Masters of Insanity Fest - Reaktion + Estertor + Violblast - 27/01/24 - Sala Upload (Bcn)
El pasado sábado 27 de enero los thrashers de Barcelona se reunieron para sacudir la cabeza de arriba a abajo en la primera edición del Masters of Insanity Fest, celebrada en la alternativa y polifacética sala Upload.
Tuvimos triple concierto del panorama thrash catalán donde participaron Estertor (Barcelona), los cinéfilos del terror influenciados por el black metal, los fulgurantes Violblast (Figueres), caracterizados por una mezcla evolutiva con géneros extremos y gradaciones más oscuras, y Reaktion (Barcelona), con una escena thrash/punk al borde de la vorágine. En definitiva, un festival lleno de notas demoledoras en el que solo las pausas entre banda y banda daban un respiro a los exhaustos espectadores.
Esta promoción viene de la mano de la Associació Cultural Metalcova, los cuales han percibido, por un lado, una amplia oferta de bandas thrashers en la ciudad, que oscilan desde la clásica old school hasta mezclas más progresivas con black/death y, por otro lado, la demanda de un público enérgico y sediento por los tempos rápidos, los riffs agresivos y las letras punzantes propias del metal extremo. Pues bien, dejadnos deciros, ¡qué lejos estaban de equivocarse!
Las puertas abrieron tarde y ESTERTOR tuvo que empezar con quince minutos de retraso. La sala acogía a 200 personas y se respiraba expectación en el ambiente. Del silencio, una voz teatral y profunda se alzó para invitarnos al primer tema: Nocturnal Strigoi. Edu, nuestro Guardián de la Cripta, nos introducía a cada canción, creando un ambiente de ultratumba. Ya desde el inicio todos advertimos que Estertor no se trataba de un thrash clásico, sino de un thrash negro con reminiscencias del black. Le siguieron más canciones de su álbum Tales from the Ancient Grave (2021) con sus inconfundibles notas oscuras, que dieron un brutal inicio de festival. Assimilating Flesh, con unos riffs sostenidos en su instrumentalización que se alejan del thrash duro, The Torch That Corrupted The Earth, en la cual vimos una total sincronización entre Dani, Sergi y Des moviéndose al unísono mientras manejaban las cuerdas a toda velocidad y, sobre todo, la inquietante y melancólica Repugnant Face of Death.
A continuación, el vocalista nos anunció el poder de la reanimación. Se trata ni más ni menos que de Re-Animator, donde vimos a un Des totalmente apoderado por la música, ofreciéndonos una energía brutal. Le sigue Worship the Black Goat que nos brindó uno de sus clásicos rituales con un cráneo de carnero, que Edu levantó a modo de ofrenda, haciendo tributo ni más ni menos que a Bathory y al imperecedero Quorthon.
Nos embarcamos en la recta final con la cover de Dawn of Eternity (Massacre Cover), Abbyswalker y Keeper of Hell, destacando en esta última las voces desgarradas y las estremecedoras notas del bajo. No en vano el bajista forma parte de Ered, una banda de black con larga trayectoria en España. Justo cuando parecía que se había acabado todo, que ya nos habíamos quedado sin más imágenes demoníacas y cinéfilas, la banda volvió y nos deleitó con la pegadiza Blood for Sheetar, la cual fue recibida con una convulsa marea de movimiento por parte de un público frenético. Finalmente, y como modo de despedida, dieron las gracias a Metalcova por la oportunidad, la organización y la iniciativa del festival.
VIOLBLAST (Figueres) no se quedó atrás. Con un thrash, en sus inicios de la old school, en la actualidad con sonidos nuevos en evolución, hizo que la sala reverberara, dando un directo espectacular. Empezaron abruptamente con Paths of Aggression, tema de su primer álbum Conflict (2016), sin necesitar presentación alguna. El público respondió de forma entusiasta, acudiendo sin demora de nuevo a la sala al oír sus notas agresivas a las que era imposible no escuchar sin hacer headbanging.
La abrasiva voz de Andrés Pérez despertó el fervor de todos, y con Trivialization of Murder, después de las aclamaciones, ya empezaron los mosh pits por doquier, que acompañarían a la banda durante toda su actuación.
La puesta en escena no estuvo exenta de efectos de humo y decorados militares, que junto con notas corrosivas y la explosiva adrenalina por parte de los miembros dieron una etérea sensación de desenfreno. Wielders of Fear mostró la perfecta sincronía de la banda figuerense, que hicieron un virulento headbanging coordinado que infundió al público las mismas ganas de moverse.
El nuevo guitarrista rítmico de la banda, Chris Pérez, ofreció una positiva incorporación, así como el trallero percusionista Pol Esteban, que mantuvo una impasibilidad técnica en el manojo de las baquetas. Los dos guitarristas iban alternando su preeminencia en el escenario, ofreciendo solos memorables, y Sebas mostró su sólida posición como veterano de la banda. No solo las notas vocales de Andrés fueron dignas de atención, sino que su dominio del bajo hizo retumbar la sala con sus graves furibundos y distorsionados. Los temas de Lazarus Abandoned y Miserere, de su último álbum, exhibieron su progresión como artistas, con un tinte más oscurecido y extremo, aunque fue con su primogénita Journey to Nowhere donde todos los presentes alzaron sus manos cornudas en señal de homenaje.
Finalmente, terminaron con su tema más célebre, Conflict, con el que el público enloquecido pudo entregar sus últimas energías. Sin embargo, un bis sería lo que despediría su aniquiladora puesta en escena, con un cover de Slayer, Disciple, regalando un momento final al clamoroso público, y dejando entrever la clásica influencia en su trayectoria. Desde su primer EP “Permanent Hate” (2014) ya llevan una década incendiando los escenarios, y está previsto que su próximo material salga a mediados de 2024, así que lo esperaremos con ganas.
Durante la pausa algunos se marcharon, pero los que nos quedamos sabemos que mereció la pena. No nos sorprende que fueran Semi Ganadores del WACKENSPAIN, y no en vano se llaman REAKTION: es imposible restar impasible a su música. Una entrada agresiva y directa, ni un “buenas noches, Barcelona”. En un pestañeo el público ya hacía headbanging con su tema Overreaktion.
La fogosa voz de Iván Lara se elevó mientras se movía incansable por el escenario, donde pudimos verlo tanto llevando hasta el éxtasis al micrófono como pretendiendo que su ombligo se sabía las lyrics. En pocas palabras, un vendaval lleno de fuerza que contrarrestaba con su llamativa camiseta de Barbie. Cabe decir que los demás miembros tampoco dudaron en incendiar la sala con unos riffs veloces y una batería demoledora.
Continuaron con canciones de su álbum To Expect Nothing (2021): Xavi destrozando su batería cual poseído en The Immortal Unreason, Álvaro y Gufy descargando toda su ira en H.K.K. (Human Kind Kills) y un despiadado Edgar apoderándose del bajo en Breathing Silence. Los mosh pits y los headbangings eran constantes (y necesarios) debido a la arrolladora actuación de la banda, la cual ofreció dos regalos a la audiencia.
Con tres álbumes a sus espaldas, ya han anunciado que el cuarto viene de camino para este 2024, y nos presentaron dos canciones de su nuevo material, por un lado, The Confession of Magnicide, que ya empezó con un wall of dead y, por otro lado, The Party of the Dead, cuyas primeras notas desembocaron en un fuerte mosh pit.
El magnífico solo de Álvaro con un Iván convulsionando a sus pies, entre Before Your Eyes y Obsessions, fue la salaz guinda de una performance delirante al más puro estilo punk. Aunque el frontman más salado de la ciudad condal urgiera “irse a su puta casa”, nos deleitó con un cover de Metallica, Whiplash, que fue entonado por un público eufórico. La recta final la reservaron para temas de sus otros dos discos Learning to Die (2019) y Blackmailed Existence (2016), destacando la desquiciante Paraphilia con un Iván ya sin camiseta y lanzándose al público en un stage diving hasta que finalmente los asistentes invadieron el escenario y acompañaron al quinteto en todo ese desenfreno. Para el final dejaron el tema Blitzkrieg Bop, una personal y pegadiza versión de la canción de los Ramones.
La puesta en escena de Reaktion, totalmente disruptiva, se ganó el corazón de todos los metalheads. Los circle pits entre los miembros de la banda en pleno directo, los saltos de Iván al público, o los solos de Gufy entre la audiencia, ofrecieron un concierto difícil de olvidar. Y es que, si ellos se lo pasan bien, el público no puede sino sentir el mismo fervor.
Agradecimientos a la Asociación Metalcova por las facilidades ofrecidas y por eventos y festivales de esta índole.
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