Gigatron - 11/04/2025 - 16 Toneladas (Valencia)
El pasado 11 de abril se me brindó la oportunidad de, por fin, tener las agallas de ir a ver a la banda más molona y violenta de toda la comarca Violenciana.
Y pensar que jamás se me ocurrió ni siquiera ser fan acérrimo de los mismísimos creadores del Jebi Metal, alguien como yo que se negaba a ver la realidad, metido en mis fantasías épicas de dragones y calabazas, zombies como Eddie y calaveras como Vic Rattlehead. Pero todo llega queridos mata pijos, así que me calcé las zapatillas del apocalipsis molón, mis vaqueros con cinturón de tachas y mi camiseta de los Maiden con la chupa de polipiel y acudí al templo del Rock/Metál (con acento en la a), con nombre 16 Toneladas a ver que me ofrecía la banda Jebi parodia más guapérrima de toda España y resto del mundo.
Cuando llegué al lugar aún no se palpaba mucho ambiente infernal, por lo que decidí entrar sobre las 22:00h en la sala a ver que se cocía, con poco público en la misma, lo que me dio que pensar, pero al tiempo me fijé como iban entrando hordas jebis por la puerta. Se amenizó la espera con canciones como “One” de los aficionados Metallica, o los principiantes Megadeth con “Holy Wars” e incluso alguna canción de unos tales Judas Priest, me dijeron. No se hicieron mucho de rogar, aunque un poco, cuando sobre las 22:40 salían los protagonistas de la noche y fue girarme a ver como estaba la sala, y ¡oh, sorpresa! estaba abarrotada, casi rozando el sold out por lo que ya me convencí que realmente iba a ver a la banda que tanto se comentaba por el Valhalla. A la voz de Charly Glamour preguntándonos si queríamos caña y todos a unísono respondiendo como guerreros con un sí, comenzó a sonar brutalmente “El barco de colegas” lo cual desató la histeria colectiva en los allí presentes y que como no podía ser de otra forma, se cantó por todos hasta los adentros del inframundo. Tras ello, Charly preguntó si había algún pijo en la sala, lo que algún hedor o resquicio sí que se notaba, por lo que pidió a su esbirro que le trajera la espada matapijos, aunque algo corta, lo cual provocó unas risas y tras ello estalló “La tierra del Rock” con total locura entre las primeras filas enloquecidas con los pogos, algo que fue una constante prácticamente en toda la velada con los Violencianos. Imaginaros como terminó la espadita tras este tema y sin mediar ni dejar aliento nos preguntó de nuevo Charly si nos gustaba el Spiz, yo creo o intuyo que es posible… o eso o es que la música violenta a los pequeños dioses y por supuesto que nos gusta el “Spiz Metal”, una canción tan cañera que de nuevo enloqueció al público, y tras este primer acto algo brutal, empezaba de verdad el concierto con la temática del nuevo disco que se publicó el año pasado.
Antes de seguir con el segundo acto, he de destacar mucho la labor de todos los músicos, sobre todo la de Johnny Cochambre a la batería y dinamita, porque he de alagar su labor ante los tambores de guerra, y es que ahora entiendo el sentido de su nombre, toda una taladradora al doble pedal y un pulpo en las baquetas. Imagino que su gorro de cuernos endemoniados le da ultra poderes, pero tampoco se quedaron cortos, ni mucho menos, Kike Turulo al bajo y espada y el virtuoso Dave Demonio a la guitarra y martillo. Mención aparte el cachondeo de Charly Glamour en todo momento que con sus voces del averno y sus chistes amenizó la velada como buen cómico que es. De otro mundo fue también el sonido arrollador que proyectó toda la banda y la sala bien sonorizada que no se le escapó ningún detalle al técnico de sonido, por lo que también le felicito por su gran trabajo a las pistas pregrabadas de las ambientaciones en determinadas canciones con más “chicha”
Ahora venía una clase magistral de historia en el Cronovisor y la parte central del show. Yo creía que sabía de historia, pero ni mucho menos, “emosidoengañaos”. La historia la hicimos los Jebis, antes de los dinosaurios ya habían Jebis en la tierra. Hicimos el primitivo con la banda al son de “Rollo Primitivo”, que le sacó el esbirro. Un rollo tan gordo de papel de aluminio que parecía haber sido extraído de un pijo, pero la historia evoluciona como la música y avanzamos en el tiempo entre risas y mucha tralla con canciones como “Neandermetal” donde aún éramos prematuros e hicimos el simio. De la edad antigua otra vez el rollo de papel en “El papiro de Aluminio” y tras este el “Molonito”, tema que me agradó mucho escucharlo y por lo visto tuvo muy buen recibimiento. Me parece que el último disco de Gigatrón tiene muy buenos temas y ya se han convertido algunos de éste en clásicos. De la edad media llegó el momento de “Apócrifus Yisus” y “Queridodín”, destacando el cachondeo en el primer tema de la edad media con un gorro de monja que se puso Charly. Hubo varias anécdotas graciosas durante toda la velada y no hubo tiempo al hastío, aun siendo un concierto de dos horas, lo cual es un punto muy a favor y que me agradó, viendo a todos los allí asistentes divertirse y disfrutar entre risas (y algún que otro pogo que por otro lado mi compañera fotógrafa Herestia lo estaría pasando algo “mal”).
El renacimiento estuvo compuesto por “Codex Gigas” otro puntazo para mí y gran canción que también fue muy bien recibida con la colaboración de su majestad satánica, King Diamond… una careta de King Diamond mejor dicho, la cual le precedió “Galileo Galacticus”. Y llegando a la recta final el Rockmanticismo nos trajo “El barbero de Vallekas” con traje de época que aquello parecía la ópera. “El superjebi” que es la evolución del jebi, enlaza con el Futuro que nos espera y en el cual ya estamos con la inteligencia artificial, donde sonaron “Nazis en la Luna” y “Putopía” lo cual en poco tiempo de pasar de la ópera a estar en una discoteca con Dave Demonio disfrazado de robot.
Los bises y fin de fiesta al son de toda la peña gritando “Esta sala la vamos a quemar”, con el tercer acto con tres temazos del copón con “Apocalipsis Molón”, “Viking Bugui” al cual fue invitado una Obelix bailonga y como no podía faltar el himno que ellos inventaron antes que los Twister Sisters, “Heavy hasta la Muerte” que significó el himno definitivo que cantamos todas las almas.
Y esta fue mi experiencia satánica, que no religiosa, con los Dioses del Metál. Nada que objetar porque tienen un directo muy profesional hasta en los chistes, lo cual me quedé más que satisfecho y contento de ver que tras la parodia de la música que más amamos también hay profesionalidad y por eso renegaba de ello, todo hay que decirlo, pero nunca más; hasta la próxima y espero verlos muchos más años y yo que os lo cuente.
Y como guinda del pastel, me comentaron que en cuanto al repertorio le pusieron un 6/10 pero en general toda la fiesta fue de un 8/10, y es que es verdad, faltaron muchos clásicos… quizá a la próxima. Salud y violencia!!
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