Dream Theater - Parasomnia (2025)
![]() |
Progressive Metal
InsideOut Music
2025
Temas
In the Arms of Morpheus
Night Terror
A Broken Man
Dead Asleep
Midnight Messiah
Are We Dreaming?
Bend the Clock
The Shadow Man Incident
Formación
Voz: James LaBrie
Guitarras: John Petrucci
Bajo: John Myung
Teclados: Jordan Rudess
Batería: Mike Portnoy
Crítica
Estoy en la misma tesitura que cuando publicaron ya el año pasado Opeth su última obra maestra, me explico: resulta que voy a hacer reseña de un grupo de renombre, lo cual conlleva que a estas alturas ya se habrán leído unas cuantas, por no decir muchas críticas del disco en cuestión titulado “Parasomnia”de las leyendas vivas del metal progresivo como lo son Dream Theater, por lo que me justifico con dos únicas razones, una es que me veo en la obligación de hacerlo, y la otra más importante es celebrar la vuelta de Mike Portnoy (uno de sus fundadores) a la banda y que la formación más clásica haya compuesto un nuevo disco juntos y que os adelanto, el resultado ha sido más que satisfactorio, aunque claro está, nunca llueve a gusto de todos.
Obviando las presentaciones de los músicos, el disco fue publicado el pasado 7 de Febrero por InsideOut, producido por Petrucci y mezclado por el gran Andy Sneap y Jimmy T´ Meslin, por lo que ya nos podemos imaginar la calidad sonora que desprende dicho álbum, atreviéndome a indicar que es uno de los discos de Dream Theater que mejor suena de toda su discografía, junto al Six Degrees of Inner Turbulence, el Metrópolis Pt2 y su última obra con Mangini, que por cierto es uno de los discos de la era Mangini más valorado por los fans.
Y llegado el momento de degustar lo nuevo de los maestros del metal progresivo, nada más y nada menos que nos encontramos con un disco casi conceptual compuesto por 8 cortes y de una duración de una hora y once minutos (lo que nos tienen acostumbrados, y que no falte), que trata trastornos del sueño desde distintas perspectivas, como el miedo a la oscuridad de los niños por la noche en Night Terror, la anécdota del asesinato de un sonámbulo a su mujer en “Dead Asleep” y la archi conocida parálisis del sueño en la épica “The Shadow Man Incident” por nombrar algunos ejemplos.
La obra arranca con una de las “intros” más oscuras de toda su discografía titulada “In The Arms of Morpheus”, y como buen disco conceptual con inicio y cierre como ocurría en Metrópolis Pt II, suenan distintos motivos de lo que nos vamos a encontrar a lo largo del disco con especial mención a la melodía del estribillo del último tema. Nos introducen con un sonido de una persona que se acuesta en su cama, con goteras de fondo, todo bastante lúgubre y el misterioso teclado con el motivo principal que nos encontraremos en el estribillo de “A Broken Man” irrumpida por un despertador y un riff aplastante de Petrucci nos pone en alerta de lo que nos encontraremos a lo largo y tendido de todo el disco, como he mencionado anteriormente con algunas luces. Concluyendo que estamos ante una de las mejores intros compuestas por el grupo. Le sigue “Night Terror”, canción que sirvió de presentación para los fans que más esperábamos lo nuevo con Mike Portnoy y que fue y será un clásico desde el momento que salió para el grupo. Una canción que contiene todo lo que desea un fan de esta banda que son riffs muy metálicos, cambios de ritmos bien empastados, melodías de teclado marca de la casa y un estribillo coreable con una banda en un estado de forma envidiable. Sus diez minutos de duración se hacen cortos que transcurren entre los claroscuros melódicos y una parte intermedia digna de los Dream Theater clásicos.
“A Broken Man” también sirvió de adelanto y en un principio he de confesar que la canción suelta, era de un menor calibre que su antecesora, pero que en su conjunto (adelanto que es un disco para escucharlo como un todo pues cobran más sentido todas las canciones) es un gran tema ya que el estribillo es el motivo principal de todo el disco cuya melodía se repetirá a lo largo de la obra. Una agresiva y extensa introducción instrumental muy técnica, nos lleva a un tema de nuevo oscuro, con una presencia en las voces de Labrie más aguerridas y un deje en el puente como ocurría en “Beyond This Life”. Nada que objetar en la parte instrumental con música cabaretera incluida, que quizá no tenga ningún sentido, pero que en el fondo acaba por agradar y sacarte una sonrisa. Considero que es una gran canción que puede llegar a ser una de las favoritas del disco con un cierre épico que tanto gusta.
“Dead Asleep” es el tema más extenso junto a la última, con una duración de once minutos que comienza con el motivo musical antes mencionado, con un sutil teclado de fondo e interrumpido por un riff musculoso que, según palabras de Petrucci, quería que sonara a lo Randy Rhoads y de hecho así lo hace y por otra parte, considera que es su canción favorita, no tanto así creo que sea para el resto de oyentes y no por ello deja de ser una canción completa donde el riff con sus variantes se repite y la aplastante batería de Portnoy cobra mucho protagonismo. Aun siendo un tema extenso, no muestra muchos cambios con lo que respecta a lo que nos tienen acostumbrados pero que sorpresivamente pasa bastante rápida. La maestría en el solo de Petrucci es descomunal y los teclados sirven de acompañamiento y colchón, aunque con algún que otro solo típico de Rudess sin ninguna novedad. El estribillo es efectivo y cumplidor, incluso puede llegar a ser contagioso. El tema cierra de forma magistral, rememorando las orquestaciones de “Sacrificed Sons” del maravilloso “Octavarium”.
Llegados a este punto del álbum, ya podemos estar satisfechos con el despliegue musical y esa vuelta a los orígenes de la alineación más longeva del grupo, aunque con un añadido oscuro como bien lo exige el argumento del disco y nos topamos con la canción más directa de todo el redondo como es “Midnight Messiah”. Tal vez sea la canción más floja, pero no por ello peor, pues su sabor a “As I am” en el riff y el estribillo heavy clásico son argumentos suficientes para ser candidata a convertirse en un buen tema que en directo dará sus frutos, si bien puede recordar a “Under a Glass Moon” así como el tema anteriormente mencionado. La letra compuesta por Portnoy nos deja guiños a títulos de canciones como “This Dying Soul” y “Home” por ejemplo, lo cual considero una genialidad por lo bien hilada que están.
Tras el interludio “Are We Dreaming” de solemne sonido de teclado con la melodía del estribillo de la última canción y susurros, viene uno de los momentos más emotivos de todo el disco con la “power ballad” titulada “Bend The Clock” con letra de Labrie. Se esperaba con los brazos abiertos una canción con tanta calidez y ese aroma a Journey que de vez en cuando la banda nos brinda con una maestría sorprendente y me atrevo a decir que es una de las canciones más preciosas que han escrito junto “Another Day” y “The Spirit Carries On”. Se nota en demasía que Labrie es un maestro en sus tonos medios/ bajos y transmite mucho sentimiento, aunque es una lástima que una de las canciones más destacables de todo el album termine en “fade off”. Por suerte Petrucci nos regala uno de sus mejores solos de toda su carrera, al estilo David Gilmour, demostrando una vez más (sin nada que demostrar) que además de rapidez, también saben transmitir emociones.
Y llegamos a otro de los momentos más esperados por muchos fans y es la épica del disco que ya nos tienen mal acostumbrados, con “The Shadow Man Incident” que comienza con el sonido de una cajita de musica con el motivo principal y una introducción teatral de la banda con guiños a aquel “Scenes from a Memory” con una marcha militar similar, tan es así que la introducción musical de la misma canción sirve como preámbulo, por cierto, muy teatral y musical. Le precede una parte más oscura y lenta con Labrie en tonos más bajos transmitiendo misterio y tensión, en la que poco a poco esa tensión va incrementando y la subida de tono es mayor, hasta llegar a una sección más heavy, rápida y progresiva donde nos encontramos por fin con la melodía del estribillo que alguna vez habíamos escuchado anteriormente. La parte instrumental intermedia es la mejor del disco con diferencia donde aquí sí, la banda despliega todo su arsenal con una maestría aplastante y todos los del grupo nos deleitan además con una musicalidad envidiable, con protagonismo también de Jordan Rudess en una sección a piano novedosa al estilo bossa nova o baile latino sorprendente, por lo que, a estas alturas, aún nos traen alguna sorpresa. El final de la canción como suele ser habitual con un cierre muy teatral y sinfónico, típico de ellos con vuelta a la melodía principal de guitarra y un final rindiendo tributo también al Metropolis PtII. Destacando como esta canción de casi veinte minutos, una de las mejores en años junto a aquel maravilloso “The Count of Tuscany” u “Octavarium”.
En resumidas cuentas, la vuelta de Portnoy ha devuelto la “sensillez” y ese aroma a las canciones de más musicalidad ya que la última etapa con Magini fue mucho más técnica con muchas canciones destacables, pero con discos demasiados técnicos quizá sin tantas canciones para ser disfrutadas en directo. La disparidad de opiniones está servida, lo que está claro es que han vuelto con un disco más que digno, que bien podría ser la continuidad lógica de aquel “Black clouds and Silver Linings” o tal vez un “fan service” lo que provoca dos situaciones, una en la que fans demandaban una continuidad como es lo que ha ocurrido o dos, algo más novedoso y sorprendente. Yo me decanto por la primera, por lo que teniendo en cuenta que el “Images and Words” y el “Scenes from a Memory” son de diez, este disco se merece un 8,5. Ahora toca ver cuál es el camino musical que quieren seguir, si acomodarse o sorprendernos con algo de más riesgo y acertado.
Últimas críticas de estilos similares:
Las más leídas:
Las más leídas de 2025.
Las más leídas de 2021/2020.
Las últimas del mismo país:
Suscríbete aquí!