Zenobia + Knights of Blood - 30/10/2021 - Rock City (Valencia)
La sala Rock City de Almàssera (Valencia) acogió el pasado día 30 de octubre un concierto sumamente especial para muchos de los asistentes. Fue la segunda parada en la gira de Zenobia por nuestro país para presentar su nuevo álbum “VI”.
No hace mucho que las salas, al menos en la Comunidad Valenciana, pueden programar eventos donde el público pueda estar de pie. Esto, por supuesto, incluyendo el uso de mascarillas (aunque esto es, como dijo aquel, meras directrices para algunos), la prohibición de fumar en todo el recinto, incluyendo exteriores (se habilitó un área fuera de la sala a tal efecto) y una gran ventaja para la que aquí escribe y más de un asistente sin ganas de dar botes: Mesas en el interior, pero en un lateral.
Este concierto era especial en concreto por ser el primero de la gira en incluir como teloneros a la banda de thrash-heavy metal con voz femenina Knights of Blood, de Granada. Ellos comenzaron puntuales a las 22:30h de la noche, con un setlist que incluía en casi su totalidad canciones de su último álbum, El Lado Oculto. Pude escuchar que, por causa del confinamiento, no pudieron apenas girar con él, por lo que se centraron en mostrar su nuevo trabajo y dedicar un solo tema, Síndrome, a su anterior disco Falsa Realidad. Un detalle a tener en cuenta era que, aunque musicalmente pudieran no interesar por el motivo que fuera, sí que tenían una estética muy bien trabajada, con buena parte de los integrantes llevando chalecos serigrafiados con el logo de la banda y su vocalista, Mireia, con un kimono y después, un cambio de vestuario.
La banda dio comienzo con El Lado Oculto y Sed de Otros. Tras esto y un breve interludio de bienvenida y agradecimientos, siguieron con Triste Condena y Ojos Que Gritan. Como decía, Mireia, la vocalista, realizó un cambio de vestuario, y a continuación, siguió la segunda parte del concierto con La Cuenta Atrás, Crematomanía, La Era de Hielo y, como despedida, Vuela y Síndrome.
En general, la actuación de Knights of Blood resultó correcta, pero monótona. Quizá fuera cosa del sonido, no sabría decir. La banda volverá en Abril teloneando a Eternal Idol en la sala Paberse Club, por lo que les volveré a escuchar.
Una hora después, y tras diez minutos de descanso para cambiar instrumentos, Zenobia entró en escena con la intro de su nuevo álbum, VI (llamado así por ser el sexto, y debido a que ahora eran seis músicos en la banda), seguida de Sin Perder La Pasión. La banda entró con una fuerza tremenda en escena, ya en las dos primeras canciones la química entre ellos y con el público era notable. La Fiebre Del Oro fue la siguiente canción en la lista, además de ser muy coreada y bien recibida. La siguieron Entre Tinieblas, Vuelve y Sigo Rugiendo. Éste fue el momento de los agradecimientos a la sala y al público valenciano, y también de uno de los chistes recurrentes de la noche.
Muchos conocerán la cazalla, y que es muy típica en Valencia. Un grupo de asistentes de edad madura y, como más tarde se reveló, acérrimos seguidores de la banda, comentaron que la banda tenía que tomarse unos chupitos antes de marcharse. La cosa podría haberse quedado allí de no ser que en pocos minutos, si llega, uno de ellos llegaría a pie de escenario con un par de chupitos con el licor (uno para Jorge Berceo, otro para sí mismo). Esto siguió con el público entero coreando “una caçalleta i mon anem” para sorpresa y diversión de la banda. La parte mala es que el tema de tomarse una cazalla se repetiría como una broma a lo largo de todo el concierto hasta que dejó de hacer gracia y era más una molestia en los interludios.
Por suerte, no lo sería durante las canciones, que prosiguieron con El Último Bastión, Ícaro y el ya clásico Corazón de Hielo. El concierto prosiguió con canciones mezcladas de distintas épocas, incluyendo No Me Dejes Caer, Tu Amistad o el clásico El Sueño de un Loco.
Ángel Negro y El Príncipe De La Oscuridad (canción basada en la película Drácula de Bram Stoker de Coppola) fueron el principio de la última parte del concierto, donde interpretaron Borraré Tu Nombre y Jamás, incluyendo un momento de salida de escena para hacer al público pedir los bises (en su mayoría, Lo Llevo En La Sangre…). Finalmente, volvieron a escena con La Tormenta y sí, efectivamente hicieron, como no puede ser de otra forma, caso a las súplicas y Zenobia se despidió por todo lo alto entonando Lo Llevo En La Sangre y echando la sala abajo.
Así terminó un concierto ya, por fin, dentro de una cierta normalidad y con vistas a un año que, por fin, parece haber recuperado el ritmo con respecto a lo que directos se refiere.
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