Dry River - Quien tenga algo que decir...que calle para.. (2014)
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Progressive Rock
Rock Estatal Records
2014
Temas
1. Traspasa Mi Piel (Intro)
2. Bajo Control
3. Irresistible
4. Frascos Vacíos
5. Informe T-24
6. Casto
7. Oda al Líder
8. ¿Cuánto Vales Tú?
9. Caída Libre
10. El Lado Bueno de las Cosas Malas
11. Rosas y Gaviotas
12. Traspasa mi Piel
Formación
Voz: Ángel Belinchón
Guitarras, teclados y coros: Carlos Álvarez
Guitarras y coros: Matías Orero
Batería y coros: Pedro Corral
Bajo y coros: David Mascaró
Teclados, saxofones y coros: Marti Bellmunt
Crítica
Si hay una banda ahora mismo en la escena actual peculiar, que hace lo que le da la gana y con mucho gusto y mucha calidad, esa es ahora mismo Dry River. Su segundo trabajo “Quien tenga algo que decir...que calle para siempre” se me hace incalificable en cuanto al estilo se refiere. No sabría decir si es un rock melódico, metal progresivo y sus toques de jazz, swing e infinidad de pinceladas de estilos lo hacen merecedor de una calificación bien alta y mi consejo es que les des una buena escucha con la mente muy abierta, pues no entra fácil a la primera dada su complejidad y variedad musical, pero cuando lo hace ya no sale de tu cabeza.
Otra cosa que está clara es que le echan mimo y cura a absolutamente todo lo que rodea a la banda. Las composiciones son complejas, con multitud de adornos y arreglos, los coros son ni más ni menos que excelentes, la grabación y mezcla es sobresaliente, el videoclip que acompaña a la salida del disco es sublime y la presentación gráfica es original y destinada a que los fans le echen un vistazo con mucho encanto, con ese plus que se pide a veces a la hora de pensarse a la hora de adquirir el disco físico.
Conceptualmente ambientado en una boda observamos que hasta el tracklist se encuentra en forma de menú nupcial y es que estos chicos no son una banda más. Te podrán gustar o no, pero destacan en su forma de hacer a todos los niveles como por ejemplo, dejando la portada de foto nupcial del siglo pasado al azar, completándola con parejas elegidas por los fans de la banda en internet, de manera aleatoria en cada CD en el interior para regocijo de sus seguidores. Personalmente, nos ha tocado la boda de Epi y Blas. Divertidísimo.
Arranca pues el disco con una introducción instrumental a modo de apertura de lo que será el tema que lo clausure y el elegido también para el videoclip que puedes ver sobre estas líneas. “Traspasa mi piel”. Este inicio da paso al primer tema llamado “Bajo Control”.
Lo que a primera vista parece un tema de Rock’n’Roll clásico, ya suena con mucha más potencia de lo que vendría a ser esperado en el género. Los riffs de guitarra, son mucho más potentes y dan paso a multitud de variedades que giran alrededor de la temática musical rockera.
La voz de Ángel a lo largo del disco suena con una personalidad propia pero sí que me ha evocado un par de recuerdos, salvando las distancias, recordándome así a Sherpa en los años 80, cuando su voz era más limpia y un timbre más agudo allá en su momento álgido con Barón Rojo. La segunda evocación, por supuesto, salvando las distancias, es a Freddie Mercury. Y es que el color de voz Ángel es altamente peculiar y evoca diferentes historias y momentos a lo largo de los minutos.
El tema va pasando desde momentos metaleros, rockeros, hasta por el charleston e incluso ambienta guateques de antaño. El bajo de David tiene una vital importancia marcando cada tempo y musicalidad, pero sin dejar de ofrecer matices de melodía de vital importancia. La verdad es que no mencionar a todos y cada uno de los músicos, sería injusto porque la calidad que tienen a nivel individual es muy alta y la engranan muy finamente consiguiendo un resultado final encomiable.
Da paso pues al último entrante, “Irresistible”. El tema cuenta con ritmos muy bailables. El disco en sí invita en su globalidad al movimiento y a gozar de él y sus melodías pegadizas. Los ritmos discos en este caso ofrecidos por la batería de Pedro Corral te podrían hacer preguntar si realmente el disco tiene cabida en un portal dedicado al metal. Pero no es oro todo lo que reluce y la combinación de ritmos y sonidos les hacen tener cabida en una sección de auténtico metal así como de otros estilos, sin dejar de gustar a ninguno de los fans de cada género. Y es que cuando una cosa está bien hecha, está bien hecha y punto!
El primer tema de los primeros platos es uno de mis favoritos del álbum: “Frascos Vacíos” es un tema de tres compases (como si fuera un waltz para entendernos) a modo de medio tiempo donde una vez más tiran de uno de los platos fuertes de la banda y es que ya con el anterior trabajo lo hicieron así: Los coros, que en directo también los bordan, son uno de los puntos más fuertes del grupo tanto por su originalidad, como por el trabajo que arrastran. El estribillo de esta cuarta pista es muy pegadizo, pero el puente hasta él contiene unos coros de quitarse el sombrero dando la réplica a la voz de Ángel.
El álbum cuenta también con unas letras de reivindicación y de descontento. “Infome T-24” es otro medio tiempo donde el bajo vuelve a tener un protagonismo espectacular. Escuchar y desgranar todos y cada uno de los instrumentos es un ejercicio que vale la pena en este lanzamiento porque nos encontramos ante sorpresas muy agradables que quedan camufladas en la totalidad del sonido de la banda. Colaboración vocal de Julio Castejón de Asfalto como mención de algo especial.
Ese descontento y crítica social aguerrida que contiene el álbum no deja de ser con un toque de humor y de escándalo como muestran en “Casto” donde una vez más, ritmos más clásicos surgen combinados con duras guitarras. Un cura le muestra su amor a su fe, pero lo hace de forma física así pues escandalizar y transgredir no les da miedo, ni mucho menos.
El final de los primeros platos está protagonizado por el tema “Oda al líder” donde las voces y los coros merecen un especial protagonismo y por tanto remarcarlo. Un tema completamente progresivo que deja claro que nos encontramos ante un grupazo en mayúsculas. Las guitarras obran de la mano de Matías Orero, experimentado hacha de las 6 cuerdas que toma el protagonismo melódico junto a los teclados de Martí.
Los segundos platos empiezan más duros, más contundentes, así pues “¿Cuánto vales tú?” abre esta penúltima sección con una crítica al consumismo y a la sociedad del tener. Como decía no solo se trata de música para escuchar. El contenido visual vale la pena verlo y disfrutarlo y las letras merecen una especial atención, pues no son frases vacías sin sentido sino al contrario.
“Caída Libre” es una balada donde la tónica de los coros constantes y de calidad están presentes. Gran parte de culpa de esto la tiene Carlos Álvarez, teclista y guitarra de la banda así como según reza el libreto, dirección musical; necesario por otra parte para orquestar una propuesta de tal magnitud.
El fin de los segundos platos lo conforma el tema “El Lado Bueno de las cosas malas”. Es aquí quizá donde la similitud con Queen se hace más patentes a mis oídos. Mensaje de esperanza y positivismo. Destacar sin duda el solo de piano de Martí, muy protagonista.
Viendo las colaboraciones del álbum nos encontramos con violines, violas, flautas, saxos, trompetas, trompas y tubas entre otros muchos instrumentos. Complejidad más que remarcable y que tiene una incidencia muy positiva en el resultado final enriqueciendo y mucho el producto.
Momento de los postres y el álbum acaba arriba del todo con dos de los mejores temas que nos ocupan. Primero de todo “Gaviotas y Rosas”, tema progresivo donde los haya con multitud de cambios de ritmo, intensidad, arrancando en forma de balada y desembocando en una fuerza y una intensidad de protesta mayúscula. No en vano son 13 minutos de reivindicación pues las gaviotas y las rosas no hacen más que mostrarnos a los dos grandes partidos políticos de este país, y al descontento social que arrecia ahora mismo. Así pues, máxima actualidad (Rajoy, Botella, Aznar y Zapatero son también partícipes vocales) y una obra maestra de rock/metal progresivo donde merecen un punto destacada todos y cada uno de los componentes de Dry River como músicos y como creadores.
Finalmente cerramos este gran trabajo con el tema que puedes ver sobre estas líneas y se trata de un gran colofón musical: "Traspasa mi piel". Tema potente, que consta de un gran videoclip ambientado en una boda, como el disco. En este punto también hay el momento de protagonismo para cada uno de los músicos, que además se caracterizan por la simpatía en sus ideas como puedes observar en el video, que no deja de arrancar sonrisas a cada momento, haciendo guiño incluso a su anterior trabajo en el que salían caracterizados como artistas. Imagino pues, que quizá en directo la caracterización haya cambiado para dar paso a esta nueva época en la que /drai river/ puedan presentar al gran público este segundo trabajo y cosechen los frutos a su trabajo.
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