Ripollet Rock 2016 - 26/08/2016
Un año más, al menos en la provincia de Barcelona, el Ripollet Rock dio el pistoletazo final a los festivales de verano para devolvernos al día a día de conciertos en salas.
Esta vez, en su XXIV edición, el cartel era especialmente atractivo con unos hardrockeros Tabü que exigían estar a pie del cañón desde el minuto zero, unos animales como los Blaze Out, apuesta siempre segura de entrega y buen hacer, una banda nacional como Lords of Black que ya me atrevería a catalogar más como internacional aún a pesar de venir del centro del país y una cabeza de cartel compartida por Firewind (muchísimo más en forma de lo esperado y con un salto de calidad espectacular con Henning Basse al frente) y la gran revelación mundial del 2016, los tunecinos Myrath, que han tenido que esperar a este tercer disco para ver altamente recompensado un trabajo de etiqueta.
Como cada año, el festival vino rodeado de cierta polémica horaria en la que me voy a mojar, pero sin faltar a nadie y con unos simples hechos objetivos: El año pasado mi cuerpo no aguantó hasta el final la actuación de Jorn, hace dos años no acabé de ver a The Poodles, hace tres años ni vi empezar a Rising,...., y este año si hubiera cerrado Firewind en lugar de Myrath a los que tenía unas ganas bestiales, me hubiera perdido la actuación sublime que dieron los griegos. Y creo que es un hecho bastante extendido. La organización toma y dispone y nada que objetar al respecto.
Eran las 22h cuando con puntualidad británica empezaron a sonar las primeras notas de Tabü. Tabü es una banda de hard rock, afincada en el Vallés y que aún se encuentra presentando su tercer trabajo llamado "Destino" del que hemos podido disfrutar recientemente con un par de videoclips.
David García al frente, con una estética que no pasa desapercibida por su ligera similitud con Bon Jovi, la banda hizo sonar desde el primer momento temas de éste trabajo como "Escúchame", "Dame" o "Nada" con una cantidad de público superior a la que acostumbra a agolpar el escenario en las primeras horas del Ripollet, punto para la banda!
La estética y la pose de David, contrasta con la entrega y las carreras intercambiadas entre el bajo de Alfred Morón y Jordi Gorchs, guitarra única que se bastó y se sobró para colmar el sonido de la banda en su plenitud. Estética fornida, poses de las que gustan al público y buen hacer musical mientras sonaban temas como la cover de Sangre Azul "Cuerpo a cuerpo" o "Sueños".
Una hora de hard rock donde alternaron también con temas de su segundo trabajo "Romper con Todo" en los que también tuvo su dosis de protagonismo el batería y co-fundador de la banda José Ángel Sánchez, aporreando con clase en "Jaula de Cristal".
Más que buena actuación de Tabü cerrando con su single "Sueños", con un sonido más que aceptable y que dejó a la gente calentita para recibir a Blaze Out.
La banda liderada por Gerard Rigau (guitarra y voces) tenía esa noche un motivo que les suponía un concierto especial: A parte de tocar en el Ripollet Rock y lo que supone tocar ante algun que otro millar de personas, se despedían de su batería Rafa Weber, auténtica máquina técnica y eso lo hicieron saber al público que se entregó de lo lindo brindando un bolo que la banda seguro recordará como mágico.
Estos barceloneses (por la provincia) se encuentran presentando su nuevo trabajo Backlash que tan buenas críticas está cosechando y entre ellas, la nuestra. Y el vivo, pues desde que los vi por primera vez bajo el nombre de Bustin Out, sigo pensando que la entrega y la energía que tienen sumado a su nivel musical les puede hacer llegar lejos. ¿El estilo? A medio camino entre el metal clásico y el thrash con toques propios los llevan a ser gustados por un amplio abanico de público que en esta ocasión era muy numeroso y entregado.
"Wrath Afire" con la que abrieron, "Fist goes first" o "Men of Mayhem" sonaron como muestrario de su último trabajo con el nuevo guitarra David Lleonart a quien solo había podido ver en un pequeño escenario de fiestas populares hará cosa de un año. El escenario en absoluto les vino grande (cosa que les sucede a bastantes bandas donde el vocalista también se encarga de las guitarras) y gran parte de culpa la tiene Carles Comas que no para quieto con su bajo y sus coros, más bien estilo hooligan, pero con incesantes movimientos, saltos y carreras. ¿Cúantos kgs deberá perder en un bolo?
Hubo tiempo de sobra para recordar lo que, al menos para mi, son algunos clásicos de la banda de su trabajo Headshot como "Shinning Blood" o "S.I.N.S" donde Rafa se pudo lucir de lo lindo dándolo y grabando cada nota en su memoria para siempre.
No dejaron pasar mucho rato para poner en liza un medley que ya tenía la suerte de haber escuchado con dos de las más grandes bandes de la historia del metal (pese a quien pese) como son Iron Maiden y Metallica. Algunos segundos de protagonismo para temazos que fueron desde "Two Minutes to Midnight" o "Fear of the Dark" hasta "Enter Sandman" o "Master of Puppets".
La voz de Gerard ha ganado mucho en los últimos tiempos y valga decir que rindió a gran nivel esta noche aunque también hay que apuntillar que desde las primeras filas sonaba de 10, y perdía calidad a medida que uno se iba alejando. Puntualizo esto porque charlé con gente de opiniones contrarias y ya que tuve la ocasión de ver el show desde diferentes puntos, puedo achacarlo sin duda, a la distancia y al sonido de las columnas bestiales de altavoces.
En definitiva, la banda cerró con "Red silence" y disfrutó de lo lindo entregándose al máximo superando problemas que quedaron invisibles al público (mérito tiene cuando se rompe un amplificador a pocos minutos de empezar el show) y lo más importante, el público gozó de una de las bandas de más potencial de la escena catalana actual!
Finalmente, el primer plato fuerte que nos haría superar el ecuador de la noche con tanta expectativa como nota obtuvieron: Lords of Black.
Pocos son ya los que no han oído hablar de la nueva sensación nacional que no dejan de conseguir hito tras hito, ir creciendo hasta niveles alcanzados por muy pocos a lo largo de la historia del rock nacional.
Tras la publicación de su segundo disco de homónimo nombre, llegó el turno a la banda co-liderada por Ronnie Romero y Tony Hernando que fue aclamada con gran intensidad por los presentes; bastante gente incluso, se desplazó a Ripollet expresamente a ver su actuación.
Tras la introducción "Malevolently Beautiful" arrancó uno de los singles que incluye videoclip en este segundo trabajo: "Merciless". Euforia colectiva, la banda al completo en escena y empezó la lección. El escenario del Ripollet Rock es grande, y a excepción de Javi García al bajo, que es bastante dinámico, tanto Tony como Ronnie son más bien estáticos. ¿Esto es malo? Pues en muchísimas bandas, quizá si, pero Lords of Black con su estética y su puesta en escena, llenan el escenario y mueven al público. Las características poses tanto de Ronnie como de Tony, son espectaculares e imagino que estudiadas pero sobretodo efectivas. Se comen el escenario con solvencia y disparan al frío público catalán!
Si solvente es la puesta en escena, qué decir de la interpretación! Entrega al margen, el sonido extraído es excelente y la ejecución perfecta. Uno de los grandes éxitos, en especial maximizados en esta segunda entrega, es el sonido redondo que se muestran en temas como "Cry No More", otro single con video como "Everything You're Not" o "New World's Commin" y lo mejor es que en directo son fieles y la gente lo disfruta.
El público de la escena local, como todo aquel que haya asistido al 95% de los conciertos que se producen, es un respetable interesado, observador, que disfruta el directo, pero que extrañamente lo vibra, ni lo salta, ni lo aclama en exceso. Pocos son los conciertos en los que la gente salga empapada en sudor de saltar y afónica de cantar a pleno pulmón o vitorear a los suyos. No digo que Lords of Black cambiara esa tendencia demasiado, pero si que consiguió más que lo que el pobre Henning Basse no cesó de reclamar al público después: Una entrega visible y no solo "emocional" o incluso "espiritual".
Mientras repasaban también temas de su primer trabajo como "Nothing left to fear" o "At the end of the world" me fijé en una cosa que me llamó muchísimo la atención. Ronnie con el movimiento únicamente de su antebrazo derecho, mientras sonaba su primer gran éxito "Lords of Black", era capaz de mover y menear al público a su antojo de forma exitosa. Otras bandas se tienen que dejar la piel al 150% saltando, brincando y casi suplicando, pero Ronnie no lo necesitó para obtener el aclamado éxito. Esto nos habla del carisma que desprenden así como de la calidad de los temas y en este caso de la excepcional voz de este fuera de serie.
La noche iba cayendo e iban pasando las horas y empezaba a hacer mella los primeros síntomas de cansancio entre el público. Para mitigar esto, después de volver a aparecer en escena, Lords of Black decidió poner fin a su actuación con "Shadows of War" y una versión sencillamente espectacular de un clásico como "Neon Knights" de Black Sabbath que hizo vibrar el público una vez más!
Cambio de backline y turno para Firewind. La banda griega liderada por el guitarra fuera de serie Gus G. tiene en el directo Apotheosis Live su último trabajo el cual puedo decir después de ver a la banda con Henning Basse al frente de las voces, que es una verdadera lástima que no fuera grabado por éste pues me parece que ganaría muchísimos enteros!
Trayectoria de crecimiento a ritmo desigual, la banda del que en su día fue chico prodigo que le llevó a girar con Ozzy Osbourne, Gus G. ha alcanzado una madurez que le ha valido a girar a nivel mundial y a estar presentando su disco en directo posterior a "A Few Against Many" que tan buenas críticas cosechó. Una formación, que a excepción del vocalista está consolida, les da las tablas para una solida base que despuntilla.
En Ripollet no puedo decir más que cosas buenas de la banda: Desde que se inciciaron los acordes de "Head Up High" la cosa no hizo más que ir a más. Lo ya comentado: Henning Basse a las voces, es una bestia que hacer crecer enteros a la banda y por supuesto el hacha de las seis cuerdas que merece mención aparte.
Muy curiosa la puesta en escena de Bob Katsionis quien no tienen ningún problema en ocuparse a la vez de las guitarras rítmicas de la banda así como de los teclados. Así pues en temas como "Allegiance", "Heading for the Dawn" o "World on Fire" el polifacético músico no tuvo ningún problema en coordinar ambas tareas con éxito e incluso en multiples ocasiones coros también, a la vez.
De la base rítmica de la banda se encargan Petro Christos, al bajo, en un discreto segundo plano, que rechaza su volumen y su poblada barba así como la poderosísima batería de Johan Nuñez que me llamó la anteción en múltiples ocasiones por su fiereza y la contundencia de su doble bombo como en "Between Heaven and Hell".
Gus G. que no necesita presentación, estuvo algo discreto en cuanto a protagonismo se refiere, pero siempre manteniéndose en un primer plano y con unos solos que le definen como el gran guitarra que es así como la solvencia de unos riffs muy contundentes que dejan a la banda categorizada como power técnico.
Finalmente y a las tantas de la noche, después de que el pobre Henning (quien dio una lección vocal) incluso tirara la toalla algunas veces intentando levantar al público sin todo el éxito que esperaba (recordemos que no es que no gustara, sino que yo el primero, somos MUY fríos como asistentes!) le llego el turno a los tunecinos, alegrándome en gran parte de que estos cerraran, puesto que si hubiera sido Firewind, me hubiera perdido gran parte de la gran y estupenda descarga que ofrecieron!
Y así, con algo de retraso acumulado subió Myrath al escenario. A pesar de haber reseñado su anterior trabajo Satan Arise, no les cacé hasta que escuché primero su videoclip/single "Believer" este pasado invierno, luego cuando disfruté como un enano en su corta actuación teloneando a Symphony X lo que me llevó finalmente a adentrarme en este cuarto larga duración que presentan llamado Legacy y que me atrevo a calificar de obra maestra.
Suya es la culpa de que llegara a casa una vez finalizado del todo el Ripollet Rock, y alegría de que así fuera, porque bordaron una actuación memorable.
Ya desde las primeras notas de la introducción "Jasmin", se intuía por la gallina de piel que tenía que iba a suceder algo grande y así no se andaron con contemplaciones dando lo mejor desde el principio: "Believer" mantenía al cansado público del Ripo bien arriba cantando a coro con Zaher las notas que encendían su actuación.
La banda, proveniente de Túnez y dicen que la única en su país en el género, demostró unas tablas dignas de los grandes desde la interpretación a pequeños detalles como palabras de Zaher de aliento e incluso en catalán, cosa que me sorprendió muchísmo. El tipo, además de cantar como Dios y de moverse como pez en el agua con los ritmos arabescos que adornan las composiciones, es un frontman excelente. Le acompañan con una estética muy adecuada, sus compañeros entre los que cabe destacar a cada uno de los miembros.
Mientras siguieron inicialmente con el orden de su último disco a ritmo de "Get Your Freedom Back" (mucho más potente en su riff guitarrero) Malek Ben Arbia demostró una soltura y una solvencia impresionantes en las seis cuerdas, aunque el espectáculo es compartido con un bajista impresionante como es Anis Jouini, quien tiene un movimiento muy característico y llamativo así como su posición al toca y sobretodo una técnica como demostró en su solo en este mismo tema.
Tuve la sensación que repartían mucho el repertorio entre sus anteriores trabajos, pero luego me di cuenta que tocaron una grandísima parte de Legacy, cosa que agradezco muchísimo porque creo que supone un gran salto de calidad por parte de la banda, aunque también tuvieron tiempo de tocar temas de su anterior "Tales Of The Sands" como "Merciless Times" o "Tales of the Sands" e incluso "Forever and a day" del Dessert Call, que quizá fueron los que menos disfrutó la gente a pesar de no estar para nada, exentos de calidad.
La batería de Morgan Berthet (quien parecía que se iba a dormir en cualquier momento) fue sencillamente espectacular y es que los contratiempos y la fuerza que ofrece por ejemplo en "Storm of Lies" o "Nobody’s lives" es especial y me llamó mucho la atención.
Una de las bases y de los puntos fuertes de la banda son obra de la misma persona: Elyes Bouchoucha, presente en la banda desde el 2003, es el encargado de los teclados y de unos coros sencillamente brutales como se demostró en el tema inspirado en la serie Games of Thrones: "The Unburnt".
Finalmente y con la gente tan exhausta (se acumulaba un retraso bastante considerable), como con ganas de más, la banda se despidió con "Beyond the stars" a la vez que el público les recompensó con una gran ovación y con ganas de verlos de nuevo.
Otra edición de este clásico y solo lamentar que no me puedo llevar un vaso de recuerdo a casa! Bromas aparte, me dio la sensación de que las colas fueron más pequeñas y que en general la organización optó por complicarse menos la vida y dar mejor servicio. Vimos a muchísima gente conocida y sin duda, el Ripollet Rock se enclava como gran referente para disfrutar del buen metal y sobretodo de su gente!!!!!!
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