Hamlet - Inmortal (2025)
![]() |
Nu Metal / Metalcore
Maldito Records
2025
Temas
1. Estigmatizado
2. Acto de Fe
3. En Mi Piel
4. Paz y Amén
5. Trauma
6. Tempestad
7. El Gran Teatro del Universo
8. (41.9383403, – 7.4310342)
9. Amor o Poder
10. Sombras
Formación
Voz: J. Molly: voz
Guitarra: Luis Tárraga
Guitarra: Ken HC
Bajo: Álvaro Tenorio
Batería: Paco Sánchez
Crítica
Después de seis años sin material nuevo, HAMLET vuelven a escena con “Inmortal”, y lo hacen como solo ellos saben: sin pedir permiso y golpeando fuerte desde el primer segundo. Es un disco que no necesita prólogo, porque en cuanto arranca, te acuerdas de por qué esta banda lleva décadas siendo una institución del metal nacional. Porque sí, HAMLET no es solo una banda: es historia viva, es resistencia, es evolución, y es, no lo olvidemos, la formación que puso el metal moderno más internacional en el mapa español cantando en castellano, cuando eso era terreno virgen.
El disco, eso sí, es cortito. Apenas 30 minutos que, si eres fan, se te pasan volando. Es lo único que puede chirriar un poco después de una espera tan larga desde Berlín. Pero ojo, que Inmortal no se anda por las ramas: es directo, sólido y sin un segundo de relleno. Lo que hay, está a otro nivel. Una especie de viaje por todas las versiones de HAMLET que hemos amado en diferentes etapas, con una producción afilada y unas composiciones que huelen a clásico desde la primera escucha.
El disco abre con “Estigmatizado”, una entrada que no necesita calentamiento. Riff contundente, batería que va ganando fuerza y un estribillo que te suelta una buena hostia sin avisar. Desde ahí ya sabes que esto va en serio. Luego viene “Acto de fe”, que ya conocíamos de adelanto y que sigue pareciendo una bestia de tema: equilibrio perfecto entre agresividad y elegancia, con esos efectos guitarreros que aportan profundidad sin quitarle pegada.
En “En mi piel” bajan un pelín la velocidad, pero ganan en emoción. Melodías que acarician, un Molly más contenido que explota en los momentos justos y una atmósfera que recuerda que HAMLET también saben ser sensibles sin dejar de sonar potentes. Y hablando de potencia, “Paz y amén” es una auténtica declaración de intenciones: HAMLET de toda la vida, con esa rabia cruda pero bien canalizada, con una letra que escupe y con un Molly más agresivo que en los últimos discos. Aquí hay hambre, y se nota.
Si hay que hablar de sonido demoledor, hay que mencionar “Trauma”. El bajo de Álvaro hace temblar el suelo, la batería de Paco Sánchez (una absoluta bestia y, seamos claros, uno de los mejores baterías de este país) marca cada golpe como si te diera con un mazo, y Molly se luce en todas sus tesituras. Es oscuro, es sucio, y a la vez está perfectamente medido.
Después llega uno de los momentazos del disco: “El gran teatro del universo”. Es puro HAMLET: riff asesino, estribillo que se te mete en la cabeza y una parte final que acelera como si el tema tuviera que huir de algo. Aquí la banda se desata, y tú con ellos. Y como si no fuera suficiente, aparece “Tempestad” para añadir un poco más de locura bien pensada. Guitarras más atmosféricas, efectos disonantes y ese rollo entre lo clásico y lo moderno que da gusto escuchar. Luego llega la rareza: “41.9383403,-7.4310342”. Sí, esas coordenadas apuntan al estudio donde han grabado el disco. Y sí, el tema es instrumental, electrónico, ... Una especie de experimento que desconcierta un poco pero que, al final, suma a esa aura casi conceptual del disco. No está hecho para el directo, está hecho para que te preguntes: ¿qué querían decir con esto?
Recta final con “Amor o poder”, que recupera el martillo rítmico, con riff HAMLET 100% y una batería que marca el paso como si estuviera entrenando a un pelotón. Guitarras comprimidas, sonido sucio pero definido, y ese sabor reconocible que tienen sus mejores cortes. Y cerramos con “Sombras”, que es un final perfecto: voces melódicas, pasajes densos, agresividad contenida y mucha carga emocional. Aquí todo el grupo brilla, y te dejan con la sensación de que han dicho lo que tenían que decir, sin adornos ni promesas vacías.
Porque eso es Inmortal. Un disco honesto, contundente y emocional. Una demostración de que HAMLET no solo siguen en pie, sino que están en plena forma. Son más HAMLET que nunca, sin necesidad de reinventarse ni de mirar por el retrovisor. Y sí, el disco podría ser más largo. Pero también podría ser peor. Y no lo es. Es una joya comprimida. Es el tipo de disco que no necesita gritar para hacerse notar. Porque HAMLET ya lo dijeron todo hace tiempo: están aquí para quedarse. Son inmortales. Y este disco lo deja clarísimo.
Así que, si alguna vez dudaste, dale al play. Y si no los conocías, enhorabuena: estás a punto de descubrir por qué HAMLET es uno de los pilares del metal en España. No por nostalgia, sino por mérito. Un álbum de escucha obligada.
Últimas críticas de estilos similares:
Las más leídas:
Las más leídas de 2025.
Las más leídas de 2021/2020.
Las últimas del mismo país:
Suscríbete aquí!