The Darkness + Dea Matrona – 21/10/25 - Sala Apolo (Bcn)

Decir que lo de THE DARKNESS en la Sala Apolo de Barcelona fue una locura, sería decir poco, la verdad. Hacía tiempo que no veía una banda tan entregada tanto para con su público, como para con su profesión. Siempre he pensado que un buen profesional, del ámbito que sea, debe de disfrutar de su trabajo; y THE DARKNESS disfrutaron de lo lindo la pasada noche en la Apolo.

La velada comenzaba con el grupo irlandés DEA MATRONA, banda constituida esencialmente por Orláith Forsythe y Mollie McGinn, quienes ‘se lo guisan y se lo comen’ componiendo, cantando e interpretando los temas en directo, tanto al bajo como a la guitarra. La Apolo estaba a media entrada cuando a las 19:15 sonaban los primeros acordes de “Hate That I Care”. A partir de esta primera canción (que tuvo algún que otro acople), fueron cayendo más temas de su “For Your Sins” (2024), primer disco de esta banda revelación.
a sensación que sentimos una gran mayoría con DEA MATRONA fue la de ‘coitus interruptus’. Me explico: al principio parecía que sí, pero luego, fue que no. No acabamos de sintonizar del todo con la banda. Y no porque ésta fuera mala, todo lo contrario, sino porque no acababa de encajar con las expectativas o con lo que queríamos ver ahí: Rock N’ Roll puro y duro, al estilo de los de Justin Hawkins. Me explico aún mejor, si cabe. DEA MATRONA es una buena banda, algo que en un pub irlandés hubiera (o hubiéramos) disfrutado, pero no como previa a THE DARKNESS, no como previa para calentar motores.
Sin embargo, en su estilo, no fue un mal concierto: tímidas coreografías en alguna de las canciones; cambios de instrumentos de cuerdas y un tema, “Glory Glory”, en acústico. Con todo, las irlandesas se despedían con un fuerte aplauso del variopinto público que se congregaba en la Apolo.
oco después, arremetían THE DARKNESS, presentados por una intro instrumental de un tema de ABBA y presentando, de buenas a primeras, lo que es su nuevo disco, “Dreams on Toast” (2025), con “Rock and Roll Party Cowboy”. La energía de los de Lowestoft es impresionante; saben lo que quiere la gente y se lo dan con creces. Capitaneados por Justin Hawkins, destilan Rock and Roll en estado puro por todos sus poros, y canciones del “Permission to Land” (2003) es lo que iba a sacudir al público desde un buen comienzo. Las seleccionadas para este primer round fueron “Growing on Me” y, una de mis favoritas del álbum, “Get Your Hands Off My Woman”, temazo que vino con despojo de la camisa de Hawkins incluido. Decir que el suelo de la Apolo temblaba sería poco. Además, Justin, como os decía antes, sabe qué es lo que quiere su público, sabe cómo incendiar las salas. Un “sou collonuts”, acabó de poner la guinda en este pastel que justo acabábamos de comenzar, además de las bromas sobre las “balls del tamaño de una chancla”. Tras este arrebato sónico, tocaba volver al álbum que da nombre a este nuevo tour de 2025. Así pues, caía “Mortal Dread”, “Motorheart” del álbum homónimo de 2021 y luego “Walking Through Fire” (con coreografía incluida por parte del público), para dar paso a “Barbarian” (“Las of Our Kind” – 2015). Hasta aquí, una fiesta del ‘Ruock En Ruoll’, aunque voy a ser un poco irreverente a continuación. ¡Para mí si hubieran tocado el “Permission to Land” entero, hubiera tenido más que suficiente! En mi opinión, los tres primeros discos de la banda –éste junto con “One Way Ticket to Hell” (2005) y “Hot Cackes” (2012)– son obras de arte de cabo a rabo. A partir de aquí, en mi opinión, la banda ha realizado buenos discos, pero un tanto irregulares en cuanto a lo que son las canciones que los completan. Con todo, los temas escogidos de estos discos posteriores a la resurrección de la banda, son los estandartes de cada uno de los álbumes.
Volvamos a lo que interesa. Tras este interludio de cuatro canciones, que fueron coreadas por todos e interpretadas con potencia y devoción por los músicos, volvíamos al ÁLBUM: “Love Is Only a Feeling”. ¡Bruuuuuutal! Volvería a decir que es una de mis canciones favoritas, pero es que lo son todas. ¡Y otra! “Givin ‘Up”. Ahora un pequeño parón para Hawkins y una “My Only” interpretada por Rufus Taylor, quien se defendió bastante bien estando desarropado sin su batería. En este punto, estábamos encendidos no lo siguiente y preparadísimos para la cover de Jennifer Rush “The Power and Glory of Love”, que, inevitablemente, me repiqueteaba en la cabeza con esa otra versión “Si tú eres mi hombre y yo tu mujer”. Tras este momento nostálgico, llegaba la, para mí, mejor canción del “Easter is Cancelled” (2019), “Heart Explodes”, que daba paso a “Longest Kiss”, otra canción del nuevo álbum.
En estos momentos, no sabemos si es que avisaron a la banda para que finalizara el set o el hecho de mirar continuamente el reloj formaba parte de esta ‘performance’ loca de Hawkins, pero hubo fragmentos, inicios no finalizados y un poco de prisas. Aunque, volvíamos de nuevo al discazo por antonomasia de la banda con “Friday Night”, ¿de nuevo la mejor canción del disco?, a la que seguía un fragmento de “Black Shuck” y luego “Every Inch of You” del “Hot Cackes”, para continuar con una que no podía faltar, “Japanese Prisioner of Love” del “Pinewood Smile” (2017).
La cosa ya comenzaba a terminar y no podía ser de otra manera que con la canción que catapultó a THE DARKNESS al estrellato: “I Belive in a Thing Called Love”. Para este tema, Justin Hawkins nos pedía que dejáramos nuestros móviles para meternos en la canción y en la nueva coreografía que proponía. Como ya puede imaginar el lector, la banda tuvo que detener la canción justo antes del primer estribillo porque había gente que no estaba cumpliendo con el mandato. Bronca y a comenzar de nuevo. Así terminaba la noche, por todo lo alto, con vítores y nostalgia a raudales.
La banda se iba al backstage, con un Justin Hawkins que se había cortado la palma de la mano ¿con la guitarra? para volver después de hacerse de rogar un poquito, con cambio de vestuario y tirita. Cayó un trocito de “Heartbreaker” de los Zeppelin para continuar con “I Hate Myself”, entre bromas y buen rollo, para, ahora sí, despedirse de todos nosotros hasta la próxima. Posiblemente, ¿un tour aniversario de “One Way Ticket To Hell” del que no tocaron ninguna canción? ¡Ojalá!
En resumen, noche memorable, una más si cabe, la que vivimos el pasado martes en la Sala Apolo de Barcelona.
Muchas gracias por las facilidades a Madness Live!
Las más leídas:

Suscríbete aquí!