Caelus + Raven's Gate + Ankor – 25/10/2014 Rock City (Valencia)
El concepto de “imperdible” creo que debería cambiar en su significado, para evolucionar a otro bien distinto a la habitual relación de tan clásico instrumento de oficina/estudiantil. Pero en esta ocasión haciendo referencia a aquellos conciertos o eventos que, por nada del mundo, uno no debería de perderse. Y es que cuando en una noche valenciana, tierra de corrupción y gilipollas en general, se juntan para tocar Caelus, Raven’s Gate y Ankor; hay que ser (como diría José Mota) muy golfo, “perdío” y mala persona para no acudir a semejante evento.
Hacia las 22,00 de la noche se abrían las puertas de la Rock City, sin duda la mejor sala de la capital del Túria; para dar comienzo a la velada que se avecinaba. Y en este aspecto hay que felicitar a la Rock City por permitir la utilización de dos gamas de horarios, priorizando ya a que los conciertos empiecen a las 22,15 (y ojo, siendo de tres bandas); puesto que aquí todavía no hay tradición (y dudo que la haya) a que el público acuda a conciertos de tarde-noche.
Habiendo ya una asistencia respetable, Caelus dieron por iniciado su concierto. Esta banda estrenaba a su nuevo guitarrista Pablo Romero, quien pese a los lógicos nervios de un primer directo (y encima en una sala como la Rock City que suena todo súper limpio) resolvió con nota su papel. Comenzó el derroche del que sería el grupo más trallero del cartel, con “Rust”, sin duda el tema más ideal para abrir un directo por su ritmo atresillado de inicio. Continuaron con “Into Despair”, en donde destacaron los grandes riffs y solos de Carlos Sinisterra. Sin duda una persona insustituible en la banda porque aparte de su elaborada tarea compositiva, su efectividad a la hora de puntear y el carisma de liderazgo; hay que añadir que también tiene un papel de segunda voz con un depuradísimo gutural.
Completaban la apertura del concierto con (bajo mi gusto) la mejor cover de la noche. Y es que cuando se hace una versión del “Carry On” de Angra, hay pocos temas que puedan superarlo, al menos en complejidad técnica. Brillante ejecución por parte de los chicos de Caelus, aunque quedó levemente “seca” por la ausencia de teclados. No obstante aquí es donde Carlos se gana otra medalla al suplir con efectividad tanto algunas figuras de teclados como otras del bajo; debido a que Aristroces, bajista que actuó con ellos esa noche; había abandonado la banda pero cumplió con la cita. Además, tampoco es fácil sacar solos de Kiko Loureiro, por lo que una vez más hay que aplaudir la gran responsabilidad que en todo momento asume Carlos.
Después vino el turno de un tema nuevo, Blood Forest, que se definió como el más bestia de ellos y razón no les faltaba. Destacaban los bailes acompasados de toda la banda y un marcado headbanding de la cantante Dalma Neder en las partes instrumentales. La “frontwoman” de Caelus estuvo bien vocalmente, aportando su característico estilo lírico a la formación y sonido de la banda; pero como muchas personas decían, debe asumir más firmemente el papel de maestra de ceremonias; ya que todas las canciones y todos los sainetes entre tema y tema, eran asumidos por Carlos. Como curiosidad, decir que fue el único tema de la noche en donde ambas voces cantaron al mismo tiempo (de normal siempre lo hacían en estrofas diferentes).
Para ir con la parte final, la banda sorprendió con “In Waves” de Trivium, con una buena ejecución de la misma y en donde destacaban los coros melódicos de Carlos, cumpliendo otra faceta más. Sorprendió también ver a la banda terminar la canción haciendo un empalme con el final de la canción “Domination” de Pantera. A continuación llegó su aclamada cover de la cabecera de “Juego de Tronos”, que sin duda provocó los “oooh” del público, con Pablo acertando cada melodía de la misma. Y por último, vino “Rising Flames”, el tema más emblemático de la banda y con la melodía más pegadiza y lograda de estribillo bajo mi gusto. Tema en el que se reconoce (así como en todo el concierto) el gran trabajo que aporta el gran baterista Sergio Pinar, con una brillante ejecución de todos sus temas y una perfecta colocación de cada bombo y caja en cada una de sus canciones. En definitiva, una gran actuación de Caelus que sin duda les reafirma como una prometedora banda y lo que es más importante: con un estilo bastante personal y único.
Tras un breve descanso aparecían en escena Raven’s Gate, posiblemente la banda más esperada de la noche pues gran parte del público se sabía que era de su cosecha. Comenzaban fuerte y sin soltar el pie del acelerador, con “Las Breath Air Fortress”, y de este primer tema dejaban claro su vocación estilística; muy conciliadora con la banda finlandesa Sonata Arctica. La acogida del público fue fenomenal siguiendo los estribillos y conforme acabó en seguida hubo demanda de continuar la aventura. Destacaron los solos de teclado de Antonio Zanón, posiblemente en el tema donde más faena en este aspecto tenía. Continuaron con “Distance of Fire”, tema que también viene acompañando los primeros cortes de apertura de la banda en directo, llevado perfectamente en sus cambios de ritmo por Rodrigo Puché, baterista del grupo.
A continuación vino “The Princess of the Oil Ocean”, el tema más melódico y emotivo de la banda. Un medio tiempo que destaca por la melodía cantante del piano como motivo principal y su melancólica letra convirtiéndolo en una power ballad que nos indicaba el lugar más idóneo para poder escuchar con más claridad al bajista Aitor Francés, la última incorporación a la banda y que sin duda ha hecho suyo el puesto y el estilo para parecer que lleve con ellos desde el primer día. Después vino posiblemente el sorpresón de la noche, pues Ravens Gate se decidieron a hacer una versión de Amaranthe, el tema “Hungry”. No es fácil atreverse con un cover de posiblemente la banda que mejor sonido tenga actualmente en el panorama del metal, pero lo cierto es que lo resolvieron con buena nota. Además invitaron al escenario a Dalma (Caelus) y a Alejandro (Insurrection) para cubrir el amplio espectro vocal que requería el tema. Sin duda muy buena cover, acertada y que el público supo apreciar.
Después vino “Lionheart Doll”, otro tema emblemático de la banda. Aquí tenemos que hacer mención a la gran mejoría de Arturo Romero, vocalista y principal compositor de la banda; pues resuelve varias tesituras en sus canciones combinadas con una fenomenal puesta en escena en directo. No sólo por la vestimenta acompasada de todos los componentes si no por su propia personalidad en directo y de cómo puede llevar la actuación y mover a la gente por los cauces que él se proponga. Y en seguida, vino otro momento anecdótico, que es cuando los componentes del grupo utilizaron unas gafas con bordes rosas para la interpretación de otra cover de la noche, “Never gonna give you up” de Rick Astley. Sin duda un atrezzo gracioso y concordante con la época de dicho tema, y una canción que por supuesto, todos conocían.
Para el tramo final del concierto utilizaron el tema Comet 253, el más largo de la banda y en donde destaca la solvencia de Carlos Barrera, guitarrista del grupo. Resuelve siempre con un acierto espléndido todo su aporte, y eso que no es fácil ser sólo un guitarra en un grupo de metal. Para terminar del todo vino su single “3,2, 1… Awake”, que sin duda el público respaldó como de costumbre, acabando la actuación de nuevo utilizando el riff de Comet 253, con su motivo principal atresillado que sin duda proporcionaba un buen cierre al concierto. Gran actuación de los Cuervos que los sitúa como una de las bandas más llamativas de Valencia y con una gran marcha por delante.
Y poquito tiempo después, llegó el turno de los Tarraconenses Ankor. Sin duda una banda muy esperada o que al menos despertaba mucha curiosidad en los asistentes debido al elaborado atrezzo que portaban y a la trayectoria musical que estos chicos tienen. Tras sonar la intro el grupo entró con “Last song for Venus”, que hizo que enseguida el público respondiera y fuera captando la esencia de Ankor. Siguieron su inicio de concierto con la canción “Try to walk my shoes” para luego continuar con “Since you made us as one”, tema que destacaba por la aparición de interludios vocales del guitarrista David Romeu, quien parece ser que poco a poco ha ido convirtiendo esta faceta como un recurso habitual de la banda. Sin duda un acierto para incrementar esa variedad y aportar una cualidad que viene muy bien en la esencia musical que ha ido adoptando la banda sobretodo en los últimos tiempos.
Y eso fue lo que en principio más me llamó la atención: la evolución musical que ha ido teniendo el grupo, teniendo una carta de presentación actualmente muy en la onda del punk rock americano. Les atribuía un estilo más metalero, pero por lo visto la tendencia actual de la banda está más enfocada a un sonido y recursos compositivos americanos; eso sí con un gran nivel de feeling en sus temas y su esencia en sí. En este aspecto también hay que reseñar y aplaudir el gran abanico de gustos de los amantes del metal melódico, siempre abiertos a un gran grupo y variedad de estilos musicales en el panorama rock/metal, que hizo que tres bandas de estilos variados gustaran a todos los asistentes.
A continuación, y después de anunciar a los asistentes a que se arremolinaran en el centro (pues por lo visto el concierto iba a ser filmado en mayor o menor medida) vino “Pride”, canción de su disco “My Own Angel”, de aspecto algo más cañero, sobre todo por la inclusión de algunos armónicos y riffs en las guitarras de Romeu y Fito y el estribillo más pesado en un 3/4 generalizado en varias partes del tema. A destacar también otro factor que enriquece más todavía la versatilidad de la banda, se tratan de las voces raspadas que se turnan entre Fito y el bajista de la banda Julio López. El show continuó con otro tema original del mismo disco, en esta ocasión “Starting Over”, comenzando con una oscura melodía de guitarras acompañado de un doble bombo marcado del baterista Jordi Vidal en un inicio bastante veloz, y nuevamente siendo respaldado el tema por las voces raspadas de los coristas de Ankor.
Después vino “Moonlight”, tema baladístico que como suele ser habitual, dedicaron a un amigo que por desgracias de la vida, se tuvo que marchar antes de tiempo. Sin duda un buen homenaje que la banda supo transmitir al público para convertirlo en una emotiva canción. A continuación vino “The Dark Passenger”, tema con un inicio magistralmente ejecutado por el teclista Javier “Rubio”, con unos sonidos electrónicos muy apropiados para ello. Nuevamente destacaban las voces raspadas en combinación con las limpias. Continuaron con “When December Goes” y “Tenkuu no Budokai”, donde otra vez Romeu intercalaba partes de voz solista. Sin duda una labor importantísima de casi todos los componentes, en el caso de las cuerdas, pues todos ellos tienen la doble función de tocar, hacer de corista e incluso tener algún tramo en la que su voz es solista. Por no hablar de los exquisitos solos de guitarra que ambos guitarristas interpretan, y en el caso de Romeu más aún porque presenta varias canciones y toma el mando en mucho de los intermedios entre tema y tema; y eso que encima esta noche tuvo algunos problemas con el sonido o el circuito de su guitarra.
Siguieron con el primer cover de la noche, una versión de A7X, eligiendo el tema “Second Hearbeat”; que aunque no muchos la reconocieron lo cierto es que los versados en dicha banda sí que reaccionaron muy bien ante ella. Una preparación ideal a la que posiblemente sea la canción más conocida del grupo, “Completely Frozen”; y prueba de ello fue la reacción del público. Un gran tema en el cual la voz femenina no para de cantar desde su primera intervención hasta el solo de guitarra pero que hace cada melodía inolvidable.
Porque, obviando las comparaciones porque es algo ya tan aburrido y absurdo que no viene al caso (ni debería de venir), la nueva cantante de Ankor, Jessica; tiene una actitud y empaste con la banda de categoría. No sólo su timbre de voz encaja perfectamente con la sintonía del grupo si no que creo que enfatiza todavía más el objetivo de “americanización” de la banda. Sin duda un gran acierto su incorporación, pues literalmente la banda parece sacada de allí y cumple con el estilo con una fidelidad intachable. Además Jessie, como sucedió después con temas como “Remaining” cumple con algunos screams otras facetas vocales; acompañados de una buena puesta en escena y una perfecta afinación de todas sus líneas vocales. También me pareció ver algunas coletillas de final de frase muy a lo cantante de “The Cramberries”, que sin duda le daban originalidad.
La banda emprendió el final de su show con “At last Rest”, con cambio de paneles e introducida con una secuencia que también sonó durante todo el tema, muy característica circense, y cuyas armonías misteriosas predominaban en las estrofas. Después vino una versión que no muchos esperaban aunque la banda ya había dado pistas en sus lanzamientos, y se trató de “Chop Suey” de System of a Down. Esta versión sí que entró de pleno por el cariño que la escena metalera le tiene a esta extinta banda, y porque muchos del público (la mayoría jóvenes) no tuvieron la oportunidad de verlos y es una genial manera de disfrutar los temas. Interpretación magistral que preparaba un cierre fantástico.
Cerraron definitivamente el show con “Ill Fight For you” y “Winner Horse”, momento en el cual se disparó confeti y una persona salió con la máscara del caballo ganador a pasearse por el escenario, muy en consonancia con su videoclip.
En definitiva, un gran concierto de la banda, que demuestra que tiene un sitio irreemplazable en este país con el estilo en el que últimamente se ha ido ubicando, y que tiene madera para llegar a lo más alto en ello. Gran noche la que acababa y con muchas ganas de repetir cuando se pueda con un elenco de bandas lo más parecido posible!
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