Noah Histeria + Âscent + Troubled Mind - 12/04/24 - Revi Live (Madrid)
El fin de semana del 12 de abril tuvo lugar una velada con tres de los grupos nacionales más interesantes y con más proyección en el panorama progresivo nacional. Tres grupos a los que une el buen gusto, la variedad y el cariño por los detalles en sus muy diferentes propuestas.
Para comenzar la noche, los mostoleños Troubled Mind nos mostraron un metal progresivo muy reconocible, fuertemente inspirado por los padres del género como son Dream Theater en sus diferentes etapas. También músicos y proyectos como los de Derek Sherinian en solitario, junto a influencias más clásicas y añejas como pueden ser Rush o contemporáneas dentro del neo prog de los 90 en adelante. Beben del sonido más noventero y clásico, han crecido a la par que estas y otras bandas eclécticas como Spock’s Beard. Pero no sólo de progresivo viven los madrileños. Hay un componente Hard Rockero / AOR en su sonido, que se puede notar en temas como Flow.
Troubled Mind nació como un proyecto de Carlos Aguilera y su actual productor David Fernández allá por 1992. Compusieron entre 1992 y 2000 gran cantidad de material que se recuperaría al cabo de los años en forma de Demos. En 2013 dicho material comenzaría a dar sus frutos en formato banda, primero junto a su actual productor a las guitarras, y a día de hoy con Demian Mejicano a las guitarras, Saga a las voces, Fernando García al bajo y Javier Soriano, tras los parches desde 2016 cuando grabaron su primer EP.
En todos los grupos existe un sonido, una manera de tocar que los hace reconocibles. Si bien, en Troubled Mind todos los músicos que han pasado dejaron su impronta bien marcada, y tienen su cuota de protagonismo muy bien medida, diría que el trabajo que realiza Carlos Aguilera a las teclas es el que hace más reconocible a la banda, sin menospreciar a los demás en ningún momento. Lo digo desde el punto de vista de un teclista frustrado. Es un gustazo escuchar Troubled Mind por la calidad compositiva y el potencial que todos demuestran.
Todos los temas que desgranaron en el concierto son una buena muestra de lo que Troubled Mind nos puede ofrecer a nivel musical a día de hoy, con canciones muy cuidadas en el aspecto compositivo, con múltiples cambios de ritmo, progresiones y atmósferas muy cuidadas y de un gusto excelso y repleto de imaginación. En muchos momentos fueron capaces de llevarnos a otras épocas más felices con una creatividad desbordante.
Ojalá que puedan mantener esa química que nos demostraron sobre las tablas por mucho tiempo y publicar algún que otro disco de larga duración, ya que lo que tenemos por ahora son dos EPS sobresalientes (Evolu7ion de 2019 y Timeless de 2016), una buena recopilación de demos correspondiente a su primera etapa (1992 – 2000) y temas que han sido lanzados como Singles (Desert Man (2021), Dust (2022) O Flow (2023), los dos últimos ya con Saga a las voces.
Los madrileños Ascent darían el relevo a Troubled Mind. Con su tercer disco “Gamma” recién salido del horno, se presentaron en sociedad con un formato de trío con Koque Latorre a la voz, Carlos Vergara al bajo y Antonio Chaves a la batería. Recientemente su fundador Álvaro Fernández abandonó la banda, y debido a la cercanía del concierto con dicha noticia, se decidió contar con distintos amigos para ayudarles a sacar el concierto adelante y hacerlo de este modo un poco más especial.
En orden de aparición, contaron con Jesús Guerrero (ex Troubled Mind) en los tres primeros temas (Gamma Community, Kamikaze y Master of Nothing). “Party”, “Hades” y “Nomad”, sonaron en formato de trío. Las colaboraciones volverían con “Heartbreaker” y “Giants”, con la ayuda a las seis cuerdas por parte de Javier Sánchez y Ángel Yáñez (Flashback y Sus Scrofra Rock Band). Por último, Javier Villanueva de Easy Rider se encargaría de aportar su estilo y talento con “Black Angels” y “The Worm”, con un público que en todo momento se mostró entregado.
A medida que iban desgranando su propuesta, con un metal progresivo de corte más moderno caracterizado por una gran cantidad de capas, de texturas en su sonido y sobre todo experimentación con diferentes estilos y presencia electrónica. En definitiva, siempre han tratado de dotar a sus canciones de personalidad propia con un sonido trabajado, nítido y variado. Siempre disfrutable y con muchos momentos en los que dejarse llevar y hasta bailables. Trataron de plasmar la evolución de años de trabajo que supone Gamma, su tercer disco, en diez temas que hicieron las delicias de los asistentes.
Como apunte final, decir que en este mes de julio han fichado por el sello Wormholedeath records, que sin duda les ayudará a distribuir y reeditar no solo su más reciente Gamma, sino también discos previos y ayudará a crecer a la banda y ver sus esfuerzos recompensados. Desde aquí mi enhorabuena y mis mejores deseos en adelante.
Después de los que demostraron ser dos grupazos que cumplieron el papel de anfitriones a la perfección, recibimos con los brazos y oídos abiertos a Noah Histeria, quienes, tras cinco años sin tocar y con un parón de aproximadamente tres años en cuanto a material, con una reestructuración de la propia banda con Juan “Doc” Giner (Vocalista) como única constante en todos estos años. Un parón que dio como resultado un grandísimo disco como es “Ojepse” en el que cada músico ha puesto alma, talento, sangre, sudor y lágrimas, dando como resultado un disco muy diferente a su anterior y sobresaliente “Hautefaye”. De hecho, a nivel personal, Hautefaye es uno de mis discos de cabecera tanto por concepto como por calidad.
Ojepse es denso y complicado, tal y como ocurre con la psique humana, pero despierta el interés y mantiene tu atención gracias los conceptos sobre los que desarrolla su historia, manteniendo la esencia de Noah, con numerosas referencias, guiños y leitmotivs a su predecesor con una mayor presencia de las guitarras en detrimento de unos teclados cuyo papel pasa a ser más atmosférico y menos protagonista en las mezclas.
En cualquier caso, el que las guitarras ganen protagonismo también confieren matices a la propia obra. Las guitarras otorgan mayor oscuridad y confusión, permitiendo empatizar con lo que experimenta Shinji, protagonista de este ‘Ojepse’.
Sobre el papel parece muy complicado llevar al directo una propuesta como la de los chicos de Xátiva, pero una vez visto el resultado, funciona a las mil maravillas y contrasta el sonido preciosista con unos teclados que te llevan en volandas narrando a través de la voz de Juan con sus diferentes personajes lo acontecido en la aldea francesa de Hautefaye con la crudeza y el sonido denso y confuso de “Ojepse” en una entrega más psicológica si cabe que se centra en la salud mental de su protagonista.
Juan se ve acompañado esta vez con Gerard a la batería, Álvaro al bajo, y con Andrés y Xavi a las guitarras. Para cuando estoy escribiendo estas líneas ya ha tenido lugar la primera parte de la gira, en la que se han rebasado el centenar de conciertos. En la que fue su vuelta a Madrid no estoy seguro de quién estaba más expectante: si el público por escuchar nuevo material en vivo o el propio grupo por tocar después de tanto tiempo. Por mostrar todo lo que tienen por dar, y que sin duda irá a más conforme avancen las fechas en un grupo que no acusa la falta de actividad pese a todo este tiempo. Cada uno trae aire fresco y mucha energía a Noah, haciendo gala de una compenetración y una química que hace pensar que llevan tocando juntos por muchos años. Una complicidad que se extiende a un público por el que se sintieron arropados en todo momento, tanto sobre el escenario como fuera de él, y es que lo bueno de ser de un género tan de nicho, es que todos nos conocemos y se puede llegar a crear una atmósfera única y familiar. Es la sensación que me transmitieron sobre las tablas. Un lugar acogedor, en el que sentirte a gusto y encajar. Un hogar, al fin y al cabo, el que han encontrado siempre que se han dejado caer por la capital, y un cariño con creces recompensado.
Espero sinceramente que los tres grupos reunidos en la noche del 12 de abril tengan toda la buena suerte y todo el público que merecen. Aquí siempre serán bienvenidos.
Noah Histeria, Ascent y Troubled Mind se merecen todo el respeto y admiración de un servidor y de un público que se hizo notar y disfrutó pese a ser poco numeroso. Se nota que son grupos que viven por y para la música y que disfrutan cada momento. En el caso de Noah literalmente se quitaron un lustro de encima. Me puedo hacer una idea de lo que significa soltar toda la presión y el peso de un lustro sin tocar en vivo. En especial en una sala como la Revi, que tiene una capacidad enorme para albergar un buen aforo. Por otro, lado cumplió con creces con todo lo que puede ofrecer. Un sonido que, como ocurre con la iluminación fue de menos a más, pero en todo momento se mantuvo a un gran nivel, y como siempre un gran trato a nivel personal.
Las más leídas:
Suscríbete aquí!