Noah Histeria - Ojepse (2022)
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Progressive Metal
Autoproducido
2022
Temas
1. EVA
2. Ville Neuve
3. Origami
4. El Hombre Duplicado
5. Oro y Miel
6. Vallée Vieille
7. La Pirámide
8. Ríen
Formación
Voces, sintetizador y batería: Juan Giner
Guitarra, voces guturales y bajo: Quique Villalba
Guitarra y bajo: Manuel Harari
Crítica
Creo que ya tocaba el momento de ofreceros lo que un día me dejé en el tintero y no debo perder la oportunidad de contaros (para los que no los conocéis) cómo suena la última obra de Noah Histeria, grupo fundado en Xátiva. Todo esto viene a cuenta cuando en un concierto de mis paisanos valencianos de Castellón, unos tal Dry River, conocí a uno de los cabecillas de Noah Histeria, la voz del grupo llamado Juan Giner que al poco tiempo me escribió para pedirme hacer la reseña en nuestra revista. Pues más vale tarde que nunca, pero el momento llegó.
Noah Histeria están compuestos por Juan Giner a la voces y sintetizadores, Quique Villalba a la guitarra, Manuel Harari a la otra guitarra, Alejandro Juarez a la batería y Álvaro Montón al bajo, aunque el disco que vamos a tratar colaboraran Javier Sanchís y Alex Sanjuan a la batería. El extraño título del disco “Ojepse” no es otra palabra que “Espejo” al revés y es el reflejo e historia de un personaje con un trastorno disociativo, planteándose su verdadera personalidad entre la realidad y lo imaginario, fuera o dentro del mismo espejo. El disco fue publicado el 8 de diciembre, producido por Noah Histeria y autoeditado, con portada genial que transmite muy bien lo que nos encontramos en el disco por Mónica Cuadrado, lo cual en su conjunto es un claro ejemplo de profesionalidad y buen hacer con una producción excelsa con muchos detalles.
Introduciéndonos en el viaje sonoro con una extensión de casi una hora, a través de ocho cortes, lo cual es sinónimo de canciones de larga duración como lo exige el rock y metal progresivo, nos presentan una introducción musical titulada “EVA” compuesta por sintetizadores y susurros, con un halo oscuro (pues durante toda la obra nos toparemos con contrastes claroscuros). Un tema muy ambiental que vira hacia algo con más luz que se entrelaza con el primer tema “Ville Neuve”, con riffs potentes y disonantes, y una base rítmica matemática que en principio parece arrítmica. La cálida voz de Juan nos cuenta en primera persona lo que siente el personaje y el otro lado oscuro con voces guturales que irán apareciendo durante el resto del disco a cargo de Quique Villalba. Los teclados y sintetizadores hacen de colchón con ambiente oscuro con un solo corto pero efectivo. Estamos ante la primera canción que nos encamina hacia un trabajo complejo con cambios de ritmos constantes y con un gusto de pesadumbre como bien adelante iremos sintiendo.
“Origami” empieza de forma muy oscura con guturales desgarrados, cuando de nuevo los ritmos asonantes de guitarra y batería entran en acción con una interpretación de Juan muy expresiva. Mientras canta los teclados hacen de fondo con la batería recreando el mismo ritmo y de nuevo las guitarras en acción. Parece que haya un estribillo con bastante luz muy bien trabajado. Nos encontramos ante la primera canción más larga del disco de trece minutos, todo un viaje donde toda la banda vuelca su profesionalidad y complejidad, con varios pasajes entre lo instrumental y cantado, lo cual sin darte cuenta están cambiado de sintonía entre las luces y el lado más oscuro con ritmos que rozan el “Doom” por esas guitarras tan pesadas y densas. La parte intermedia es onírica con ritmos de Jazz que a veces me recuerdan a Dream Theater y otras a Porcupine Tree. El final explosivo con blast beats es una locura conjugada con la voz de Juan y los guturales.
“El hombre duplicado” es el siguiente tema y el segundo más largo de diez minutos de duración con una intro más amable y con más luz, con un trabajo excepcional de bajo y batería. La forma de cantar de Juan es mucho más melódica (es decir, no tan asonante que acompañaba antes la música). El tema fluye con un aire entre lo progresivo y el el post rock. De nuevo el protagonismo de los sintetizadores es imprescindible y poco a poco la canción se va endureciendo con riffs potentes que van y vienen, hasta que llega el lado más oscuro con guturales y algún que otro blast beat. Es otro ejercicio de complejidad con una parte instrumental fusionada entre lo más enrevesado y algo más jazzistico que desemboca en otra parte totalmente diferente a la de inicio. Podríamos decir que la canción está dividida en tres partes con una final épica más esperanzadora por la musicalidad en las guitarras, con un broche algo más rápido. Canción totalmente destacable de toda la obra sin menospreciar el resto (pues es toda una obra muy intensa).
Las sombras de nuevo se apoderan de “Oro y miel”, quizá la canción más caótica dentro de un orden. Toda una locura que nos puede recordar al maestro Devin Towsend y que se hace complejo explicar en palabras lo que nos quieren transmitir, simplemente un viaje hacia la locura más profunda destacando las líneas de bajo en el medio con mucha musicalidad y destreza envidiables.
“Vallée Vieille” es un interludio musical con una intro que me trae al lado más misterioso de la banda sonora de “Metroid” (para quien sepa de lo que hablo, me entenderá), y sonidos de guitarras incluso industriales sintetizadas y sonidos marcianos. Toda una rareza sonora y experimental que nos lleva a la penúltima canción “La Pirámide” que se acerca más a lo que hacían en trabajos anteriores. Mucho más melódica tanto en los riffs de guitarra (aunque de carácter progresivo obviamente) y en el trato de la voz. Me gusta mucho el trabajo de la guitarra en sus arreglos y la batería mucho más orgánica y no tan mecanizada. La parte más calmada es toda una delicia musical y con mucha intensidad melódica tras la cual se intensifica a doble bombo de batería. Toda una maravilla musical y uno de las canciones que mejor entrarán en una primera escucha, pues su estructura, aun siendo compleja no lo es tanto como el resto. De nuevo me recuerda a los mejores “Porcupine Tree” tanto en su desarrollo como en melodías. Final deslumbrante para un tema sobresaliente.
Llegamos al final de la historia con “Ríen” y un espléndido traqueteo de guitarras y bajo que tanto me gusta donde la musicalidad de Juan fluye y nos encontramos con algún toque arábigo sorprendente. Se hacen muy agradables los seis minutos largos que transcurren con pasajes más luminosos y esperanzadores y otros más oscuros, siendo en su conjunto un broche de oro para una obra igual de compleja que hipnótica. El final es épico y esperanzador, con una melodía de sintetizador más feliz y voces dobladas sin música de fondo.
Resumiendo, nos encontramos con un trabajo concienzudo de estos maestros del metal progresivo Valenciano y nombrándolos por honor como quizá la banda más importante de progresivo en el panorama nacional. Tal vez en las primeras escuchas se haga cuesta arriba pues es metal progresivo de alto calibre, pero tras varias escuchas acabas entendiendo que es magistral, y más cuando el metal y rock progresivo te llevan acompañando por muchos años y por todo ello, le pongo un 9 al trabajo y aconsejo a todos los amantes de grupos como Haken, Caligula´s Horse, Porcupine Tree y Opeth. Ahora queda esperar qué les depara el futuro y dentro de poco nos deleiten con trabajos tan profesionales como lo es “Ojepse”.
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