Tako + Tayo - 26/10/24 - Sala Bóveda (Bcn)
La Sala Bóveda se convirtió en un hervidero de rock el pasado 26 de octubre, con un cartel que prometía una noche inolvidable de rock y metal clásico.
Los encargados de encender los ánimos fueron Tayo, una banda de heavy metal clásico que demostró, una vez más, tener un futuro prometedor y saber conectar con su fiel público. Su energía es desbordante y los riffs de guitarra, que desprende tema a tema, Chiqui son muy potentes y contagiaron rápidamente al público, que no dudó en corear temas como "Ni una más", "El laberinto" o "Punto Cero". Sin embargo, a pesar de la entrega de Tayo, la sala aún guardaba un creciente calor que explotaría más tarde.
La puesta en escena de la banda es pura actitud: Chiqui, un auténtico as, Guty, rellena con el bajo un sonido grave y atronador siempre con una sonrisa y la batería de Álex Frutos suena rápida, atronadora y tiene mucha más presencia que antaño, que por cierto, se vio entre el público a su antecesor, Mario.
A las voces, una apuesta segura: El señor Santi Andreo volvió a tomar las riendas y a erigirse en protagonista, y más aún que está en liza el documental de la banda que le vio auparse a la cima, Rain. Puro heavy metal, sin concesiones, sin inventos y pura actitud. Si te gusta el heavy metal más puro, Tayo ahora mismo es una banda en plena forma que aúna riffs y ritmos pegadizos con altas dosis de técnica, sobretodo en las manos y la guitarra de Chiqui.
La expectación llegó a su punto álgido con la salida a escena de Tako. La banda aragonesa, con su característico sonido rock urbano, logró que la Sala Bóveda se viniera abajo en diversas ocasiones. Temas como "Todos contra todos", "Ayer, hoy, por siempre", "No puedo respirar", "Con Dios y con el Diablo" o "Pintahierros", no solo fueron cantados a todo pulmón por el público, sino que se convirtieron en himnos de una noche cargada de reivindicación social y obrera. Las introducciones de Mariano Gil, cargadas de mensajes claros y directos, encendieron aún más los ánimos de la multitud.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando Mariano Gil, rememoró los inicios de la banda y sus primeras canciones, que han ido progresando con el paso de los año. La Sala Bóveda se convirtió en un solo organismo que respiraba al ritmo de la música que acompañaba Fernando Ros (bajo), José Alfredo Rey (guitarra solita) y la batería de Pedro Segura, junto al teclado de Nacho Jiménez, y es que no olvidemos que la formación fecha del lejano 1984, y aún a pesar de ello, se encuentran en un estado de forma pletórico.
En definitiva, el concierto de Tako y Tayo fue una auténtica fiesta del rock. La combinación de la energía potente de Tayo y la experiencia y contundencia de Tako, resultó en una noche inolvidable para todos los asistentes.
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