Eclipse + Angelus Apatrida + Saxon + Scorpions - 8/7/23 - Sant Jordi Club (Bcn)
Después de dos años sin ROCK FEST por culpa de la pandemia y un festival ‘con menos prestaciones’ en 2022, Barcelona se merecía un FESTIVAL en letras mayúsculas. La verdad es que no pudo ser, pero, sin embargo, el BARCELONA ROCKS, que ha estado sumido en la polémica desde, prácticamente, el principio, al final, no ha estado tan mal. Calma el gusanillo, pero nos deja con ganas de más. Esperemos que en 2024 podamos tener un ROCK FEST como Dios manda.
Centrándonos ya en el evento, ECLIPSE apareció en un Sant Jordi Club que aún no estaba ni lleno, ni caliente. La gente tenía ganas de fiesta, pero andaba aún un poco fría. Además, al principio, el sonido no acababa de acompañar, no se oía limpio y parecía como que el propio sonido se entremezclaba, haciendo algo de bola. Por suerte, poco a poco se fue solucionando. Los suecos estuvieron bastante bien, tocaron nueve temas, unos 45 minutos más o menos, terminando con su temazo “Viva la Victoria” que fue coreado a lo grande. El miembro más destacable de la banda, fue el batería, quien disfrutó del concierto y nos lo hizo disfrutar a todos los que allí nos congregábamos, moviendo las baquetas entre golpe y golpe, tirándolas al aire, recogiéndolas para golpear, pegándole a los platos del derecho y del revés. ¡Un espectáculo de batería!
A continuación, ANGELUS APATRIDA pusieron el toque demoníaco y de buen trash, con un repertorio amplio y empalmando un tema tras otro, casi sin descanso. Descargando un arsenal de buena música. Casi una hora de buen metal, demostrando que desde nuestro país también se puede hacer buena música y en inglés. El ambiente comenzaba a estar ya un poco más caldeado.
El turno de SAXON llegó de la mano de 20 altavoces ‘Marshall’ más en el escenario. Un escenario que ya sonaba bastante bien, después de los primeros inconvenientes técnicos, y que ahora iba a ser más estruenduoso, si cabe. SAXON estuvieron correctos, descargaron sus grandes éxitos, tampoco sin demasiados aspavientos, pero interactuando, eso sí, a tope con el público. Un detalle el hecho de vestir durante algunos temas con los chalecos que el público lanzaba, para devolvérselos más tarde. La cosa ya estaba a puntito de ebullición para los cabeza de cartel y SAXON tiró de tablas, metiéndose al público en el bolsillo.
Por último, llegaron SCORPIONS a quienes gran parte de los que allí estábamos habíamos ido a ver. Los alemanes contaron con un sonido de lujo y espectáculo visual y de luces que deleitó al respetable. Los músicos estuvieron muy activos, durante todo el concierto, dándolo todo con un repertorio que, como ya era de esperar, constaba de los grandes éxitos de la banda. Remataron la faena con dos bises, entre los que se encontraba “Still Loving You”. El solo de bajo, que deriva en un solo de batería, brutal, con mogollón de imágenes que deleitaron a todos los asistentes. Para mí, fueron de menos a más de una forma arrolladora. Como nota discordante, Klaus Meine, a quien ya se le notan los años, pero quien supo ganarse al público de todas todas cuando se notaba que no podía moverse como antaño y ondeando y envolviéndose en una ‘senyera’ catalana (supongo que para enmendar el follón que hubo con las banderas españolas allá por el 2015.
Al final del concierto, la gente salió satisfecha de lo vivido, olvidando un poco la falta de las dos bandas que no vinieron (ROSS THE BOSS y H.E.A.T.). La parte positiva fue que el aire acondicionado ayudó muchísimo a estar a gusto, la negativa los precios abusivos y la picaresca en las vueltas del cambio.
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