Ripollet Rock 2024
La temporada de festivales de verano está a punto de terminar. Sin embargo, a finales de agosto aún quedaban algunos por disfrutar.
Entre los grandiosos eventos de varios días, como los archiconocidos Leyendas del Rock, Resurrection Fest o Rock Imperium, están otros festivales más modestos, pero con grandes bandas y un ambiente muy familiar y entregado.
En esta ocasión, toca hablar del festival Ripollet Rock. Con un origen que se remonta a más de tres décadas atrás, este evento gratuito se celebra en la actualidad en el Parc dels Pinetons de Ripollet (Barcelona).
La edición más reciente tuvo lugar el pasado viernes 23 de agosto. En su cartel, contó nada menos que con Kamelot como cabeza de cartel. La banda norteamericana vino acompañada de otros grandes grupos: Neonfly, Bloodhunter, Lándevir y A.D.N.
A pesar de haber coincidido en fecha con otro gran festival como es el Milagre Metaleiro de Portugal, el Ripollet Rock contó con una excelente acogida. Cientos y cientos de personas se dieron cita en Ripollet para disfrutar de una noche de buena música en directo.
Los primeros en arrancar la velada fueron A.D.N. Desde Terrasssa, llegaron al escenario del festival con su formación original: Juan Feria a la guitarra, Segu González al bajo, Pep Compte a la batería y Ricard Reollo a la voz y a la guitarra.
Fueron los encargados de poner el toque hard rocçk-heavy metal clásico nacional a la noche, con temas como “No sé”, “Miedo me da”, “Bicho malo” y “Don’t trick me tonight”.
Se dirigieron al público en catalán; un público que ya casi llenaba el recinto, a pesar de tratarse de la primera banda del evento. De todos es sabido que, en muchas ocasiones, las bandas que tocan primero tienen que quedarse con un menor número de espectadores.
Fue una apertura divertida y cañera, en la que la velada fue ganando poco a poco en ambiente.
El siguiente grupo fue Bloodhunter. La banda nacida en Galicia supuso un cambio de tercio brutal con respecto a la anterior. Aunque para brutal el sonido. Un metal extremo sólido y potente dispuesto a despeinar a cualquiera.
Poco importó que Diva Satánica (voz), Dani Arcos (guitarra), Fabs Tejeda (bajo), Guillermo Starless (guitarra) y Adrián Perales (batería) salieran con algo de retraso. Lo compensaron con una actuación bastante digna, sobre todo para los amantes del extreme metal y las voces guturales.
El quinteto deleitó a los asistentes con temas de sus tres discos, como “Let The Storm Come”, “Nothing beyond the realms of death” o “Never let it rest”. Demostraron con creces la ya extensa trayectoria de la banda, y que poco tienen que envidiar a las bandas más punteras del panorama internacional.
Mientras tanto, el público continuó clavado a pie de escenario, sin perderse un ápice de actuación. Incluso se animaron a formar un wall of death en “The Eye Of The Serpent”.
Bloodhunter cerraron con “Bring me horror”, dejando a los allí presentes con muchas ganas de más. Fue breve, pero muy intenso.
A continuación, llegaron Neonfly, desde Reino Unido. Con una apertura de la mano de las bailarinas de Tribal And Dance y música de Kenji Kawai, se quedaron ya con el público. Después, tomaron protagonismo en escena Willy Norton (voz), Frederick Thunder (guitarra), Paul Miller (bajo), Ryszard Gabrielczyk (guitarra) y Declan Brown (batería).
Con un desgarrador “Highways To Nowhere” como primer tema del repertorio, ya dejaron claro que el concierto iba a superar con creces las expectativas. Lo que vino después fue una genialidad tras otra. Y es que no sólo demostraron que son buenos músicos, sino que dejaron ver su carisma y la gran complicidad entre todos los miembros. Como se diría aquí, “más majos que las pesetas”.
El Ripollet Rock fue testigo de lo bien que suenan los temas de “The Future, Tonight”, su disco más reciente, como “Last Of Our Kind”, “Beating Hearts” o “Another Eden”. Se notó además lo mucho que disfrutaron en escena, ofreciendo su (…).
Aunque también se permitieron bajar los decibelios con su balada “More Than A Lifetime”, en la que toda la plaza se llenó de luces de linternas de móviles, como si fuera un manto de estrellas.
La sección instrumental tuvo su protagonismo con “Aztec gold”. Un tema en el que volvieron a salir las dos chicas de Tribal Dance a hacer una performance con fuego. Incluso el guitarrista demostró sus dotes de tragafuegos.
Merece la pena destacar la actitud de Norton. Además de mostrarse muy simpático y cómico, e intentar hablar en español, se paseó por el público en “Steal The World”. ¡Excelente frontman!
El cierre vino con “This World Is Burning”, en el que cantante y bajista se intercambiaron roles. Con esto, Miller tuvo ocasión de hacer destacar su registro gutural. Decir que fue brutal es quedarse corta.
Neonfly fueron una grata sorpresa para muchos de los allí presentes. Pero aún quedaba mucha noche por delante.
Llegó el turno del plato más fuerte de la noche: Kamelot. Con la maestría que les caracteriza, y a ritmo de “Veil Of Elysium”, salieron Thomas Youngblood (guitarra), Oliver Palotai (teclado), Alexander Landenburg (batería), Sean Tibbets (bajo), y Tommy Karevik (voz).
Durante esta gira, los cinco cuentan con Melissa Bonny (Ad Infinitum) como corista y vocalista femenina.
Fue impresionante cómo desde la primera nota ya conquistaron a todo el público. No fue para menos. La enorme profesionalidad a la hora de interpretar temas ya míticos como “Rule The World”, “Insomnia” o “When The Lights Are Down”, y otros más nuevos, como “Opus Of The Night” o “New Babylon” fue para derretirse.
Tampoco pudieron faltar las legendarias “Karma” y “Center Of The Universe”, a las que acompañó el entusiasmo y los coreos de los fans, que abarrotaron el recinto.
La front woman de Ad Infinitum tuvo oportunidad de lucirse en “Sacrimony” y “March Of Mephisto”. Demostró que es una excelente vocalista melódica y también gutural. Aunque cualquiera que la hubiera escuchado con su banda se podía hacer ya una idea.
Palotai y Landenburg también tuvieron su parte de protagonismo en el setlist con solos de teclado y batería respectivamente. Fue el complemento perfecto para el repertorio.
Y cómo no, hacia el final hicieron las delicias de todos los seguidores con un impresionante “Forever”. Elegantes, profesionales y con una energía desbordante: así se mostraron Kamelot.
Sin embargo, eso no fue todo. Tras una pequeña pausa en la que la banda abandonó el escenario, Karevik sorprendió frente al piano, para después ondear una bandera con “One More Flag In The Ground”.
Kamelot puso fin a su performance con “Liar liar”, donde se volvió a apreciar la gran calidad de Bonny como vocalista gutural. Un concierto que sin duda quedará para el recuerdo, y para bien, por supuesto.
La última actuación de la noche llegó de la mano de Lándevir. La banda de Alicante aportó al Ripollet Rock su toque de folk-rock, para contrastar con el resto de grupos.
José Mancheño (voz), Pablo Guerra (flauta), José F. Amat (batería), Iván Martínez (bajo), Francisco Gonzálvez (guitarra) y José María Jerez (guitarra) vinieron para presentar su último disco, “Un viaje en el tiempo”, en el escenario del Ripollet Rock.
A pesar de que mucha gente ya se había ido, los que se quedaron hasta el final permanecieron animados, y los miembros de la banda se mantuvieron al pie del cañón. Es una pena que haya tantas ocasiones en las que la última banda tiene que quedarse con menos público.
La mayoría del setlist se compuso de temas de su lanzamiento más reciente, como “Creencias del ayer”, Tu voz” y “La historia se repite”. Supieron sacar un sonido muy bueno, a caballo entre el hard rock y el folk, con innovadores elementos orientales.
Aunque tampoco se dejaron en el tintero temas que forman parte muy habitual de sus actuaciones, como “El Espíritu del Viento”, y también la festiva “Las mil y una noches”.
Con Lándevir, el festival puso el broche final a su edición de 2024. ¡Ojalá continúe por muchos más años! Un festival clásico ya que cuenta con miles de fieles y que se forja con el trabajo de la asociación Ripollet Rock, con un incansable y abnegado trabajo!
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