Rebirth Of The Beast

Power / Heavy Metal
Metalapolis Records
2025

Temas

We Rise
Speak Of War
Hungry Beast
Preachers
A Portal To Scape
W.I.T.G.A.G.O.T.O.S
80’s Boys (Metal Is A Life)
Charge Ahead
Don’t Live In Fear
Dragons Never Surrender
Cider Victims (Bonus Track)

Formación

Voz: Dennis Ohler
Guitarra: Matthias Bludau
Guitarra: Timo Rauscher
Bajo: Jörg “Wauxl” Belmond
Batería: Jan Müller

Crítica

Aparte de Helloween, Primal Fear o Majesty, existen múltiples bandas del underground que tocan con la misma pasión, intensidad, garra y poderío. Una de ellas es la germana Dragonsfire, un conjunto que posee las armas y el talento suficiente para regalarnos discos de heavy power metal de gran calidad. El problema de esta banda ha sido su inconsistencia, además de los momentos difíciles que ha atravesado, como la muerte del vocalista y bajista Thassilo Herbert, una pérdida que golpeó duramente a todos sus miembros.

Después de quince años, Dragonsfire vuelve más poderosa que nunca, liderada por el guitarrista Matthias Bludau (el único miembro original desde la fundación en 2005), para invocar ese power metal épico con potentes coros y riffs de guitarra dinámicos y duros. El título de su tercer álbum de estudio, Rebirth Of The Beast, no podría ser más acertado: literalmente es el renacimiento de Dragonsfire tras Metal Service (2010) y un largo letargo de más de una década. La bestia germana regresa para arrasar con todo, con fulgurantes melodías que resuenan con el poder del metal teutón. Ponte bien la armadura, porque las batallas épicas están por llegar.

La apertura, “We Rise”, invita a cabalgar con una furia intensa de riffs al más puro estilo del power metal alemán, con coros grandilocuentes y un aura épica que recuerda a Iron Savior y Majesty. En “Speak Of War”, más orientada al heavy metal, la velocidad se contiene, pero los coros y la intensidad mantienen la emoción del corte.

El trabajo de las guitarras de Bludau y Timo Rauscher brilla en “Hungry Beast”, con riffs martillantes que empujan al vocalista Dennis Ohler a desplegar registros más agudos y naturales. Uno de los mejores cortes es “Preachers”, con un derroche de melodía a doble guitarra y coros que evocan claramente la influencia de Helloween y Majesty.

La profundidad melódica aparece en “A Portal To Scape”, donde las guitarras y la batería acelerada construyen un muro sonoro demoledor. El estribillo de “W.I.T.G.A.G.O.T.O.S” recuerda inevitablemente a Iron Maiden, con Ohler intentando alcanzar los agudos a lo Bruce Dickinson.

En “80’s Boys (Metal Is A Life)”, Dragonsfire muestra su cara más clásica, mientras “Charge Ahead” empieza con aires de Manowar y evoluciona hacia un himno power. Más convencional es “Don’t Live In Fear”, pero mantiene la atención con buenos recursos musicales. La poderosa “Dragons Never Surrender” recupera la rabia y añade colosales coros y solos vertiginosos.

El cierre llega con “Cider Victims” (bonus track), un tema que encantará a los fans de Helloween, con riffs potentes y un enfoque melódico.

En resumen: tras tantos años de silencio, es gratificante ver de vuelta a Dragonsfire, y lo mejor es que han regresado más potentes y aguerridos. Rebirth Of The Beast (2025) suena brutal, en la línea de las grandes bandas teutonas del género como Majesty, Helloween, Primal Fear o Iron Savior.