ROCK FEST Día 3 - 28/06/2025 - Can Zam (Bcn)
El Rey vuelve por todo lo alto.
¡Tercera jornada de Rock Fest! Sin duda, la jornada más variopinta, como una montaña rusa que osciló entre la fantasía épica, la vieja escuela del thrash, el punk incendiario, las sombras del ocultismo y el recuerdo imborrable del heavy más clásico.
THE ELECTRIC ALLEY se encargaron de abrir a pleno sol, con su rock americano de guitarras cuidadas y coros melódicos: una propuesta que suena grande incluso en horarios ingratos. A las 17:00h, GLORYHAMMER transformó el Stage Rock en una escenografía de videojuego épico. Christopher Bowes ha sabido convertir esta banda en un fenómeno de culto, y el nuevo vocalista Sozos Michael no desentona en absoluto. Con trajes galácticos, espadas de gomaespuma y letras ridículamente gloriosas, temas como “Angus McFife” y “Hootsforce” fueron coreados como si fueran verdaderos himnos medievales. Mientras tanto, MALAPUTA traía a la Rock Tent una descarga furiosa de punk-hardcore industrializado, con guiños a MINISTRY y sonidos crudos, directos y sin espacio para la tregua.
Tras los escoceses, estallaba el OBÚS en el otro escenario, ofreciendo una hora de puro acero español. Fortu y compañía no entienden de edades ni de modas: entienden de actitud. La batería sonó como un martillo neumático y los solos de Paco Laguna mantuvieron el pulso clásico intacto. Paralelamente, en la carpa, MOONLIGHT HAZE desplegaban su metal sinfónico italiano con precisión y encanto. La vocalista Chiara Tricarico, a quien habíamos visto hace relativamente poco con AVANTASIA, supo ganarse al público con elegancia. A las 19:15, EXODUS saltaron al Rock Stage como una locomotora sin frenos. La leyenda del thrash de la Bay Area, con un Gary Holt encendido y un Steve "Zetro" Souza chillando como si el apocalipsis fuera esta noche, aplacaron nuestro calor con un sonido contundente de lo más old school, dejando paso a THE BABOON SHOW, quienes para mí fueron una grata sorpresa. Los suecos, de lo más irreverentes, convirtieron el Fest Stage en una fiesta punk-rock. Cecilia Boström es un vendaval en la escena: bajó al público, gritó en castellano, bailó sobre monitores y demostró que el punk, cuando es genuino, aún tiene cosas que decir. Y a continuación, tuvimos la revelación del festival: los jovencísimos RADITY, quienes pasaron a tocar en el Stage Rock por una baja de última hora de WOLFMOTHER. Los barceloneses sorprendieron por su capacidad para mezclar metal moderno con toques electrónicos sin perder fuerza.
La noche llegó con uno de los platos fuertes de la jornada: SOZIEDAD ALCOHOLIKA. Como siempre, los vascos no vinieron a complacer, sino a prender fuego. Con un sonido arrollador y letras que escupen contra todos los frentes posibles, ofrecieron un show brutal, político y sudoroso. “Cuando nada vale nada”, “Polvo en los ojos” y “Ratas” retumbaron como mazazos sociales. Pero el momento más esperado estaba reservado para el Rock Stage, a eso de las 23:35: KING DIAMOND. El maestro del horror metal, apareció entre columnas góticas y neblina espesa para desplegar su teatro, oscuro, denso. Su voz, aunque algo menos aguda que antaño, sigue teniendo ese tono entre lo sobrenatural y lo perturbador. “Sleepless Nights”, “Halloween” y “Abigail” envolvieron Can Zam en un ritual de sombras. Una misa negra donde el protagonista fue el arte de narrar a través del metal.
Ya iba quedando menos para acabar el día. SÍNKOPE había ofrecido en la Rock Tent su rock mestizo y callejero. Y nos quedaba para hacer el colofón final DIRKSCHNEIDER (el exvocalista de Accept) que asaltó el Fest Stage con una batería de clásicos inoxidables: “Balls to the Wall”, “Fast as a Shark” y “Metal Heart”. Udo ya no necesita demostrar nada: es una leyenda viva. Su presencia es pura historia de la NWOBHM centroeuropea.
Y para los más resistentes, los que aún no querían rendirse después de tanta tralla, disfrutaron de MOTÖRHITS, quienes ya nos tienes acostumbrados desde hace años a su fiel tributo a Lemmy Kilmister y los suyos. Pura fidelidad, puro volumen, puro sudor. Además, con sorpresa incluida: Mikkey Dee tocándose un “Ace of Spades” con la banda. ¿Se puede pedir más? Pues si aún te quedaban fuerzas, Party Hard DJs volvieron a poner en movimiento caderas y cráneos con clásicos del rock hasta el amanecer.
Tercer día a la saca! El cansancio aún no hace mella! \m/
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