Sovengar + Ekyrian + Ravenhell- 27/01/24 - Revi Live (Madrid)
Otro fin de semana más, la capital se llenó de música en directo. El pasado sábado 27 de enero, la sala Revi Live de Madrid fue la encargada de acoger una tríada curiosa: Sovengar, Ekyrian y Ravenhell. Una ocasión ideal para unir a heavys, piratas y vikingos en una misma noche.
La sala contribuyó a hacer que el show estuviese a la altura. Cabe destacar que la Revi es hoy en día uno de los espacios más potentes para celebrar conciertos en Madrid. Acústica impecable, buenas luces y aforo más que suficiente.
El pistoletazo de salida lo dieron los madrileños Ravenhell. Con Ángel Sánchez a la voz, Kristian e Ismael Gutiérrez a las guitarras, Lolo al bajo y Edu a la batería, la banda vino a hacer sonar algunos temas de su EP ‘Maldita’.
Con un puro sonido heavy metal de la vieja escuela, y una gran voz que recordó en algunos tintes a la de Leo Jiménez, el quinteto deleitó a los asistentes con temas como “El árbol del ahorcado”, “Condenado a la extinción”, “Mi nombre” o “Maldita”, homónima a su lanzamiento.
Entre el público, se pudo ver una gran variedad de perfiles, desde adultos hasta más jóvenes, e incluso niños. El punto en común, el interés por el heavy metal que se observaba en sus atuendos, muy propios de los años 80.
Más pronto que tarde, el concierto de Ravenhell llegó a su fin. Se hizo algo corto, pero como dicen: lo bueno, si breve, dos veces bueno. Un comienzo muy cañero, y una entrada genial para lo que quedaba de noche.
A continuación, los piratas de Ekyrian tomaron el mando. Una voz en off que narró un cuaderno de bitácora hizo sentir al público como si estuviera en una aventura por los mares.
Sin más dilación, todos los miembros de la banda pisaron fuerte las tablas: Jorge Martín a la voz, Roberto Pérez “Robsthor” al bajo, Aitor Balda a la flauta y whistles, Fran Viñuela e Ibai Ruiz a las guitarras, Jorge Rodríguez a la batería, Miguel Morón al teclado y Nuria del Amo al violín.
Esta vez se echó de menos a Clara Palomares (gaita, whistles, zanfona), ya que aquel día tuvo otro compromiso con Celtibeerian, banda de la que también forma parte.
Con su nuevo disco, ‘Cuentos junto a la hoguera’ bajo el brazo, la banda arrancó con “Ekyrian”, tema homónimo de la banda, ideal para poner la sala a punto. Fue la segunda vez que los seguidores madrileños pudieron ver a los piratas en el escenario de la Revi. La primera tuvo lugar hace más de dos años, aún en plena pandemia.
Fueron varios temas de su último lanzamiento los que se pudieron escuchar aquella noche: “La balada de Wilfred el Enano”, “El Alquimista” y “Kaguya” fueron los siguientes cortes del setlist. Todos ellos interpretados con gran maestría, y desparpajo, como si llevaran toda la vida tocándolos. ¡Así da gusto!
La tripulación también quiso echar la vista atrás hacia su ‘Memorias del bosque’ con “Angua”, en la que Robsthor, ni corto ni perezoso, se bajó del escenario y tocó el tema desde el público. Un público que, por cierto, se mostró muy entregado con la banda y la alegría que desprendieron.
Una versión que Ekyrian acostumbran a introducir en su repertorio en directo es la icónica “Colores en el viento”, de la banda sonora de Pocahontas. Esta vez no podía ser menos, y fue una delicia volver a escucharla, tan bien llevada a su terreno.
El tema “El templo del mar” contó con dos colaboraciones especiales: Asier Balda a la guitarra y Elena Alonso (Lethargus) al teclado. Ambos supieron empastar muy bien con la banda y supieron dar la talla, además de pasárselo en grande.
A continuación, Jorge invitó a los allí presentes a ir de odisea con “Ítaca”. “¡Para odisea, cambiar los cables!”, bromeó Robsthor. El momento romántico llegó con “Volverte a soñar”, para después recuperar el rollo cañero con “El capitán del agua triste” y épico con “El Rey Blanco”. Tanto voz como instrumentos estuvieron impecables durante todo el concierto.
Aunque el concierto ya había llegado a su fin, Ekyrian aún tenían algún que otro as bajo la manga. De modo que echaron el cierre con “Más allá de la tempestad” y la ya clásica “La llegada de Krampus”. La banda de piratas siempre sabe hacer que el público lo pase en grande.
Aún quedaba noche por delante, y fue cuando Sovengar se hicieron con el control. La banda de vikingos llevaba ya unos cuántos años de silencio. Sin embargo, el año pasado anunciaron su gran regreso por todo lo alto, con su nuevo disco ‘Drinks And Dragons’.
Con Wulf a la voz, Eiggnar al bajo, Ivar y Björn a las guitarras y Jötum a la batería, Sovengar pisaron bien fuerte el escenario madrileño. Seguramente cualquier persona piense que un concierto de una banda de temática vikinga tenga cierta seriedad. Pues, todo lo contrario.
Al comienzo, el repertorio sí tuvo un corte más épico y solemne, con desgarradores temas como “Warlords Of Metal” o “Concede Me The Force Of A God”. Y es que el sonido potente, junto con la rasgada voz de Wulf, todo ello unido a sus atuendos vikingos, hicieron parecer que la sala era el mismísimo Valhalla.
Otro de los temas más nuevos que se pudo escuchar fue “Return to Battle”, con la que quedó claro su regreso a la batalla (los escenarios) y continuaron con su corte más épico.
Sin embargo, a partir de “Drink Of Victory” se hizo mucho más evidente el cachondeo. Nada malo en ello, por supuesto, le dio a la velada una chispa muy necesaria. El vocalista se bajó del escenario y se cantó todo el tema subido a la barra, para sorpresa de los allí presentes.
El show no terminó ahí, sino que la juerga continuó con la divertida “Fuck You Dragon”. “A todos los grupos les gusta hablar de dragones, pero en realidad son lo peor”, sentenció Wulf. El tema contó con la puesta en escena de un tipo vestido de dragón gigante, mientras el público gritaba “Fuck You Dragon” y le sacaba el dedo corazón al pobrecillo. “Le gusta que le manden a la mierda”, aseguró el cantante.
En todo momento, no faltaron bromas del tipo “tengo un inglés de AliExpress” o “hemos dejado el Drakkar aparcado en Callao”. Digno de presenciar.
Tras ello, y por si fuera poco, Wulf sacó sus gafas de pasta para presentar “Drakkar Ship”. Nada menos que su particular versión de la popular “Barbie Girl”. Sin duda, un momento inolvidable escuchar a los vikingos versionar a Aqua.
Para terminar, sacaron a la palestra su ya consabida “Brutal Battle”, aunque “en murciano con acento inglés”. “Bruchal Bachel” fue el resultado. Aquí contaron con “el unicornio José Luis”, que echó una mano con el keytar del vocalista.
Con esto terminó un concierto que tuvo tres ingredientes principales: buena música, mucho humor y un público entregadísimo.
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