Uncle Acid & The Deadbeats + Blood Ceremony + Gaupa - 11/05/2023 - La 2 de Apolo (Bcn)
Tras una lluvia como hacía años que no veíamos en Barcelona, nos tocaba aguantar otro chaparrón al llegar a Apolo y ver una cola kilométrica para entrar. ¡Mi madre! ¿Qué es esto? La cola para TOKYO HOTEL, nos dijeron... Rápidamente, sorteamos esa endemoniada serpiente para dirigirnos a la entrada de La 2 de Apolo. Llegábamos tarde y para más inri la gente que quería comprar entrada en la sala tenía que escanear un QR y hacer el mismo proceso online que con la anticipada (¿WTF?), cosa que estaba entorpeciendo el acceso.
Fue entrar y besar al santo, puesto que en esos mismos momentos salía GAUPA al escenario. La verdad que, para mí, y para muchos de los que estábamos ahí, era un grupo relativamente desconocido, pero que nos sorprendió gratamente. La puesta en escena, psicodélica a tope, encajaba a la perfección con lo que nos estaban ofreciendo musicalmente. Nuestro cuerpo cabeceaba al son de la música como si estuviéramos en trance. Emma Naslund nos estaba llevando a todos hacia un hipnótico y demencial viaje hacia el inframundo. Estos suecos están dando, y darán, mucho que hablar. Lástima que tuvieran un setlist tan corto. Esperemos volverlos a ver pronto como cabezas de su propio tour.
Tras el cambio de escenario y unos pequeños problemas con el micrófono de Alia O´Brien, saltaban BLOOD CEREMONY, quienes tras un paréntesis de siete años han vuelto a sacar discazo en estudio. Si con los suecos, comenzábamos el camino hacia el tártaro con los canadienses, íbamos directos a las llamas al son de la flauta y la voz de O´Brien que nos había reunido para ese Aquelarre improvisado. Muchos de los feligreses que se había reunido en la 2 de Apolo, venían por Blood Ceremony que tocaban por primera vez en Barcelona y, junto con la fecha de Madrid, por ende, en España. El show comenzaba con “Old Fires” y “Goodbye Gemini”, dos temazos que nos ponían a todos en sobre aviso de lo que nos esperaba: un ritual en toda regla. La voz de Alia, sus teclados y su flauta, nos iban a guiar en todo momento. Además, Sean Kennedy, con su guitarra, y Lucas Gadke, al bajo, iban a ser dos acompañantes de excepción; junto con Andrew Haust quien iba a marcar el ritmo durante todo este trayecto infernal. Con “Ipssimus” y “Power of Darkness” tocaba dar salida a los temas del nuevo disco, que fueron super bien acogidos por los presentes. Dos temas más quedarían para finalizar un portentoso show de más o menos una hora, con una virtuosa bruja llamada Alia que terminaba el espectáculo, señalándonos con su flauta mágica, y acuciándonos a que siguiéramos siendo malvados: Stay Evil!!!!!
Cambio de escenario, sonorización de la batería y zasca, Uncle Acid & The Deadbeats salían al escenario de forma atronadora. Sus primeros temas “Mt. Abraxas” y “Mind Crawler” nos caldearon de lo lindo. Estábamos en una orgía musical, donde los riffs de Kevin Starrs penetraban en nuestro interior y hacían que perdiéramos el control de nuestro cuerpo. Fue un concierto brutal, las canciones se sucedían una tras otra, sin demasiadas presentaciones, estábamos siendo víctimas de unos psychokillers que iban por faena. Creo que en temas como “Pusher Man”, “13 Candles” o “Ritual Knife”, momentos en que casi se cae el techo de la 2 de Apolo por la intensidad, nos oían en la principal de Apolo y teníamos escandalizados por la ruidera a los fans de Tokyo Hotel. 😉
En definitiva, creo que nadie de los que estábamos allí la pasada noche se fue con mal sabor de boca. Nos dieron lo que esperábamos, incluso más. Unos Uncle Acid pletóricos, machacones que nos vapulearon a base de guitarrazos, fuerza escénica y carisma, terminando el show con “I’ll Cut You Down” y “No Return” como unos punkarras, jadeando, sudando, escupiendo... (solo les faltaba destrozar el escenario para que hubiera sido todo más hardcore). Gloriosa noche la de aquel año, un gran ritual que nos acercó un poco más al maligno que tanto adoramos y que me dejó una reflexión en la cabeza.
Faltan más eventos de este tipo en nuestro país. ¡No tengo ninguna duda! ¿Y qué opinas tú?
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