Somas Cure - 12/10/24 - Sala Mon (Madrid)
Las despedidas siempre son amargas. Esta vez le ha tocado a Somas Cure. La banda madrileña dijo adiós, al menos por un tiempo, el pasado sábado 12 de octubre en la sala Mon de la capital.
Varios centenares de personas se dieron cita para despedir al grupo. Seguidores de todas las edades y géneros no quisieron perderse el último concierto del conjunto. Tras una trayectoria de 14 años y 6 álbumes de estudio, consideraron que es momento de poner un punto y aparte en su camino.
Aunque hubo que aguardar más de una hora desde la apertura de puertas hasta el inicio del concierto, la espera mereció la pena. Txema Fonz (voz), Darío Gómez (batería), Víctor Pérez “Vitti” (bajo), Vaharos Naaharos (guitarra), Borja Iglesias (guitarra) y Álvaro Longarela (teclado y coros) ofrecieron un concierto completo, ameno, potente y sobre todo muy emotivo.
El setlist arrancó con “Bailar en la cuerda”, donde ya desde el principio la banda dejó ver todas sus ganas y toda su fuerza. Una fuerza que no bajó ni un ápice con “La cura”, “Salto de fe” e “Iglesia de humo”.
Con el single “Nadie Ha Podido Atarte El Corazón” demostraron que su especialidad es pasárselo de miedo sobre las tablas, y también contagiar el buen ánimo a su público. Se echaron en falta algunos temas como “Ceniza”, aunque pudimos escuchar una secuencia disparada del corte.
Fue sorprendente comprobar cómo los seguidores se dejaban la voz cantando todas y cada una de las canciones de la banda. Todos los allí presentes vivieron el show con una pasión que sin duda caracteriza a los mejores fans.
El tema “Kelt” vino con sorpresa. La aclamada Kenzy, vocalista de Megara, se subió al escenario a sacar toda su actitud y toda su garra vocal junto a Txema. “La música es lo peor y lo mejor que te puede pasar”, sentenció la cantante.
El repertorio continuó con “Dunas de Marte” y “Colisiones”, que por supuesto no defraudaron. Tampoco pudo faltar su single más reciente, “A fuego”.
Muy destacable el registro del vocalista, que tan pronto puede hacer voces limpias como guturales profundos o agudos rotos. Aunque lo cierto es que la calidad de toda la banda es indiscutible.
Entre cada tema, algunos miembros de la banda no perdieron la oportunidad de mostrarse agradecidos con sus fans. Además, se notaron las emociones a flor de piel en cada uno de ellos, y alguna que otra lágrima de emoción por la despedida.
El grupo continuó el repaso a su discografía con canciones muy aclamadas y con excelente acogida, como “Aire”, “Llueve” o “Leviatán”. Todo ello acompañado siempre de los coreos del público, que prácticamente llenó la sala.
Somas Cure se despidió de los escenarios a ritmo de “Helios”. Con ello, dejaron en los asistentes el recuerdo de una noche única y llena de emociones.
El adiós de una banda siempre duele, y aún más si toca despedirse de un grupo que supuso toda una renovación musical en el panorama del metal en España.
Sin embargo, puede que no sea un adiós, sino simplemente un hasta pronto. El tiempo lo dirá.
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