con esta segunda gira conjunta con Gamma Ray que cierne sobre nuestras cabezas.

De esta guisa, escuchamos lo que es el nuevo material y con mucha curiosidad una vez más, vamos a incarle el diente.

Abren esta vez con una entrada muy egipcia, por la ya clásica y recurrida estructura musical, pero a la cual dan libertad a lo largo del tema, para no cansar al oyente. Se trata de un comienzo no demasiado a mi gusto como primera pieza, Nabataea, pero esto es personal, pues tiene la fuerza y la agresividad necesaria para hacerlo. Puedes ver el videoclip del tema sobre estas lineas.
En las voces nos encontramos al siempre discutido Andi Deris, por haber tenido que sustituir antes de que probaran una cerveza un altísimo porcentaje de los oyentes actuales de la banda.

Siguen con una combinación de presente y pasado musical guiado por la velocidad y melodía contrastando guitarra más pesada y cruda estrofa cantada como se muestra en World of War, dando paso a un estribillo imposible de ser reproducido, por nadie más que por el maestro Deris y su característica huella vocal. Un tema digno de ser estudiado, escuchado y disfrutado!

Empalma este, sin dejar tiempo a respiro con Live Now!. Una canción más experimental, con una guitarra con un sonido modificado por "voz" y una vez más, la apuesta de un estribillo enganchadizo y gritos de "ooooh", que vienen que ni pintados para levantar al público en un concierto.

La verdad es que el arranque del disco es muy bueno y seguimos con temas rápidos muy powermetaleros con Far From The Stars. En esta ocasión la velocidad es combinada con melodía y giros musicales de corte brillante. El estribillo es sencillamente pegadizo, con unos coros muy del corte germano que tanto nos gustaba de mediados de los 90.

Avanzamos con paso firme, con Burning Sun. Las composiciones de la banda, la verdad es que son buenas, son las de un gran grupo actual, pero ciertamente, no son los himnos que se grabaron en su momento en la cabeza de tantos jóvenes. Y es que Helloween es una grandísima banda de Metal, pero ya no es la pionera innovadora que compone como nunca antes lo había hecho nadie.
Sus temas, son robustos, tienen gancho, como el estribillo de este brillante pista y tienen además el cartel y la experiencia a sus espaldas, por lo que no se les puede hacer un feo a sus publicaciones; ahora bien, que nadie espere de nuevo un nuevo Walls of Jericho, porque no estamos en 1986.

Con Waiting For the Thunder el disco empieza a madurar, sin ninguna pérdida de fuerza, aunque quizá si, un poco de velocidad en este medio tiempo de bella factura, con un estribillo de agradables coros y una buena muestra de otra faceta de la banda, de fácil escucha para todos los públicos.

A decir verdad, la banda tiene mucho mérito y es que han pasado los años, han dado muchos giros, les han llovido tantas críticas como flores, y a pesar de todo, un disco de Helloween siempre será reconocible por el oyente a pesar de todo; bien se trate de un tema pesado y de marcado ritmo, un rapido corte power o una balada, como la que se nos ocupa en Hold Me In Your Arms. Siempre se ha dicho que no hay nada más tierno y sentido que una balada heavy, y el señor Deris tiene un tacto delicado y exquisito para interpretar este tipo de temas.

A lo largo de todo el disco, la compenetración de las guitarras del eterno fumador Michael Weikath y el más jóven Sascha Gerstner, que proviene de Freedom Call, pero que ya acumula 10 años en la banda!, es total y completa y es un trabajo de una calidad altísima e innegable. Así como del batería menos mediático de la banda Dani Löble, pero que deja huella en cada tema, incluso en la experimental y curiosa Wanna Be God.

Da nombre al disco esta Straight Out of Hell, guiño al pasado el de este título y también melodicamente. Recordando a bandas hermanas, como Freedom Call, la banda quiere volver a reinar y ha dejado el listón alto para conseguirlo.

Con Asshole. Un título completamente reivindicativo y lamparoso que nos da una idea del sonido del grupo alemán, a pesar de encontrarse afincados sus componentes en diversos puntos de la geografia europea. Así las guitarras de muy grave afinación y un sonido de distorsión completamente crudo y poderoso; una batería y un ritmo pesado de marcada pauta y un bajo protagonista como siempre ha sido en la banda legendaria de la calabaza. El tema, es un tema medio tiempo pesado, de ritmo ochentero pero con sonido del siglo en curso con un estribillo que llama la atención del oyente.

La duración del disco es más que generosa, y entregan 13 temas a sus seguidores, así pues en la decimoprimera pista nos encontramos con un tema como Years. Una vez más, Helloween ha querido regalar a sus fans, lo que siempre les han demandado pero con sello e impronta propia. El bajo vuelve a sonar impresionante, y el estribillo tiende a emanar melancolia musical de otros tiempos, pero sin recordar a nada concreto, sinó a otros tiempos de la banda, sonando en nuevas esferas.

Y increible me parece un tema, de lo mejorcito del disco como es Make Fire Catch The Fly, donde la banda intenta recoger todo su legado power, todo su rápida melodía guitarrística y combinarla con sonidos más crudos y pesados, con todos los giros posibles que se puedan querer en un tema, como son cambios de tono, fácil, pegadiza y previsible la melodía del estribillo y complejidad en los arreglos, con sutiles, a lo largo de todo el disco, ayudas de teclado que dan redondez al resultado final.

Como ya hemos comentado el bajo de Markus Grosskopf tiene protagonismo en la mayor parte de los temas y un ejemplo más se demuestra en Church Breaks Down; empieza con unas campanas eclesiásticas y un llanto triste a modo de melodía, con el sonido de un órgano de tubos de toda la vida, que queda roto por un tema veloz, que hará las delicias de cualquier amante del género que no busque lo que no puede encontrar en la banda. Los cambios de ritmo son una constante, como en tantos grupos actuales que se llevan mis elogios y la verdad es que ha llegado el momento para unos halagos personales y es que puede gustar o no, pero la voz de Andi Deris es una de las más características de toda la escena actual. Su timbre de voz es imposible de imitar, su rasgado agudo parece de otro mundo y su técnica interpretativa es magistral. ¿Su único problema? No es Michael Kiske, ni siquiera parecido; sinó que tiene su propia personalidad vocal y es completamente diferente. ¿Es esto un problema?

Resumiendo, si esperas encontrar la imprenta de Kiske o de Hansen, ni lo escuches. Pero si quieres encontrar a una de las grandes bandas de Power Metal de todos los tiempos, reivindicando lo que es suyo y dejando el listón muy alto, entonces descubrirás un discazo con el sello que han dejado desde siempre los señores Michael y Markus, con la inconfundible voz de Andi Deris y la aportación de las ya no tan recientes (para nada) incorporaciones que cierran la banda, en lo que es un muy recomendable disco.

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