The Walls Are Crumbling Down

Metal / Rock
Frontiers Music srl
2025

Temas

Under The Moonlight
The Walls Are Crumbling Down
Don’t Look For Love
Fire Fight With Fire
Blue Heart Of Stone
Without Love
High Voltage Hearts
Gone
Bad Girl
To One Blame
World’s Gone Crazy

Formación

Voz: Santiago Ramonda
Teclados, guitarras adicionales: Alessandro Del Vecchio
Guitarras: Suraz Sun
Bajo: Silvia Pistolese
Batería: Nicholas Papapicco

Crítica

En los rincones más remotos de Latinoamérica hay muchos vocalistas de rock y metal muy talentosos, aunque a veces unos brillan más que otros, llegando a ser muy famosos, como el caso del chileno Ronnie Romero, un cantante superdotado que ha brillado con diversas bandas europeas como Lords Of Black y The Ferrymen. Con las mismas intenciones viene el vocalista argentino Santiago Ramonda, queriendo trascender en el ámbito del rock melódico contemporáneo, mostrando al mundo el debut de su proyecto personal, que por fin logra lanzar luego de tanto tiempo de preparación, y lo hace nada más y nada menos que con uno de los sellos más importantes, como lo es Frontiers Records.

La idea de este The Walls Are Crumbling Down es sacar a relucir todo el potencial vocal del argentino, bajo las rítmicas típicas del rock melódico con tintes heavys. Y aunque ya había mencionado que es un proyecto personal, el argentino ha contado con la importante colaboración de músicos como Alessandro Del Vecchio, en teclados y guitarras adicionales; Suraz Sun en las guitarras principales; Silvia Pistolese en el bajo, y Nicholas Papapico en la batería, para recrear un escenario musical impactante, plagado de arreglos tanto potentes como melódicos, fragmentos instrumentales apasionantes y, como siempre, coros vibrantes. La que abre el disco es Under The Moonlight, un temazo que fluctúa entre el hard rock melódico y el power metal, con esquemas rítmicos muy definidos. Y aunque esto ya lo hemos escuchado mil veces antes, las intensas secciones vocales, los coros vibrantes y los solos de guitarra te atraparán fácilmente. La segunda pieza, The Walls Are Crumbling Down, se me hace muy ortodoxa, sin salirse ni un ápice de los cánones del metal melódico. Sin duda, una pieza apasionante que se puede disfrutar fácilmente.

La voz de Ramonda en Don't Look For Love me parece bastante en forma, y aunque la pieza es sencilla en cuanto a la composición, tiene momentos muy pegajosos y partes vocales de alto nivel. Por su parte, Suraz Sun factura sugestivos solos de guitarra en su línea. Sin ser un tremendo virtuoso, los ejecuta de forma eficiente. Las melodías de guitarra que presenta Fire Fight With Fire son interesantes, y aunque los estribillos son demasiado canónicos, con un punto tradicional de más, crean una buena pieza de hard rock que no presenta novedad alguna, pero igualmente efectiva.

Por su parte, Blue Heart Of Stone es el tema más rockero. Incluso sus melodías tienen un aire ochentero muy fuerte, mientras la voz de Santiago Ramonda sale de forma muy natural para imponer un registro de antaño. Seguimos el recorrido, y sin duda el tema más “fresa” es Without Love, pues es un hard rock ultra melódico con preponderancia de los teclados y melodías interesantes, pero con unas estructuras que ya conocemos de hace tiempo, prácticamente desde los años ochenta.

Destaco la intensidad de High Voltage Hearts, pues es un tema que divaga más en línea con The Ferrymen. Me encanta el carácter hard rockero clásico y los guiños al AOR que contiene, además de los coquetos coros que siempre hacen crecer las canciones de este The Walls Are Crumbling Down. La siguiente, Gone, se mueve cómodamente dentro del estilo de bandas de hard rock de los 80s, con muchos toques melódicos y otros rockeros que nutren la esencia musical, para que la gran voz del argentino brille con luz propia.

En Bad Girl, los toques sutiles de guitarra le dan un aire más fresco a la composición, haciendo que los arreglos encajen mejor con la sintonía melódica de la canción, además de tener sus matices Bon Jovi en muchas secciones. Siguiendo la misma línea, llega To One Blame, pieza que a nivel general da esa sensación de estar escuchando a alguna banda de los 80s, proponiendo buenos solos de guitarra, momentos hard rock que se apegan a la nostalgia, ritmos bien determinados en el estilo, riffs duros plagados de muchos momentos melosos y coros endulzados.

La última canción se llama World's Gone Crazy, y posee ese corazón hard rock melódico tan espectacular. La garganta de Ramonda se presta a pleno para cantar de forma intensiva, y los coros son entonados al unísono con la banda para terminar recordando lo maravilloso que fueron los años ochenta para este estilo musical.

En resumen: Es cierto que cansa un poco el esquema compositivo de este The Walls Are Crumbling Down, pues casi todos los temas suenan similares. Pero tampoco se puede negar que es un disco bien hecho, bien tocado, con una producción notable donde el vocalista argentino se ha mostrado al público de manera espectacular, y no tengo ninguna duda de que si sigue así, logrará grandes cosas dentro del metal melódico y el hard rock.