Lèpoka - 02/05/2022 - La Nau (Barcelona)
El pasado 23 de abril, diada de Sant Jordi, tras las inclemencias meteorológicas, recibimos en la ciudad condal a Lèpoka.
Tras la publicación pre-confinamiento del Baile de los caídos, por fin pudimos disfrutar de sus canciones en directo. Además pudimos ver de nuevo a Lèpoka con un violín en su formación, tras la "reciente" incorporación de Dani Fuentes a las filas de la banda. No cabe duda que dio show para rato con su arco rojo.
Nos ofrecieron dos tipos de shows para los más folkies. Un primero en que pudimos disfrutar de algunos de sus temas en versión acústica como Pandemonium, Sombras de libertad o Contra Viento y Marea. Sin duda versiones propias hechas con muy buen gusto y que dejan con un muy buen sabor de boca para lo que se vendría más adelante.
Mientras todo quedaba a punto para dar el pistoletazo de salida, pudimos ver a unos chicos de Lèpoka muy cercanos en el que no dudaron en pasar unos minutos con su público del acústico, saludando y dedicando unas palabras.
Cuando vas a un concierto de esta banda, el pasarlo bien es algo asegurado ya que montan una buena fiesta en directo y había muchas ganas de poder disfrutarla.
Saltaron al escenario con el tema “Beber para crecer”, pudiendo diferenciar una primera parte del concierto de temas de su último trabajo como “Eternia”, y “el Baile de los Caídos”, que da nombre a éste.
A continuación llegaba el turno a unos de mis temas favoritos, “Pandemonium”, donde las guitarras de Popez y Dionís fueron protagonistas. Ambos forman un dueto eléctrico, siendo Dio un prodigio técnico, sobrio, pero fiestero a la vez, y Popez, reconocible a la legua, el cual aprovechó para que Dani Nogués, le incara una cerveza a chorro para dar paso al rock'n roll “heavyatrico”.
Con una dedicación muy especial por parte de Dani, vocalista de la banda llegaba “En este sueño”, tema dedicado a su perrita que ya no está entre nosotros. Fue un momento muy bonito e íntimo, en el que se nos invitó a encender las linternas de nuestros móviles para acompañarlos, pasando algo inesperado para todos: apagón total en la sala.
Fueron 20 minutos de incertidumbre en los que no sabíamos si podríamos disfrutar del final del concierto, pero el público decidió continuar con la fiesta cantando canciones de Lèpoka y festivas para que el ánimo no decayera.
Tras la larga espera, pudimos volver a disfrutar del directo y de temas de trabajos anteriores como “Chupito” y “Goliardos”. Sin duda una vuelta al escenario muy agradecidos por la actitud de la gente que acompañaba. Y si Lèpoka ya son un disfrute en sí mismos, el hecho de disponer de Zarach y Dani Fuentes pudiendo arengar al público con su continuo movimiento y baile, les convierte ya en un festival móvil asegurado.
Y es que con la incorporación del que fuera violinista de los madrileños Debler, la banda ha crecido aún más, no solo en sonido, sino también en puesta en escena, siempre guiados por el metrónomo preciso del músico integral que es Jaume Felip.
Además pudimos disfrutar de los siempre espectaculares vientos de Zarach junto con Zaph, bajista de la banda marcándose un solo de beatbox, que fue lo de menos tras la demostración que hizo de su técnica en las 4 cuerdas a lo largo de toda la noche.
Volviendo al último trabajo, llegaba “la huella del dragón” que desde luego sorprendió por el cambio final, Jaume salió de la batería para intercambiarse con Dani a la voz. Sin duda, chapeau del vocalista a las baquetas al igual que chapeau en la voz para el percusionista.
Ya en la recta final pudimos disfrutar de “Seguimos en pie” y “Contra viento y marea” para llegar al momento de juego con el público en uno de los temas estrellas que tienen, y mintiendoles a la cara la sala coreó “Yo controlo”, porque ahí ya no controlaba ni Dios!
Como broche final a la noche, cerraron en “El picorsito”, que logró un fervor por parte de la gente, aupando a la banda a lo más alto de la noche y saliendo con un gran sabor de boca por parte de todos.
Es un placer haber podido ser testigos de la impresionante evolución de esta banda desde que los vimos hace unos 10 años por primera vez en Vilarreal, empezando por el que era su teclista Dani que se iniciaba a las voces, habiendo conseguido por méritos propios, codearse ya con las grandes bandas nacionales. Lo único que no ha cambiado, sino que únicamente ha crecido aún más, es la fiesta y las ganas de saltar y gritar que generan. Esperamos poder verles dentro otros 10 años, disfrutando si cabe, aún más.
Agradecimientos a Tomás de OnFire por las facilidades y el cariño, así como a la sala que presentó de nuevo, un excelente combo de luces y sonido, más un trato exquisito.
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