Savaged + Exessus + Damaged - 16/02/2024 - Sala Bóveda (Bcn)
Nos reunimos el viernes 16 en la imperecedera Sala Bóveda, todavía recordada por los más veteranos como Mephisto, para dar rienda suelta a nuestras melenas con Savaged (Barcelona) y su recién primer álbum publicado el pasado 26 de enero, “Night Stealer” (2024), junto con el thrash alternativo de Exessus (Barcelona) y los jóvenes del speed metal del Baix Llobregat, Damaged.
La sala, colmada de público, estuvo cerca de llenar su aforo completo. Y es que, si algo reúne a los metalheads en la capital condal, es el buen metal clásico.
La noche se inició con DAMAGED, puro speed metal del Baix Llobregat, una banda novel que pese su corta trayectoria supo darlo todo en el escenario de la Sala Bóveda. Los guturales del joven Ethan Doomslayer sorprendieron a todo el público, sediento de notas graves y ritmos rápidos, algo que Damaged ofreció sin reparos. Pese a algún problema técnico inicial con la ausencia de sonido en las guitarras, en la tercera canción, Third Assault, Pau Mallefikarivm ofreció un solo impecable con las cuerdas. La buena compenetración entre los miembros de la banda fue palmaria.
En su cuarto tema, Sharp, vimos unas raíces clásicas, con un público animado que alzó los puños al ritmo desenfrenado de la banda. Los dos guitarras iban alternando los solos en perfecto acoplamiento, así como las voces, formando los dos un dueto equilibrado de voces lapidarias. Si bien en la sala había veteranos, los llobregatenses tuvieron un público joven plenamente entregado que ya conocía los temas propios de la banda. En Condemned, pidieron a la multitud un mosh pit, y ante la contundencia del gutural, y las notas agresivas e implacables, el público respondió con virulencia, abriendo la veda de los primeros pogos de la noche.
Para finalizar, la primera actuación de la noche culminó con un logrado cover de Ace of Spades, que fue un perfecto bis, que dejó en colofón a la banda, y con buen sabor en los oídos de la audiencia. Pau saltó de la alta tarima del batería para proferir el último riff de la actuación, rodeada por un gentío eufórico que pedía sediento de más.
La banda, formada en 2021, ha compuesto varios temas que próximamente quieren incorporar en forma de EP o álbum. Por el momento seguiremos disfrutando de su música en directo durante los conciertos venideros.
EXESSUS fueron los más asendereados de la noche, con un recorrido que se remonta desde 2012, y nos deleitaron con canciones de su último trabajo “Asynapse” (2022) y del “Time in coma” (2017). Su thrash, menos clásico, más progresivo, nos dejaron con solos de guitarra espectaculares y la mezcla de una voz rasgada de Iván Exe a otra limpia, que creaba un contrapunto portentoso acompañado de los coros de la banda. Sin necesitar presentación, empezaron directos y brutales con Singular.
El crescendo de la furia en las cuerdas del bajo de Gerard junto con la guitarra de Ferran, se frenaba para dar paso a la elevación de pausas etéreas más ambientales en perfecta consonancia. En la batería Víctor García parecía moverse cómodo, una controlada cólera con las baquetas.
Sin embargo, fue con Bloodshed donde la energía del público reverberó en forma de cuernos al cielo y clamores de ovación, y en Inner Parasite desembocó el fervor en un mosh pit. Con el breakdown de Oblivion, el eufórico gentío se dio al headbanging, y con No king el doble bombo de Víctor y la perfecta sintonía de las cuerdas mantuvo la alta expectación.
Pese a sus ritmos más lentos y sus notas técnicas, la banda supo mantener con creces la atención de un público entregado. Quizás, como único apunte, cabría mencionar que las voces limpias resonaron con menos fuerza en la sala. En definitiva, Exessus, con un thrash novedoso con tintes de otros géneros, fue una nota fresca en el panorama local con un directo comedido.
Finalmente, llegó el plato fuerte de la noche, por el que el público había estado calentando con ganas.
SAVAGED, con su heavy metal de tintes ochenteras, es una banda formada en 2021 que, sin embargo, nos teletransportó en el tiempo con un sonido salido directamente del pasado.
Su puesta en escena nos dejó a todos con la carraspera de cantar al compás de su ritmo, con el brazo cansado de alzar las manos cornudas al techo y ganas de llevar medias melenas encrespadas.
La voz de Jamie Killhead se elevó varias octavas superando los decibelios esperados, con una afinación intachable digna de los más grandes del speed metal. Sorprendentemente, su voz en vivo tuvo la misma contundencia que si hubiera sido proferida en el mismo estudio, añadiendo además la desenvoltura propia del que ha nacido para los focos.
El concierto atestó la Bóveda de fanáticos y sedientos por el metal más clásico, con una actuación abrasiva que no dejó a nadie indiferente.
Cuando aparecieron sobre el escenario, el público hacía rato que los estaba aguardando, expectante. En el momento que las primeras notas de I Will Fight se elevaron por la sala, la extasiada acogida los envolvió con ardor casi reverente, dando un invicto preámbulo a su noche.
La ejecución de Money Sucks fue arrolladora; con su Stealing the Night la coordinación a cuatro y seis cuerdas de la banda fue intachable, en gala de lo que es hacer un buen vivo, y Cristian Blade nos hizo una demostración de cómo se aporrea formidablemente una batería con leggings de polipiel.
El perfilado cover de Big City Nights (Scorpions) supo endulzar a la audiencia, y con el regalo de I Wanna be Somebody de W.A.S.P., todas las voces de la sala se unieron a la de Jamie para entonar a grito limpio este clásico inmarcesible. La velada se cerró con Running for your Love (tonight), dejando el vacío propio de quien lo ha entregado todo en un concierto memorable.
No faltaron momentos emotivos, cuando el frontman de la banda agradeció al público su apoyo y arrojó a la audiencia un vinilo de “Night Stealer”, que fue acogido anímicamente por el gentío.
En pocas palabras, Savaged ha aparecido para quedarse, y no solo para defender el legado de los más grandes del speed metal internacional, sino también para perpetuar con vigor el panorama nacional. La presentación debut de su nuevo álbum fue un éxito rotundo difícil de superar, ampliamente arropado por la audiencia barcelonesa.
Ahora solo les queda seguir llenando salas al ritmo de su speed metal.
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