Vikingore + Drakum + Mänegarm 21/2/2016 Sala Monasterio
El pasado dia 21 de Febrero el metal se citó en la nueva Monasterio, situada junto al puerto de Barcelona, uniendo Mänegarm, Drakum y Vikingore.
El concierto empezó "tarde", según horario Happy Meal que se ha puesto de moda, con Vikingore tocando The Wrath, sin paliativos. Temazo que te hace plantear para que se necesitan secuencias con introducciones tan épicas. El grupo muy consistente en directo incluso con los típicos fallos de sonorización que sufren los teloneros y que no inmutaron a una banda que era telonera porque alguien debe serlo. El cantante, Ángel, se encargo de animar al público y de hacer bromas sobre los problemas técnicos de sala despertando las risas. Poco a poco esa línea que separa el escenario del público se fue diluyendo y llevando a los headbanshings. Para finalizar el concierto presentaron un tema de su próximo disco, Stomped and Raped, que nos sirvió para ver la evolución al alza de la banda.
En el equador nos encontramos a Drakum, que decir de la sobradamente conocida banda de Barcelona. Tienen una energía y una química que hacen que el público se anime y entre en calor desde el primer segundo. ¿Iban sin teclista? No importa, lo petaron igual. Solo empezar ya aparecieron los primeros "moshpits". Y es que Drakum son fiesta y "birreo" sin ser necesario saberse los temas. A veces cuesta saber donde empieza y donde acaba el público cuando tienes unos músicos que lo dan todo sin parar, con una actitud y escenificación difícilmente superable.
Y les llegó el turno a Mänegarm, una de esas bandas con un nivel de composición y técnico imponente pero que no tienen la fama que deberían. El apunte curioso fue ver como Erik, el cantante y bajista de la banda, se acerco al amplificador de bajo y lo puso al máximo, y porque no podía subir el potenciómetro más allá del diez. Aunque esa actitud de rockero es increíble, provoco que el bajo sonara extremadamente algo incluso doliendo a la oreja. Eso hizo que el técnico tuviera que reequalizar toda la mezcla haciendo que los primeros temas no sonaran a la perfección. Sonó a modo de introducción "Tagen av daga" donde ya aparecieron los primeros "pits". Impresionante la conjunción de los instrumentos y la contundencia con la que sonaba cada tema, con Erik mostrando sus habilidades vocales, pasando del gutural al melódico con suma facilidad. Mención especial a Markus Andé que a parte de tocar la guitarra tocó el violín con un gusto y un tacto que hizo que el evento aun ganara más magia. El concierto se extendió más allá de la hora y el público no desfalleció ni un momento.
Gran concierto con tres estilos muy hermanados que hicieron la nueva Sala Monasterio pequeña aún siendo domingo y siendo el lunes día laborable. También mencionar el interesante el sonido de la susodicha, ya que ha ganado muchos enteros respecto a la ya mítica sala subterránea.
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