Mötley Crue + Def Leppard - 24/06/23 - Auditorio Miguel Ríos (Rivas VaciaMadrid)
Cuando pienso en la palabra ‘crítico’, me viene la embrollada definición de la RAE, “perteneciente a la crítica”… Como siempre digo a mis alumnos, hay que mirar más abajo para acabar de desentrañar acepciones, a veces, escritas con poco criterio. Y, si así lo hacemos, observamos que unas líneas más allá tenemos que en ‘crítica’ aparece la palabra “juicio”, es decir, “la facultad por la que el ser humano puede distinguir lo que está bien de lo que está mal”. ¿Y a dónde voy, os estaréis preguntando? Pues a que, en este, nuestro país, el término ‘crítico’, se me antoja más como el acto de censurar y hacer notar los defectos de aquello que, por falta de juicio, no acabamos de entender, que a la de dar un juicio razonable de lo que tienes delante. Pero, vamos al lío, que lo que ocupa esta crónica es tratar del conciertazo que se pegaron el pasado 24 de junio MÖTLEY CRÜE y DEF LEPPARD.
BACK TO THE EIGHTIES
El auditorio Miguel Ríos de la localidad de Rivas fue el lugar escogido para tan esperado evento, y digo esperado, porque esta gira llevaba gestándose casi desde el 2020. No es casualidad que en 2019 surgiera en la plataforma Netflix The Dirt, el biopic de la banda californiana MÖTLEY CRÜE, cosa que catapultó a los angelinos de nuevo a la palestra y les dio alas para pensar en un nuevo regreso. Y así fue con la mastodóntica gira The Stadium Tour que los llevó, de nuevo, por los USA junto con DEF LEPPARD, POISON y JOAN JETT. ¿Habéis visto la peli? La verdad es que no es Ciudadano Kane, pero sí es una buena biografía de lo que fueron los Mötley: unos gamberros redomados, mujeriegos, adictos y borrachos. Y no creo que fuera nada de lo que las y los fans de los Crüe tuviéramos queja alguna. Pues este pasado día 24 pudimos ver un ápice de lo que fueron MÖTLEY CRÜE en los ochenta, y aunque menos adictos, están igual de gamberros y, como siempre, acompañados de bellísimas mujeres.
La fiesta comenzaba a eso de las 19:30h con LOS SEX, banda local, que fueron los encargados de abrir y comenzar a calentar el ambiente, en el plano musical, porque metereológicamente hablando estábamos caldeados de lo lindo, con un sol de justicia que nos apretaba y nos decía que en Rivas estábamos más cerca del infierno que de otra cosa. LOS SEX cumplieron con lo esperado, dar ambiente mientras el respetable iba entrando al auditorio, tomaba posiciones e intentaba sobrevivir al calor tomando alguna bebida fría. Fueron aplaudidos, coreados en alguno de sus temas gracias a la insistencia de su cantante, y, de seguro, puestos en la lista de bandas a conocer (para aquellos que no sabíamos de su existencia).
Aún de día, pasadas las 21:00h MÖTLEY CRÜE saltaban al escenario, desatando una tormenta en forma de Ruock En Ruoll y todo lo que ello comporta. De buenas a primeras, interpretaron Wild Side y Shout at the Devil, dando un mazazo encima de la mesa y diciéndonos a todos que aún queda fuckin’ Mötley Crüe para rato. La primera sensación que tuvimos es que estábamos frente a una banda con ganas, con hambre de escenario y que, aunque no al 100x100, se encuentra en mejor forma que en el tour americano. Por otro lado, John 5 da una nueva dimensión a la banda: hay movimiento en el lado derecho del escenario y se oye una guitarra precisa, que respeta nota por nota los riffs de Mick Mars, pero que los traslada a otra dimensión. Para mí, la gran sorpresa de la noche. Por otro lado, Vince Neil ha bajado de peso y parece que ha recuperado algo de esa voz chillona que poseía en su juventud. Sixx y Lee, como siempre, una base rítmica contundente, en forma de apisonadora, que, casi cuarenta años más tarde, sigue golpeando con la misma fuerza. Siendo sinceros, no son los Crüe de los ochenta o los noventa, pero se les parecen.
El set list fue un claro ‘grandes éxitos’ de la banda, pero es exactamente lo que íbamos a ver. Cayeron Too Fast for Love, Live Wire, Looks that Kills, Dr. Feelgood… y, como novedad, The Dirt con fragmentos de la película. Todo bien interpretado, acompañado de imágenes muy remember when de la banda, mostrándolos de jóvenes, en fotos, en fragmentos de videoclips pasados. Todo muy en la línea de lo que queríamos: un espectáculo nostálgico, que nos llevara de nuevo a esos amados años ochenta, cuando el Glam Rock pisoteaba las listas de éxitos y nos espejábamos en esa manera de entender el mundo. Sin duda, las más de 20.000 almas que fueron al Auditorio Miguel Ríos, querían un viaje en el tiempo, un volver atrás donde las palabras Sex, Drugs and Rock and Roll tenían, sin duda, un sentido. Y el concierto del pasado sábado, no se puede entender desde otro prisma. No intentemos juzgar desde la perspectiva actual lo que vivimos, porque caeremos en descalificativos como “chabacanismo”, “sexismo” o “machirulismo”, que no se aplican para la cultura del Rock and Roll. ¿Y a qué viene esto? Pues a la candente polémica de las bailarinas y coristas que acompañaban a la banda, donde según algunos denigran a la figura de la mujer. O al momento en que Tommy Lee pidió ver ‘tetas’ y muchas de las feligresas que estaban por ahí, decidieron mostrarse sin tapujos. Pero vayamos por pasos y con pies de plomo.
Si habéis llegado hasta aquí, quiero pensar que sois fans de los angelinos, por tanto, entendéis de sobras cuál es el rol que se establece en el escenario y cuál es la imagen que venden a sus fans. Os voy a hacer una pregunta, pues. Si tener dos bailarinas en el escenario, bailando, luciéndose, seduciendo y cantando es ‘chabacano’, la mitad de los programas de la televisión de nuestro país son ‘chabacanos’, ¿no? La gran mayoría de los artistas de éxito, con coreografías medidas y bailarinas seductoras son ‘chabacanos’, ¿verdad? Y la performance de Lola Índigo, entre otras muchas cantantes de reggeaton, tendría que tacharse como mínimo de hortera, ¿es así? ¡A ver! Que MÖTLEY CRÜE nunca les ha gustado a los criticuchos de nuestro país es verdad, pero que a estas alturas queramos esgrimir argumentos progresistas para descalificarlos está un poco trasnochado. Del mismo modo, el sábado en Murcia Rocío Saiz fue detenida por la policía, por mostrar sus ‘tetas’ al respetable en un concierto.
No sé si estos críticos también dirán que fue un acto ‘chabacano’ o enaltecerán la liberación de la mujer y el free the nipple. Lo que sí que sé es que la crítica musical de este país tiene que estar hecha por gente que entienda los movimientos, las bandas que va a ver y sea objetiva para con ella y para con el público lector. En fin. Volvamos a lo que nos interesa, que esto es una ‘crítica’ musical.
Desde mi punto de vista, fuckin’ Mötley Crüe estuvieron notables, nos dieron lo que habíamos venido a buscar, Glam Rock, divertimento y nostalgia de un tiempo pasado que, sin duda, fue mejor. Tras la más de hora y media de concierto, donde hubo exitazos, como ya hemos dicho, novedades y versiones (Hey ho! Let’s Go!), tocaba despedirse, cerrar el chiringuito y dejar la puerta abierta a un nuevo disco y una nueva posible gira. ¡Chicos! Os estaremos esperando con los brazos abiertos.
Rozando las 23:00h y con un cronómetro que nos marcaba la cuenta atrás, despegaban los DEF LEPPARD, quienes presentaban nuevo disco, Diamond Star Halos. El contraste fue brutal, macarrismo frente a elegancia, potencia frente a sutileza, garra contra saber estar. Con los británicos tuvimos, nuevamente, un memorial de tiempos pasados, fotografías e imágenes poblaban las pantallas continuamente recordándonos la trayectoria de los de Sheffield. Además de un grandes éxitos, aderezado por unos pocos temas del nuevo disco. La verdad sea dicha: todas las veces que he visto a DEF LEPPARD han sonado increíble y en Rivas, no fue una excepción. Acordes suaves, ritmos melódicos y luces que crearon una atmósfera azucarada y melosa.
Comenzaba el concierto con Take what you want, seguido de un explosivo Let’s Get Rocked que, a mí personalmente, me trasladó a mediados de los noventa, a los 40 principales de Canal + y al videoclip que machacaron hasta la saciedad. Ya estábamos ahí ahí para comenzar a disfrutarlo con creces. Cayeron canciones de la primera época como Foolin’, además de Armageddon it o Loves Bites y nos obsequiaron con un tramo semi acústico donde, aunque bajaron la intensidad del concierto, nos hicieron comprobar que son una bandaza en todos los registros. La noche continuó y todos, absolutamente todos, tuvieron su momento de gloria, haciendo las delicias de los que ahí nos congregábamos. Photograph les sirvió, cómo no, para despedirse de nosotros, hasta la próxima que, esperemos, sea pronto.
No voy a entrar en comparaciones. Quién de los dos fue mejor, si MÖTLEY CRÜE O DEF LEPPARD. Son, simplemente, bandas diferentes, con shows diferentes.
Pienso que todos y cada uno de nosotros, disfrutamos de lo lindo, algunos más con los primeros, otros más con los segundos. Pero, en definitiva, lo pasamos en grande y nos transportamos a una época en la que los rockeros dominaban el mundo, o al menos el nuestro, y en donde lo que realmente importaba era la música, su magia, su carisma y lo que la envolvía.
Long live to Ruock en Ruoll!!!!
Las más leídas:
Suscríbete aquí!