Kilmara - Don't Fear the Wolf (2011)
Heavy Metal
Autoproducido
2011
Temas
01 – Inside the Darkness
02 – The Dark Inside – Don’t Fear the Wolf
03 – Rock the Night
04 – All you Need is Pray
05 – Blindfold
06 – The Dark Inside – You Better Run
07 – Vampire Of Love
08 – Let Sadness Be Destiny
09 – You Left Without a Reason
10 – You Won’t Live Forever
11 – The Deceit
12 – The Dark Inside – Show me the Way
13 – Dakujem Castle
Formación
Voces: Christian Wolfgang Kohl
Guitarra: John Portillo
Guitarra y coros: Kike Torres
Bajo: Jose “Johanson” Castillo
Batería: Javier Morillo
Crítica
Formidable trabajo de unos tipos que lo dan todo, tanto encima del escenario, en donde no escatiman calidad, energía y profesionalidad, como fuera de él, ya que, con trato afable, cariñoso y solidario, me han demostrado y, de corazón lo escribo, lo buena gente que son.
Kilmara es una banda de Heavy Metal fundada en el año 2003, anteriormente llamada Jadde. Con la incorporación de un nuevo cantante Christian Wolfgang Kohl (Wolf) nace el proyecto Kilmara, con nuevas ideas, nuevos sonidos y una nueva madurez. A pesar de la nacionalidad alemana de Wolf, Kilmara continuó inicialmente componiendo temas con letras en español. Con el tiempo evolucionaron componiendo también en inglés sacando un primer demo en el año 2004 bajo el título The Deceit. En el año 2007 sacan su primer álbum de estudio Hunting Dreams, finalmente decantándose por el idioma inglés.
Su segundo álbum es este Don’t fear the wolf que se graba en los Grapow Studios en Eslovaquia, con el productor Roland Grapow (Masterplan y Ex-Helloween) a finales del año 2009. Con este sonido mucho más potente y unos temas más elaborados y cuidados Kilmara no tarda en fichar por la discográfica Maldito Records que saca el álbum en el 2010 a nivel nacional y con Rising Records a nivel mundial en 2011.
Es un disco de metal clásico, power y progresivo compuesto por 13 cortes. Casi 70 minutos de creatividad compositiva, con brillantes momentos para el lucimiento técnico solista, pasajes progresivos, riffs potentes, estribillos demoledores, eficiente y emotiva técnica vocal, buenas letras, sensibles medios tiempos, interesantes colaboraciones y cautivadores detalles. Sin temor dejémonos seducir por el hombre lobo y acerquémonos a su lado oscuro.
Abre el disco la oscura intro instrumental Inside the darkness que en pocos segundos consigue poner nuestro delicado corazón a mil por hora, transmitiendo ese angustioso miedo y esa atmósfera de tensión que, de la mano, nos acompañará adentrándonos en la historia del hombre lobo, su aceptación personal, la transformación, la cacería, etc. Pertenecen a esta licantrópica trilogía, además de la presente intro, obra de Juanma, los cortes segundo, sexto y decimosegundo: Don’t fear the wolf, You better run y Show me the way.
Continuamos con The dark inside – Don’t fear the wolf el primer tema del disco, de la trilogía y el primero también que Kilmara compuso para el álbum. Una canción poderosa y de puro heavy metal en la que destaca un potente riff inicial de guitarra secundado por base rítmica y la voz que se mezclan encajando melódicamente, una estructura progresiva variada, con cambios de tempo y compás, construida con gusto para darnos momentos de lucimiento solistas admirables y que incluye armonías y juegos de guitarras a lo Maiden que dotan al tema de un ritmo galopante increscendo con aullido de unos “lobos” poco temibles incluidos. Una carta de presentación que marca el potente estilo y la calidad que atesoran estos musicazos, sigamos adelante sin temor y sigamos de cerca la buena senda que nos marca el lobo.
Rock the night es una canción que nos impulsa a seguir el ritmo con los pies, cantar y disfrutar con un significativo estribillo y un cabalgante y trepidante final. Me recuerda a los temas clásicos del metal de pasadas décadas potenciado por el buen hacer de las guitarras que, como podréis disfrutar, se hacen notar por todos los rincones de este álbum. Valorando en su conjunto esta canción con el resto de piezas del trabajo quizás se pueda afirmar que no se ajusta a los patrones que Kilmara nos marcan. Aunque sinceramente para mi es otro bombón que gusto de paladear ya que, como nos repite la canción, this is what we choose to live…
La siguiente, All you need is pray, es la pieza más breve del trabajo de Kilmara con poco más de tres minutillos. Wolf nos habla del aborregamiento y del hastío que nos produce seguir los patrones impuestos por una sociedad que capa decisiones y actos y nos obliga a cerrar los ojos y a convertirnos en impersonal y obediente masa. Un tema sencillo, directo y gamberro, en el que destaca la base rítmica y su gritable estribillo.
Llegamos a uno de mis temas favoritos del álbum, Blindfold. Se trata de una composición difícil, brillante y muy inspirada, un medio tiempo, todo un himno que nos va despertando emocionalmente y, con delicadeza, nos cuestiona haciéndonos valorar y replantearnos el sentido de nuestra propia existencia. Una propuesta a deshacernos de las cadenas que voluntariamente nos ponemos, todo un alegato libertario. Los primeros acordes de guitarra, una batería tranquila y acompasada, una voz que nos acaricia y, por supuesto, la participación de la Orquesta de Cámara de Sant Boi a las cuerdas dotan a la canción de un inicio que atrapa con facilidad. Como está mandado el tema se pone más enérgico y nos llevará a momentos de éxtasis melódicos. Destaco el amplio trabajo vocal de Wolf secundado con profesionalidad por toda la banda. Todo un temazo en directo, “gallina de piel”.
The dark inside – You better run es el segundo capítulo de la trilogía licantrópica. Esta parte se centra en el día después de la transformación, en el que nuestro protagonista, atormentándose, trata de dilucidar si lo que pasó fue oscuro sueño o terrible y monstruosa realidad. Siendo el tema más largo del álbum no resulta extraño comentar que en él tiene cabida todo un mundo de cambios, diversidad melódica, tempos, arpegios y solos. El trabajo de Kike y John a las guitarras es enorme, nos hacen disfrutar por separado y emocionar cuando confluyen. Importantísima también en una canción tan cambiante la buena directriz marcada por Javi a la batería.
Llegamos a otro temazo del álbum Vampire of love, otra bomba que Kilmara ofrece encima de los escenarios. Un tema difícil de ejecutar que atrapa por su velocidad y tralla, con armonías barrocas y florituras guitarrísticas que comparten patrones sincronizados y progresivos que consiguen atronar con una potencia escandalosa. En el apartado vocal Wolf está muy bien acompañado por dos “vampiras” Núa y Ster que dotan a la canción de la necesaria presencia femenina, excitante, delicada y arrebatadoramente encantadora.
Let sadness be destiny es sin duda el tema más creativo y épico del disco. Desde el principio sorprende jugando con percusiones e instrumentos árabes y orientales como por ejemplo un sitar hindú. Guitarras y batería abren paso y resurge potente la voz de Wolf que nos despierta del sueño y nos lanza a la trepidante y caótica realidad. Este tema consta de unos elaborados desarrollos, con estribillo grandilocuente y dramático, una parte intermedia con brillantes elementos progresivos y unas bellas melodías de guitarra final a lo Kamelot. No perdáis de oído la interpelación lírica que nos transmite este tema.
Y de una brillante epic metal a la power metal ballad con mayúsculas del trabajo, estamos en You left without a reason. No recuerdo el momento en el que escuché esta canción por primera vez pero podéis creerme si digo que, ahora que ya lo hecho más de cien veces, sigue transmitiéndome y continúo sintiendo la misma magia. De nuevo cuenta con la colaboración de Núa (Núria Martorell) que se reparte con un Wolf más Andi Deris que nunca el peso lírico del tema. Voces y lastimeras guitarras consiguen emocionar y te impulsan a dejarte cuerdas y pulmones si es necesario cantando ese maravilloso estribillo que acaba suplicando give back my broken heart.
You won’t live forever es el siguiente corte que Kilmara nos trae. Otra canción de hard rock de calidad, pegadiza y muy veloz. Las guitarras en este tema no brillan, sino que están dotadas de luz propia cual fulgurantes astros. Impresionante el solo que para los entendidos puedo comentar que fue grabado con una Gibson flying V de Michael Schenker. Otra canción para disfrutar y moverse,find a way - live today.
The deceit es un tema que Kilmara grabó hace muchos años y que incluso existe su versión en castellano. Es la primera letra que se curró Wolf en castellano cuando entró en el grupo y eso tiene mérito. Pero no penséis que es un tema de relleno recuperado y puesto al día, no os dejéis confundir ni llevar a engaño ya que poco queda de aquel “el fraude”. La creatividad y la buena producción dotan a la canción de brillantes capas y trabajadas armonías de guitarra que, además del toque oscuro, progresivo y moderno, hacen que este tema nos recuerde a Helloween y a Masterplan, quizás tenga la culpa el uso de una Les Paul customizada con la sexta cuerda de bajo.
Cerramos la trilogía licantrópica que conceptualiza y estructura este brillante álbum con The dark inside – Show me the way. Puro heavy metal de rompe y rasga. Otra pieza más en el magnífico puzzle que estos grandes músicos nos regalan. Un Wolf que demuestra su gran valía con sencillez y maduro control, un Javi mandando desde la batería y coordinando los continuos cambios de ritmo que tan alegremente jalonan las composiciones de Kilmara, un bajo que marca los tempos y luce por propio saber hacer y un Kike y John a las guitarras que no es arriesgado decir que te dejarán con la boca abierta mientras te ves obligado aunque no quieras a gesticular y practicar poseído con tu air guitar. Mira si serán buenos que el propio Roland Grapow decidió unirse a la fiesta colaborando con un solo para poner ese broche que, si cabía, eleva a los altares metaleros este trabajo. Otro trallazo en directo.
Dakujem castle es sin duda un auténtico regalo que cierra este completo disco. Un tema instrumental que bien podría firmar míticos como Malmsteen o Satriani con una batería en todo su esplendor y unas guitarras que te ponen los pelos como escarpias. John parece que enloquece compositivamente creando todo un castillo “castle” de pistas y más pistas de melódicas armonías para las guitarras. Un final magnífico pero… ¿creéis que es el final? Pues no lo es. Me pongo a aplaudir y yo soy el primero que grita ese Dakujem que da nombre a este último, insisto, regalo, es decir, “Gracias”, mil gracias. Mi canción preferida de este discazo rompe el silencio que el final de la instrumental me ha traído para acariciar corazón y alma que renacen juntos limpios y unidos para siempre. Hermosísima pista oculta, un acústico al piano de Maiol Díez y voz de Wolf y Núa que “me devuelven intacto mi antes roto corazón”. Impresionante.
En su momento tuve la corazonada de que Kilmara y su Don’t fear the Wolf valían la pena y era interesante seguirles. Sin embargo, os puedo confesar que, ahora que les conozco un poco mejor, me quedé corto en mis expectativas. ¿Mi consejo? Si tenéis oportunidad de encontrar su disco o acercaros a un concierto, de corazón, hacedlo.
Últimas críticas de estilos similares:
Las más leídas:
Las más leídas de 2024.
Las más leídas de 2021/2020.
Las últimas del mismo país:
Suscríbete aquí!