Leyendas del Rock 2022 - Día 4 - (06/08/22) - Villena
Empezamos la jornada final en el camping puntuales como un clavo, tras haber sido incapaces de levantarnos a tiempo y con fuerzas para ir a la plaza del pueblo. Atesorábamos ya 42 horas de directos y había que aguantar sí o sí hasta el cierre. ¿o es que no habíamos venido a jugar?
Llegamos justo cuando los vascos de Orion Child estaban a punto de hacer sonar su épica introducción de su último álbum: Continuum Fracture que fecha ya, del 2019, y que permite la opción de ser comprado en formato audio o bien como novela.
Mucha caña, mucha entrega y mucha calidad la que atesoran los Orion, que podemos definir como una banda que cabalga entre el power y el death melódico, pero muy oscuro. ¿Dark Death Power? En cualquier caso, sus trabajos destilan calidad y los directos hacen justicia e incluso mejoran los trabajos.
Víctor, se encarga de las voces limpias, unas voces que llegan a agudos imposibles y que son marca de la casa. No en vano el vocalista, interpreta en otras facetas temas de Queen o de quien haga falta, prácticamente sin despeinarse. La parte vocalmente más agresiva la firman Oier, quien también lleva la voz cantante de las 7 cuerdas junto a Santi Herrera, y Jon Koldo: Un músico inquieto, que lleva los teclados, guturales y que es ampliamente conocido en la escena al formar parte también de Incursed y de Vhäldemar.
La formación la completan a la batería Gabriel Barahona y al bajo, un simpático y sonriente todo el rato, Rafi Arricao (José Alberto).
A pesar de que había acérrimos de la banda, básicamente el plato sirvió para que un numeroso público en el escenario del camping descubriera a estos talentosos músicos, y lo pasaran bien con los intentos, con bastante éxito de Víctor para conseguir que la gente cantara: “Sons of the Sea” o el tema final, “Nuclear Horizons”, fueron buena muestra de ello y completaron un setlist bastante completo que contó con otros temas como “Invictus”, “Fight Beyond the Bane” o “Fallen Gods” de su anterior trabajo (el segundo), Into the Deepest Bane of Hope. Grandísima manera de empezar el día, musicalmente hablando!!!
Como decía, el escenario del camping siempre sirve de muestrario de buenas y jóvenes bandas prometedoras, o que aún no han alcanzado el reconocimiento más que merecido, como hemos mencionado ya en la anterior banda. Pues fue el turno de unos conocidos Astray Valley, pues provienen de nuestra misma ciudad, banda liderada por una Clau Violette, que poco a poco va haciéndose un nombre y con un reconocimiento dentro de la escena.
Formados en el 2014-15 por el guitarrista Joan M. Vena (Aneris), se van haciendo un hueco y un reconocimiento debido a su puesta en escena, no solo en directo, sinó también en sus discos, con una temática oscura y siempre ambientada y del cual dieron buena cuenta en este Leyendas, repasando su último EP: Tales of Lun.
A la otra guitarra, encontramos a Adri Funérailles, sobrio, contundente y fiable y el bajo de Alex Albano, siempre acompasado por la sonora batería de Unai Splinters.
Temas como “Hollow” hicieron las delicias del público, ante una hechicera Clau, ataviada con una túnica negra con capucha y maquillada con motivos oscuros, que hacían no poder para de mover la cabeza al ritmo de la banda, quien también interpretó Erased o Negra Noche.
Enorme primer aperitivo musical el que nos ofreció el camping, antes de comer alguna cosa en la barriada cercana al recinto, mientras nos dábamos cuenta que nos sería imposible llegar a tiempo para disfrutar del directo de Wig Wam y su moderno hard rock melódico procedente de Noruega.
Jorge Salán se presentaba en forma de trío en el Mark Reale, con un buen número de seguidores esperando su descarga y es que el momento en el que se ganó un nombre y demostró ser uno de los mejores guitarras de este país, le ha valido el título para poder plantarse como metal guitar hero, como guitarra y vocalista de hard rock o con un estilo más blusie, que también tiene su gancho.
En disposición triangular, la banda con Nando al bajo y Edu a la batería, ofreció un show dinámico, con múltiples interacciones al público y en el que incluso el propio Jorge saltó a tocar entre el público en un par de ocasiones.
Algunas versiones (ZZ Top, BB King (con dedicatoria a un amigo fallecido)) o temas más personales como “Terrateniente” o “El cielo es lodo”, se encargaron de mantener al personal atento e incluso tuvieron tiempo para las risas, al salir ataviados con barbas postizas al final para interpretar un country más clásico.
Buena actuación con buena recepción por parte del público de este polifacético guitarrista que hace ya años que goza de una merecida fama!!
Llegó el turno de ver a las tan aclamadas Butcher Babies y de quien no tenía conocimiento de su trabajo más allá de las dobles voces guturales de sus dos líderes, las frontwoman Heidi Shepherd y Carla Harvey.
¿Qué decir? ¿Cómo definir el directo de la banda? Pues vamos, dos auténticos torbellinos en el escenario, que se comen el mundo con sus saltos, guturales y perfectamente coordinadas dándose paso mutuamente de manera constante. Es decir, un directo muy dinámico y visual que puedes disfrutar sin duda, aún sin conocer el trabajo de la banda previamente.
La banda americana, la completan el guitarrista Henry Flury, el bajista Ricky Bonazza y la batería de Chase Brickenden, que son los grandes artífices para que las dos vocalistas den rienda suelta a lo loco, bajándose del escenario y interactuando en un circle pit, en este caso Heidi, o ambas a cerrar el bolo con Magnolia.
Tres álbumes tienen en su carrera, fechado el último del 2017, de los cuales interpretaron temas como “Take It Like a Man”, (homónimo de su segundo trabajo), “Killing Time” o “The Butcher”. Cualquiera que viera el show, coincidirá en que fue un auténtico tornado el que arrasó el main stage de este último día!
Tiempo para los reyes del folk death, Ensiferum. La banda nórdica, vino a descargar su último disco Thalassic, del 2020 y que no fue tan celebrado por el público como temas más clásicos como “Twilight Tavern” o su gran éxito “Lai Lai Hei”.
Petri Lindroos, supo combinar sus labores como guitarra y vocalista para arengar a los presentes y Sami Hinkka al bajo, fue su complemento ideal a la hora de sumar folkies a la fiesta.
La banda la completan Markus Toivonen también a guitarra y coros limpios, Pekka Montin a los teclados y la batería de Janne Parviainen, quien empuja la tralla fiestera desde el fondo del escenario.
Buena descarga la de los finlandeses, que hicieron las delicias de los fans del género, que estuvieron presentes y que además, no fueron pocos!
Finalmente llegó el turno en el Mark Reale para los ganadores del Forjando Leyendas del 2019. Dos años han tenido que esperar para tener su momento de descarga en el festival, en el que se ganaron con creces el derecho a actuar.
“Sucker”, “Terror in Tokyo” o “Empty River”, fueron algunos de los temas que la banda formada en Salamanca en el 2006, interpretó en un Mark Reale, que ofreció especial buen sonido. “The Fuckening” era el disco que presentaban con Francisco José Salgado a la voz y como frontman. Valga decir que el bajo y coros Javier Domínguez, tuvo un percance con una lesión en la pierna, lo suficientemente seria como para acabar el concierto sentado en el suelo, en un taburete y dándolo absolutamente todo a pesar de no tener fuerzas para ello. La gente lo recompensó con vítores y continuas muestras de ánimo. Guitarras potentes (Javier y José Antonio), guturales afilados y teclados que dan forma a una atmósfera muy potente (Rodrigo Borrego). Finalmente, desde el final del escenario pero con mucha presencia, David Yagüe aporrea con fuerza y precisión para marcar los tempos que necesitan la potente descarga de este sexteto.
Turno para Turilli/Lione Rhapsody. Valga decir que por una parte tenía ganas de escuchar la propuesta de la banda, pues su único trabajo (después de infinitas escisiones y variaciones de los originales Rhapsody) era más futurista y un sonido más cercano a Luca Turilli en solitario lo cual me gusta mucho, pero por otra parte, también me daba un poco de miedo de ver a una banda del pasado a la que podían pesar los años.
Salieron a escena (prácticamente con la formación más estable de Rhapsody a excepción por supuesto de Alex Staropoli) y cámara en mano en el foso, atronó ante mí con un sonido impresionante “Dawn of Victory”. Casi podría decir que con lágrimas de emoción en los ojos, fui dilucidando mis dudas: Menudo concierto estaba a punto de presenciar, como en sus mejores años!!! Clásicos de los que me hicieron abrir los ojos a la mezcla que supone el power sinfónico con muchos elementos de música clásica, fueron sonando “Emerald Sword” o “Wisdom of the Kings”. ¿Algo del último trabajo que lucía como lona de fondo? Ni uno solo.
Una vez se me pasó el flash inicial de ver juntos de nuevo a Fabio Lione y a Luca Turilli, pude ver que la formación que estaba sobre las tablas era la formada por el impresionante guitarrista Dominique Leurquin, Patrice Guers al bajo y Alex Holzwarth a la batería. ¿Qué podía salir mal? Pues nada, y más porque los italianos lucieron posiblemente el mejor sonido de todo el festival, valga decirlo, con Dany G. Dynamita a los mandos (Last Days of Eden, Darksun,...)
Fabio, el mercenario inmortal, el italiano del metal más internacional, atesora unas tablas fuera de toda duda y con su castellano, fluido aunque limitado interaccionó con el público de manera más que satisfactoria elevando el nivel de euforia a cada momento. “Land of Inmortals”, “Unholy Warcry” o “Holy Thunderforce”. ¿Alguien nostálgico de los primeros pasos del power metal sinfónico a nivel mundial podría pedir algo más? Pues lo hubo y es que si la calidad de Fabio como vocalista está fuera de toda duda, lo que hace con la balada en italiano “Lamento Eroico” elevando su voz a barítono operístico es sencillamente sublime.
Creo que el concierto que dieron los italianos en este Leyendas, será de los que queden para siempre en nuestras retinas y en nuestro oídos!
Dificilísima tarea la que tenían los gaditanos Sphinx mientras tanto en el Mark Reale, pues coincidían con Rhapsody. ¿Con qué resultado? ¡Pues éxito también! Un público mucho más numeroso del que podía tener miedo yo que apareciera, estuvo llevando a la banda liderada por el vocalista Manuel Rodríguez en bolandas.
Justi Bala a las guitarras y José Pineda al bajo, se mantienen fieles en la formación que ha ido evolucionando tras tantos años y que demostraron estar en plena forma, tras esos años en los que la banda consiguió tanto éxito, con temas que emulaban a los mejores Maiden (The Rime of the Ancient Mariner me parece que tiene sus similitudes (en el mejor sentido de la palabra) con Mar de Dioses, o al menos esa impresión tuve en el lejano 2003 (y es que servidor va teniendo ya una edad).
“Porto Suite” daba paso a “Santa Maldad” como pistoletazo de salida de lo que iba a ser un gran bolo! Álex Sánchez en la segunda guitarra, daba un recital de serenidad mientras presentaban a Antonio Luis Pérez como nuevo batería de la banda, que dio calma, tranquilidad y mucha guerra con sus baquetas.
La banda, formada en el lejano 1992 por unos críos que sacaron su disco debut en el 2001, dieron un buen repaso sobre todo de sus últimos discos con temas como “Destino”, o “Noche Maldita”. La verdad es que esperemos que la banda presente su nuevo disco y goze de una segunda juventud, bien merecida, para poder seguir gozando de directos como el que ofrecieron al muy numeroso grupo de valientes, que decidieron perderse el show de los italianos al ritmo más clásico de esta banda gaditana!
Año 2019. Escenario Mark Reale completamente reventado por uno de los grandes triunfadores de la edición, que no iban a actuar este año. Uno de los mejores recuerdos que guardo de esa edición del festival. Así que cuando anunciaron que la banda iba a actuar de nuevo debido a una baja de última hora, no pude más que alegrarme y estar como un clavo para ver la actuación de Dünedain. No defraudaron ni a mí, ni a nadie.
Saltaron al escenario muy aclamados por un público que ya colmaba la totalidad de la pista del Mark Reale. Alberto P. Velasco salió a morderlo todo, con continúas poses y una actitud de las que se agradecen, tanto como público, como fotógrafo. Sonaron los acordes de “A un paso del cielo” y sencillamente no había mejor manera de arrancar. Tony Delgado, hace las delicias mezclando sus labores de guitarra solista con las de contrastar su voz con la de Carlos Nano Sanz…y es que qué manera de crecer con la incorporación de este showman / frontman, bestia parda que ahora mismo es de lo más en forma a nivel nacional, tanto vocalmente como arengando y dando cera al público. Salto, clavó su registro vocal, arengó a la gente, se subió por la estructura del escenario, no paró ni un segundo y fue parte vital del hecho que la banda volviera a arrasar este escenario, que claramente se le queda pequeño.
Temas de sus dos últimos trabajos (excelentes) como “Legado” o “Memento Mori”, sonaron de manera nítida y con un sonido que quizá no estuvo presente durante todo el festival. Mariano, sobrio, sonriente, forma una buena dupla con las guitarras de Tony, que su vez, se complementa de diez, vocalmente con Carlos. Eficaz, rápido y brillante, desde la trastienda suena la batería de Miguel, y Alberto es finalmente esa pieza que cierra el puzzle de manera redonda, muy dinámico y activo.
Algo de tiempo para recordar ese lejano pasado en el que la banda, podríamos decir que era muy diferente con “1000 golpes” y “Por los siglos de los siglos”, pero manteniendo esa esencia y mejorando día tras día, para cerrar con un tema de un disco que para mi es mágico, valga la redundancia: “Corazón de Invierno”.
La banda ha sabido desencallarse de sus éxitos pasados y actualizar su setlist de manera que da continuidad al futuro, interpretando mucho de sus temazos más recientes y dejando la nostalgia que los llevó al reconocimiento público con las dos partes de “Buscando el Norte”, aparcadas para setlists más largos, cosa que antaño yo ya había echado de menos, pero no así las tres últimas veces que he podido disfrutar de la formación! Magnífico!
Resumiendo, por segunda edición consecutiva, con total merecimiento, agotaron las posibilidades del Mark Reale, quedándose pequeño y ofreciendo un concierto que estará otra vez, entre lo mejor que hemos visto esta edición del Leyendas.
Mientras tanto, Overkill primero y Opeth después, repartían cera en el escenario principal aunque los segundos con su repertorio mucho más progresivo. Pero en la pista, la veterana banda holandesa, Picture, subió al Mark Reale para ofrecer su metal más clásico, con total solvencia, con su nuevo y también vetarano vocalista Peter Strykes.
La verdad es que gustaron a sus fans y ganaron seguro, otro buen número de adeptos gracias a sus interpretaciones frescas y enérgicas después de la publicación de su último trabajo “Wings”, aún con su anterior vocalista.
Una descarga que demostró tablas y experiencia y que fue muy aplaudida por los presentes, que tampoco fueron pocos!!!
Mientras en el escenario principal llegaba el turno para Epica. Epica es una de esas bandas que te gustan mucho o que te aburren soberanamente. No me voy a mojar en cuál de los dos grupos me encuentro, pero debo decir que el directo de la banda que co-capitanean Simone Simons y Mark Jansen, cuenta con muchos elementos visuales que deben decantar la balanza hacía el lado de gozar del espectáculo en su directo. Fuego, en el escenario mientras presentaban algunos temas de su último álbum (Omega), como “Abyss of Time - Countdown to Singularity” o “The Skeleton Key”.
Temas más clásicos que han catapultado a la banda hasta donde está hoy, después de 20 años de carrera, como “Storm The Sorrow” o la veterana “Cry For the Moon”, hicieron las delicias de esos fans que llevan años apoyando al grupo a mantenerse en la cima, con una Simone, que esta vez, no lució incontables cambios de vestuario, sinó que únicamente lució un bonito vestido blanco largo. Los ventiladores, evidentemente estaban presentes, pero no jugaron esta vez ese papel gráfico que otras veces han tenido lanzando esas largas y coloridas melenas hacia atrás.
En fin, un buen show que fue muy aplaudido y ampliamente disfrutado por la mayoría del público presente. Cumplieron con creces con lo que se esperaba de ellos como cabezas de cartel, aunque para gustos colores, claro está!!!
Había que coger fuerzas, hidratarse y casi que pasar por boxes para el fin de fiesta, así que nos perdimos el show que ofrecieron Venom Inc. pero no podíamos dejar pasar por alto a una de las bandas más en forma en nuestra escena nacional y que se encuentran seguro en el top de nuestras bandas más internacionales: Los Angelus Apatrida!
Thrash a raudales, un recuerdo para las orígenes de las raíces musicales con Legión quienes habían actuado un par de días antes y cero sorpresa: Solvencia, cera, circles of death y una frase que para mí quedará para el recuerdo: al incitar al público a hacer un mosh pit o un wall of death, Guillermo dejó ir un categórico: “si alguien se cae, lo levantamos, que hemos venido a pasarlo bien y divertirnos y no a hacernos daño!”. Espectacular!
Temas de todas sus épocas sonaron: Desde “Sharpens of Guillotine”, “Serpents on Parade”, o temas más recientes como “Indoctrinate” o “We Stand Alone” hicieron las delicias de un público que entregaba con sus últimas fuerzas a la banda.
Reconocimiento de Guillermo a la gente, agradeciendo haber mantenido viva a la banda durante la pandemia, pusieron un poco la piel de gallina. Mientras tanto, Víctor Vera atronaba y machacaba su batería, el otro Izquierdo acompasaba con el bajo como si no hubiera mañana y la afiladísima guitarra de David rezumaba velocidad y potencia.
Es realmente emocionante ver como nuestra banda más internacional, después de tantos años, no ha sufrido alteraciones en su formación y sigue creciendo día tras día con un público que sabe lo que quiere y lo recibe sin compasión. Enorme!!!
Esto llegaba a su fin y lo hacía de la mano de La Bestia en solitario. Debo decir que personalmente tenía miedo. Al vocalista y músico, lo han operado recientemente de su dolencia vocal permanente intentando aliviar el dolor que le produce hacer lo que mejor sabe: Cantar. De todos es conocido que en los últimos tiempos, Leo sufre y ya es no aquel animal joven que se comía el mundo con sus agudos, pero sí valga decir que estamos hablando de “La Bestia”, aunque con su nuevo look de pelo más corto, a algunos les hacía presagiar lo que a Sansón.
Ni un solo tema de Saratoga, y uno solo de Stravaganzza, “Grande”. Leo llegó al Leyendas a decir que aquí está y eso que aún está en convalescencia. Que sus temas son los que son hoy en día y que tienen potencia para parar un mercancías. Menos melodía, más fuerza y más potencia para que el maestro demostrara que su voz sigue ahí, que la técnica que domina está impoluta y que si tiene que hacerlo una octava más grave, pues que su timbre sigue siendo único e inigualable y reconocible por todos a la legua. Repasó su carrera en solitario con “Ballena Negra”, “Mesías” o “Desde Niño” y ofrecieron leña por doquier.
Se apoyó en los guturales de un clásico de sus directos: “Korpa” y contó con nuevo bajista Pablo Mantera, así como con nuevo guitarra, Cristian Juárez, quien además le arropa con unos buenos coros, ya que el también vocalista es capaz de doblar los agudos del músico de Fuenlabrada, enriqueciendo el resultado! En la batería, un clásico, otra bestia: Carlos Expósito y en la guitarra el inseparable Rufo J. Cantero, quien ha compartido escenario con Leo en infinitas ocasiones.
Algún recuerdo para cuando la banda se llamaba 037, “El fin del camino” o un excelente “Vuela Alto” que además hizo subir la temperatura del show.
La verdad es que el vocalista demostró que es un pedazo de cantante, que tiene un timbre privilegiado y único y que aún a pesar de estar en plena recuperación, su show sigue siendo brillante y especial. Esperamos en primer lugar, que consiga actuar sin sufrir (es verdad que se mostró más sobrio y menos comunicador que en otras ocasiones) y si además recupera la potencia o las octavas que lo encumbraron, mejor que mejor. Sino, siempre nos quedará la bestia con su inigualable timbre, sus composiciones y sus excelentes actuaciones en vivo!
Llegó el momento de terminar, no ya la noche, no ya las actuaciones, sinó todo un Leyendas post-pandemia que tenía ya nota muy alta después de todas las vicisitudes de los últimos tiempos. Y no lo hacía Lujuria como tantas otras veces, sinó que esta vez, le tocaba al Reno Renardo y la verdad es que no puedo más que aplaudir esa decisión. Una banda desenfadada, sin pelos en la lengua, que demostró un sonido bestialmente potente y nítido y que a pesar del cansancio, logró que la gente aguantara hasta el último minuto, saltando, bailando y sonriendo el que no reía a carcajadas por el metal divertido que practican estos vascos, no por su música, sino por sus letras.
No tengo ni una palabra mala para la descarga que dejaron ir el Jevo Jevardo y sus renos con temas carismáticos como “Tu hámster” o “Crecí en los 80” y no pocos de su último trabajo, “El mundo se va a la mierda” como “Spoilerman”. Lloré literalmente de risa con “El bogavante” y la aparición del citado bicho intentado “dar por detrás y por delante” a los músicos, pero con mucha insistencia y me gustó la ironía y la finura a la hora de dar cera que tuvo el Jevo, donde nadie se quedó fuera, estando aún sin su carnet de heavy oficial, en el festival heavy por derecho propio. Valga decir que no pudo venir Mägo de Oz a actuar, pero el público no se quedó sin su “Fiesta Palangana” celebrado y coreado tanto como si hubiera sido el original.
Y así fue como con una sonrisa, y una cara de satisfacción total, pusimos el cierre y nos fuimos a casa, esperando ya que sea 2023, con su nueva edición en la que no faltaremos. Foto en la puerta y más de 56 horas de música a las que asistimos, poniendo nota alta a la organización, a las bandas y sobre todo al público. Un público que demostró ser ejemplar, sin reyertas, sin peleas, con buen rollo continuado y donde se demuestra que sean de donde sean, la familia heavy disfruta de una convivencia envidiable en festivales de otro tipo. Un 10 para todos!!!!
Las más leídas:
Suscríbete aquí!