Obus - 15/5/16 - San Isidro (Madrid)
Aquí os dejo una breve crónica del concierto del grupo de heavy metal madrileño Obús, del domingo 15 de mayo en la pradera de San Isidro, en las fiestas de Madrid en honor a dicho santo.
En el escenario donde estaba prevista la actuación, los asistentes al concierto nos encontramos con la final de la 38 edición de los premios Rock Villa de Madrid, premio que ganó Obús en 1981 como bien nos recordó el presentador del concurso, tocando los 5 grupos finalistas y el grupo ganador de la edición anterior Dead Bronco, tras la cual se entregaron los premios, quedando en segunda posición por decisión del jurado el grupo Educados, que además ganaron el Premio Sziget Festival, dotado con una invitación para actuar en su edición 2016 en Budapest, y como ganadores The Prussians.
Pasada la media noche empezó el concierto de Obús, al que habíamos ido a ver los cientos de personas que estábamos allí. Fortu, el mítico cantante de la legendaria banda, hizo su aparición en el escenario saliendo tras una persiana metálica situada bajo la batería.
El grupo estuvo impecable en todo momento interpretando clásicos como Que te jodan, Va a estallar el Obús, Dinero Dinero y Vamos muy bien, junto a otros temas de su repertorio, la puesta en escena no defraudó a sus seguidores, demostrando que por Fortu, de 62 años y sus compañeros, no pasan los años, quizás el único pero que le pondría al concierto, que tenía muy buen sonido, sería un volumen demasiado alto, aunque eso va sobre gustos.
En medio del concierto, Fortu subió al escenario a una niña que ese día cumplía 7 años; la niña, que llevaba una camiseta de Obús, estaba temblorosa según dijo el veterano cantante, aunque no pudo saber si era por el frío, que empezaba a hacer a esas horas y del que él mismo se quejó en algún monumento del concierto, o por los nervios de estar encima del escenario.
Pasado el ecuador del concierto salió al escenario el teclista del grupo Silver Fist que acompañó a Obús en uno de los temas.
Como conclusión puedo decir que la gente que llenaba el recinto de la pradera de San Isidro, pudo disfrutar del potente metal del grupo madrileño que dio caña como siempre y de la voz de Fortu que se ganó al público asistente como si el paso por un famoso reality televisivo le hubiera dotado de una segunda juventud, en definitiva una actuación sin desperdicio de principio a fin.
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