El heavy metal hace tiempo que empezó a ver la luz, allá a principios de los setenta, cuando nuestros padres y abuelos vivieron momentos irrepetibles aquellos años llenos de ebullición política, social y musical.
Política y socialmente fueron años que pese a la intensa actividad se nos quieren vender como ejemplo de convivencia y de como adaptarse a los nuevos tiempos democráticos. Momentos apasionantes que nuestra generación no ha podido vivir.
Musicalmente recibimos esa crecida oleada en forma de rock duro / heavy que al principio no se sabia como llamar, bandas como Lez Zeppelin o Black Sabbath forjaron nuevos sonidos más contundentes y desgarrados, unos ritmos pesados y contundentes, empezamos a ver las chupas de cuero y la NWOBHM empezaba a fraguarse con los incipientes Iron Maiden, Judas Priest o Saxon.
Llegan los ochenta y todo explota, el rock duro y el heavy llenan las calles, salen bandas por doquier, algunas llegarían bien lejos, Barón Rojo traduciendo sus temas al inglés y colaborando con Bruce Dickinson. Las chupas de cuero estaban en todo lo alto.
Con el paso del tiempo los estilos fueron evolucionando y el power tomó el relevo de las masas, que cada vez eran menos, y en la última decada los estilos más extremos han ganado en presencia llegando a la actualidad con una fuerza de la que carecen el heavy y el power en la actualidad. El tiempo pasa y los estilos y gustos evolucionan.
Sí que sigue habiendo heavy metal y power pero parece que se están dejando de lado. La gente ya lleva años diciendo que le gusta el metal, cuando siempre habíamos sido heavys, ¿Qué música te gusta? El heavy y punto, daba igual el estilo.
Ahora no, la respuesta es el metal, ¿Qué ha sucedido?
Y lo que más me desconcierta, es cuando en un concierto con bandas más o menos extremas, suben a escenario una banda de heavy metal clásico y la mayoría del público se va atrás y se sienta en el suelo en corrillos a pasar el rato. Pero señores, ¿sabían ustedes que sin esas bandas que se dejaron la piel en los ochenta, en un estilo incipiente y crudo, sin excesivos virtuosismos, sin los medios, sin la calidad técnica actual, esas bandas que ahora arrollan con su dureza no existirían?
En el fondo, como siempre el problema es el mismo, se llama cultura musical. Y de eso nos falta y mucha.
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