Eveth - El Legado De Los Sueños (2013)
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Power / Heavy Metal
Heaven Musik
2013
Temas
1- Insomnio
2- Sacrificio
3- Semillas De Rebelión
4- Con Fervor En Tus Pies
5- Esculpido Por Tu Luz
6- Espada De Papel
7- Reflejos De Una Ilusión
8- Intocables
9- Astenia
10- El Bosque Del Olvido
11- Calma
Formación
Voz: David Dalmau
Guitarra: David Kamstedt
Bajo: Joan Morro
Batería: Leo Villar
Crítica
Segundo disco de estudio de esta banda mallorquina que se debate entre el Heavy Metal, el Metal Progresivo y el Power Metal, aunque predomine el primero. Mejoría incuestionable la que han tenido en comparación con su primer trabajo. Se nota una madurez tanto en el sonido como en la composición de los temas, teniendo en cuenta la ausencia de teclados (la cual cosa incide en dar un carácter más potente) y que la voz tiene pocos efectos. Esto último le da un carácter más puro. En cuanto a la variada temática, letras trabajadas y elegantes con mensajes que van desde lo religioso hasta la crítica al sistema y donde parece haber una esperanza para seguir en pie.
Por un lado apreciamos riffs rápidos y líneas de voz agudas y melódicas y, por otro, ritmos pesados y entrecortados caracterizados por una batería compleja y dura al mismo tiempo. En algunos casos, los inicios veloces se relajan con la entrada de la línea vocal; en otros, ocurre justo lo contrario. Esta combinación de elementos recuerda mucho a grupos como Avalanch, Saratoga, Warcry e incluso Muro. El sonido es bueno y tiene una producción óptima, lo cual se nota en que, a pesar de la batería tan barroca que hay, se diferencian el resto de instrumentos. Extrañamente encontramos canciones que bajen de los cinco minutos, llegando alguna incluso a sobrepasar los seis y medio.
Insomnio es la introducción del disco, un aperitivo musical con violines chirriantes que suben de intensidad y producen una perplejidad rápidamente olvidada por el inicio de Sacrificio, primer tema real y seguramente el mejor del disco. No es el tema más potente (aunque tiene agresividad de sobras) pero sí el más completo: no parece que sobre nada pero tampoco que falte. Comienza con un riff sencillo pero muy resultón acompañado por una batería a doble bombo y la canción poco a poco se complica con riffs más complejos y pequeños trozos intercalados con ritmos y redobles que recuerdan a Kreator. La entrada de la voz disipa toda duda que pudiera haber: es una línea delicada, que apacigua el tema y lo acompaña hasta un estribillo de aquellos que engancha. Las distintas partes están bien encajadas y no son ni demasiado dispares ni demasiado largas. Se combinan los acordes al aire con el muting característico acompañando cada golpe de bombo. Por poner alguna pega, diría que la canción pide un solo más ágil con una base rítmica más veloz. En conclusión, una canción de casi diez.
Encontramos, después de este “subidón”, tres canciones de parecido semblante, con ritmos más pesados y con poca melodía. Es el caso de Semillas de rebelión, seguramente, la canción protesta del disco, con un bajo y una batería bastante pesados. Tanto que algunas partes recuerdan mucho a bandas como Muro o Saratoga. Luego tenemos Con fervor en tus pies, un tema que comienza muy rápido y con mucha caña pero que se diluye con el paso de los segundos. Esa agresividad volverá prácticamente solo entre estrofas y hará que la canción tome otros caminos más suaves. Es digno de comentar un extraño pasaje que hay después del solo con una voz de fondo. Justo después, y aunque no lo parezca por su inicio acústico, otro tema con un ritmo lento: Esculpido por tu luz, con una batería cañera y barroca y algún riff oscuro para completar.
Así llegamos a Reflejos de una ilusión. Canción lenta del disco pero muy recargada, que podría parecer falsamente una balada aunque la mayoría del tiempo haya distorsión. Intocables es la canción más larga (puede que demasiado larga) del CD y una de las mejores (dejando de lado Sacrificio, claro está). Recuerda mucho a Metal clásico de los ochenta y noventa, con unas partes más cañeras y otras donde se duerme, con un estribillo corto y repetido. Con Astenia y El bosque del olvido (ambas parecidas) se llega al fin del disco. La primera vuelve a recordar mucho a Muro tanto en la música como en su carácter reivindicativo. La segunda comienza con un punteo rápido y tiene una línea de voz bastante aguda. Para terminar otra pieza acústica: Calma.
En conclusión, disco de ocho con temas buenos, algunos muy largos y con partes repetidas varias veces, y cuya mejor canción es la más diferente al resto del conjunto.
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