Leyendas del Rock 2022 - Fiesta de bienvenida - (03/08/22) - Villena
El pasado miércoles 6 de agosto a las 15h horas daba comienzo la XV edición del Leyendas del Rock. Después de dos anulaciones por la pandemia, llegaba el momento tan deseado por todos: bandas, promotora y público!
La banda encargada de dar el pistoletazo de salida fueron los madrileños Celtian en el main stage “De la Rosa”, en recuerdo del fallecido Jesús de la Rosa, leyenda del rock andaluz, y cantante de Triana.
Tenían la difícil tarea de levantar al público y ponerlo en sintonía a las 12h non stop de música. Con las composiciones frescas que les caracterizan y el sonido más agresivo en el directo debido a la contundencia de sus guitarras a las manos de Sergio Culebras, centraron su repertorio en su último trabajo, el cual corearon un gran número de asistentes. Sin duda un gran inicio con la perfección vocal de Xana Lavey, la flauta y el carisma de Diego Palacio, las mencionadas guitarras junto al show que daban sobre las tablas el violín de Txus de Borao y el bajo de Raúl Plaza…sin desmerecer la tralla del bombo atronador que salía de la parte posterior con David Landeroin.
“Nova Era”, “El Hijo del Ayer”, “Magia de Luna”, temazos para la posteridad que el público coreó de lo lindo en lo que ya ha dejado de ser una banda promesa para ser una realidad hecha y derecha. Un proyecto de una youtuber que ha evolucionado hasta convertirse en una de las bandas más prometedoras en la escena metálica actual!
La siguiente banda en subirse al escenario fueron los eldenses de Lándevir, que tras su triunfal actuación en el camping del leyendas en la última edición, dieron el salto al Azucena Mainstage.
La banda, que tras su parón, retomó las riendas en el 2016 y a la que hemos podido ver ya en varias ocasiones, la vemos en plena forma y en un estado excelente.
Para esta ocasión, decidieron poner toda la carne en el asador y contar con la actuación de una bailarina con unas gigantes alas amarillas y contaron también con la colaboración estelar de Rosalía Sairem en “Leyendas del Medievo”. La vocalista de Therion dio mucho juego combinando sus voces con las de José Mancheño, mientras el resto de la banda disfrutaba de lo lindo. Desde los guitarras originales Francisco Gonzálvez Esteve y José María Jerez, el carismático batería José Fernando Amat (también corredor de fondo) o el bajista Iván Martínez. Mayormente temas de su último trabajo fechado en el 2018 (Desde el silencio) y algún que otro clásico más lejano en el tiempo.
Buen show que estrenó también el main stage “Azucena”, en recuerdo de Azuzena Dorado, cantante de rock española que destacó como vocalista del grupo Santa, convirtiéndose en la voz femenina más conocida del heavy español de la década de los 80.
Porretas seguía la fiesta del día de fiesta de bienvenida. Una banda clásica, de toda la vida, que permitía a los más de 16.000 asistentes, gozar de diversos géneros musicales, en esta ocasión, un punk-rock urbano, que personalmente dominamos poco, pero que hicieron un buen bolo con un más que buen sonido.
Para muchos, esta fecha era especial por el regreso de la banda barcelonesa Legión. Tras mucho tiempo de parón demostraron que el tiempo no pasa y que siguen en plena forma, demostrando que han sido fuente de inspiración y pioneros del thrash metal en nuestro país, como se encargaron de recordar en fechas venideras los internacionalmente aclamados Angelus Apatrida.
Las guitarras afiladas del carismático Quimi Montañés y el bajo y las voces del pastor Jónatan Dolcet, sorprendieron a todo el público del Leyendas demostrando lo que significa potencia y contundencia y que los años no pesan en absoluto. Presentando su nuevo EP “Legionized”, la banda dio cera de la buena, completando la formación, originalmente nacida en 1987 con las guitarras de Toni Rodríguez (Decade Of Aggression) y las baterías impresionantes (con un doble bombo espectacular) a las manos y pies de Miguel Rodríguez a la batería (The Eyes, Decade Of Aggression, Deldrac…)
Lethal Liberty, Eternal Youth, sonaron frescos como temas nuevos que son, pero a la par que Possesed o Young Soldier por ejemplo, demostraron que sus composiciones son atemporales y que están en la onda del thrash más actual.
Del trash metal, volvimos al heavy metal clásico de Obus, banda que sin duda se encuentra más cómoda y motivada en otro tipo de horarios como dijo Fortu en varias ocasiones. Como explicó el carismático y mediático vocalista, al día siguiente tenía una actuación en televisión y a eso fue debido la hora de su actuación. Valga decir que fue comentada entre la gente, la ironía del mediatismo televisivo con el discurso del rockero de la corbata que representa el poder y la corrupción.
Aún así, un show de Obús no depara sorpresas! “Dinero, dinero”; “Vamos muy bien”, “Necesito más” entre otros muchos clásicos. Guitarra contundente y pesada por parte de Paco Laguna, batería pesada y potente de Carlos Mirat y un bajo espectacular del elemento más joven de la banda: El querido Luisma Hernández. Fortu bailoteando (imposible no mencionar que con todo el cariño, alguno de ellos cada vez recuerda más a Chiquito de la Calzada) y su show tradicional haciendo el pino puente, que valga decir que es muy meritorio a sus 68 añazos!
El Drogas, banda de Enrique Villareal, el que fuera bajo y voz de Barricada, fueron los siguientes en subir al Azucena Main Stage dejándonos momentos para el recuerdo al ritmo de los acordes de temas de Barricada más clásicos, que consiguieron básicamente levantar a un público que coreó de principio a fin clásicos como “Oveja Negra”, “En blanco y negro” o especial mención al muy coreado por miles y miles de personas: “Todos Mirando”.
La verdad es que fue una actuación que a priori no me llamaba demasiado, pero debo decir que el carisma de este hombre, más la elección de un setlist, bastante popular, consiguió no solo superar de largo mis expectativas sinó además conseguir comunión prácticamente total con el público.
La banda encabezada por Jose Carlos Molina, Ñu, se presentaba ante un público que ya empezaba a estar en plena ebullición. Quedaba poco para la actuación de los cabezas de cartel de la noche, y siempre es un acierto clásicos como los que pone en liza esta banda liderada por el multi-instrumentista (no en vano, cantó, tocó la flauta, el piano,...) y lo hizo bien. No sé si todo el mundo sabe, que en Ñu han militado multitud de músicos de renombre y nivel, (como Rosendo antes de formar Leño y de la cual tocaron la cover “El Tren”), y sigue sumando artistas, como en esta ocasión la violinista Sara Ember, la cual le dio un toque de movilidad y modernidad más que interesante. “Manicomio”, “Más duro que nunca” o clásicos como “La copa”, fueron los que hicieron que el público se deleitara mientras en el escenario de la lado, se empezaba a preparar una gesta en toda regla.
Con Powerwolf llegaba el momento álgido de la noche. Desde luego merecidísimo estar como cabeza de cartel de la noche, puesto que nos dejaron sin palabras con el espectáculo y la profesionalidad con la que deleitaron al público.
Personalmente no me llamaban la atención, puesto que la voz de Attila, no es de mis timbres preferidos. El power metal que practican, no me llama la atención especialmente, no porque no sea de calidad, sino porque creía que no aportaba nada nuevo ni original a la escena.
Pues salió Powerwolf, hizo su show y yo me tragué todas mis palabras, una por una. Y rendiré penitencia si hace falta. Madre mía, menudo directo tienen estos alemanes, liderados por las guitarras (y bajo) Matthew y Charles GreyWolf. Empezaron con “Faster than the Flame”, y a cada “flame”, lanzaron fuego por todo el escenario del leyendas. Si alguien quiere un manual sobre cómo convertir el Azucena Main Stage en el mismo infierno, en cuanto a fuego y llamas, que hablen con ellos. Espectacular.
La voz en directo de Attila, es espectacular, clava las notas y eleva al público a un espectáculo (ahora voy a recibir palos), comparable al que hicieron hace poco Iron Maiden en Barcelona. Acompañado en esta labor de frontman por el teclista Falk Maria Schlegel, que en todas las partes en las que no estaba tocando sus teclados, se encargaba de arengar al público, mientras detrás, en las ramas de los árboles, Roel van Helden, hacía retronar todo el recinto del leyendas con un doble bombo que parecía sacado del mismo infierno en el que se había convertido ya el escenario.
“Fire and Forgive”, “Demons Are a Girl's Best Friend”, o “We Drink Your Blood” fueron algunos de los temas, que acompañaron al magnífico espectáculo que pudimos disfrutar todos en vivo! Quién pagara la entrada únicamente para este día, la tuvo bien amortizada, sin duda!
Mojinos escozios, tuvieron la papeleta de coger el relevo musical de los germanos. Solo tenían una oportunidad para no rozar el ridículo: y no era tirar ni de fuego ni de música, sino de un espectáculo diferente, que combinara en lugar de la música con la espectacularidad, combinar la música con el humor, mezclando música más “sencilla” de ejecutar, con monólogos, como sólo el Sevilla es capaz de ejecutar, con la complicidad del resto de la banda, en especial del Zippy, del cual, se acordó hasta su mujer.
Un show, divertido, que amenizó la noche y que tuvo quizá su punto álgido con “Una copita de aguardiente”, ejecutando un eructo monumental, que para mi propia sorpresa, consiguió arrancarme una larga y sonora carcajada, aún a sabiendas de lo que iba a suceder.
Nada novedoso, nada innovador, pero aún así siempre efectivo y un punto ganador, el show de los Mojinos Escozíos. Get on the Winner Horse!
Para finalizar la noche llegaba el turno de Saurom ofreciéndonos un gran concierto con un repertorio que no podíamos dejar de cantar y bailar, en el que escuchamos muchos temas de su último trabajo, Músic@. Pudimos ver malabaristas, bailarinas y la colaboración de sus amigos, los Wyrdamur, que aunque no parecían ir del todo coordinados, consiguieron montar una fiesta entre los miles de asistentes que aún quedaba para cerrar la noche a las 3Am, después de 12 horas de música non-stop. Guitarras lideradas por Raúl Rueda, puesto que Narci Lara, a veces está por tocar otros 5 instrumentos (que pudiéramos contar, guitarraza aparte) y es que menudo pedazo de músico!
Empezaron el show con “El monte de las ánimas” y parecía que el show iba a ser como el del 2019, en el que la banda rememoró completamente esa época en las que se creía que eran los Blind Guardian españoles. Duros, contundentes, potentes y rápidos, con la potente batería de “Donovan”, Antonio Ruíz.
El show, pasó por eso por partes más nuevas, como decíamos con temas como “La batalla con los cueros de vino”, “El queso rodante”, “Salta!” (sin zombies (o sí, por las horas) o “Amanecer”. A los teclados, Santi Carrasco fue certero y además salió a primera fila con un acordeón para formar parte de la fiesta en primera fila.
Saurom, fueron cerrando su show pasadas las 3 de la mañana con clásicos como “El carnaval del diablo”, “El círculo juglar” con su consiguiente wall of death liderado por Wyrdamur y “La taberna”. Muy mal se tiene que dar, para que un concierto de Saurom, no sea un éxito absoluto, y no salgas completamente satisfecho a la par que con una sonrisa en la boca por la combinación musical y festiva que son capaces de montar desde el escenario con un bailón José Gallardo al bajo, que es la verdadera alma de la fiesta, esta vez con un potente láser verde al final de su mástil para proyectar sus ganas de bailar con el público!
Final de esta primera jornada que no podemos catalogar de otra manera como de éxito total y absoluto y donde se noto mucho las ganas de fiesta y de festival que tenía la gente, así como el esfuerzo puesto por parte de la gente de Sufriendo y Gozando (Marcos, Isaac y su impresionante equipo!)
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