Tantrica + Caelus + Traxilium - 24/01/2015 Paberse Matao (Valencia)
Interesante noche la que se nos avecinaba en Valencia el pasado día 23, con tres bandas hermanadas de las tres ciudades provinciales de la Comunidad Valenciana (Castellón, Valencia y Alicante).
Esto nos demuestra que, pese a la deprimente representación política (y como consecuencia, económica) de nuestra comunidad, hay motivos por los que ésta sigue mereciendo la pena. Hubo un factor que quizás determinara la asistencia de personal al concierto, y fue el hecho de que coincidiera con la presentación de disco de Angelus Apatrida en la misma ciudad. Pese a que los estilos no eran los más parejos, es posible que esta coincidencia limitara un poco la masa de visitantes, que aún con esas, se consiguió una buena asistencia.
Comenzaban los castellonenses Tantrica, que nos visitaban apenas tres meses después de su última descarga junto a Sylvania. Se nota que varios de los asistentes ya habían simpatizado con la banda desde entonces, pues reconocían a los integrantes y demostraban estar familiarizados con su estilo. Abrieron con “Uncertain Fate” y “Time for the revolution”, este último uno de los temas más cañeros de la banda y sin duda uno de los mejores para abrir los directos. Gustó especialmente su estribillo, muy en la onda del “Vain Glory Opera” de Edguy, con el que la gente empastó a la primera.
Continuaron con “Forgotten World” y con “Eternal Heaven”, esta última una canción creo que todavía sin salir a la luz, pero que desde luego tiene muy buena pinta y una gran sección musical con un buen número de intercambios de solos de guitarra. Una de las cosas que más me llaman la atención de esta banda, es que recurren en numerosas ocasiones a los punteos de guitarra doblados por terceras. Un recurso que armónicamente siempre es un acierto y que toda banda de metal debería de utilizar siempre en su instrumentación, pues es un “marca de la casa” del gremio. En este caso, los guitarristas Javi y María demostraban una perfecta comunión acompasada en su interpretación, siendo María más recurrente en la función rítmica y Javi encargándose de la mayor parte de solos y melodías; en donde una vez más hacía alarde de su gran habilidad a las seis cuerdas.
Vinieron después “I feel your blood” y “Distant Earth”, la primera empezando con una entrada progresiva que marcaba una elaborada introducción, con el baterista Jose marcando perfectamente los tiempos. No hay que olvidar la gran labor y responsabilidad de su tarea, pues al tratarse de una banda que dispara los synthes con secuencias hace que ésta deba ceñirse a la máxima perfección temporal. En este tema además contaba con un intermedio más tranquilo en donde también se podía escuchar mejor el respaldo del bajista Pablo, que además mostraba una buena puesta en escena.
Finalizaron con su tema estrella, el que parece ser cierra sus conciertos como cierra también su primer EP “Ancient New World”: “False Messiah”. Lo dejo para el final porque merece una mención especial la labor de su cantante Eloy, pues no sólo vocalmente garantiza una limpieza y afinación muy depurada; si no que su labor como frontman es cuanto menos única, inigualable y productiva como ella sola. En mi vida he visto a un cantante escenificar cada uno de los solos o cada una de las notas que sus músicos efectúan, sabiendo orientar el protagonismo que ellos merecen en esos momentos, y además realizando una labor interpretativa muy completa. Literalmente, es como si fuera un actor, y lo mejor de todo es que se muestra tal cual es y de ahí la calidad de sus actuaciones y el sentimiento adquirido.
Finalizaba pues, la actuación de Tantrica, con el público coreando los estribillos de su última canción, en parte debido a que es un tema que cuenta con un feeling tan grande que enseguida todo el mundo lo capta. Un buen show de los castellonenses que nos dejan con una gran expectativa para su próximo trabajo, que no queda lejos.
Pasado un rato se subían al escenario los alicantinos Traxilium. Una joven banda liderada por un viejo conocido de la escena metalera de la Comunitat: el cantante David Simarro, quien parece haber comenzado con su proyecto definitivo, y desde luego resultados está dando. La banda abrió con “La Nueva Era”, curiosamente un tema que todavía no tienen grabado, pero que sin duda será uno de los más queridos. El público se iba acercando de nuevo al escenario tras el descanso, y fue el turno de “En mi tormento”, tema que destaca por su puente central tranquilo, con guitarras arpegiadas y en donde se pudo dar cuenta de los buenos cambios de tempo que efectuaba el batería José Linares. Después de esta buena apertura de show, vino “La Herida”, en donde pudimos apreciar de mejor manera la labor del bajista Ramón Valero. En mi opinión, el componente instrumentista con más técnica en su banda, que además merece un reconocimiento especial por el hecho de que evada en la línea de lo posible los acompañamientos a base tónicas y se encargue incluso de emular algunas figuras de guitarra.
La banda prosiguió con “Muerte y Gloria”, que me extraña que no sea la canción con la que cierren los directos, pues de sobra es la más pegadiza de todas. Tanto que incluso mucha gente del público cantaba su potente estribillo al son de “pon tu mano en esta tierra”, y eso que la mayoría era la primera vez que los veía y escuchaba. Esto nos demuestra que ante todo en la música, lo importante es acertar con las melodías y su feeling, cosa que esta joven banda parece ser que tiene bien interiorizado. Continuaron con “Tu recuerdo”, dedicada a un compañero de la banda que desgraciadamente; ya no estaba entre ellos. Sin duda la canción más emotiva de su set list, no sólo por la temática ya descrita si no por la musicalidad que le caracteriza. Luego vino en mi opinión otra de sus mejores canciones, “Pide Perdón”. Destaca de esta banda alicantina su aire a Tierra Santa, tanto por algunas temáticas como por su musicalidad, y eso es algo que me alegra; saber que hay bandas que continúan en la brecha con estilos tan queridos por los metaleros más acérrimos.
A continuación vino “Otra Realidad”, el tema que cierra su primer EP, y “El Infierno ante mí”, tema homónimo del mismo. Este último, el más cañero y que posiblemente más recordara a Iron Maiden, por su intro de melodías de guitarra tan en su onda. Sin duda las armonías y el intercambio de solos de los guitarristas Álvaro Rico y Jesús García (este último recurriendo al wah-wah en numerosas ocasiones, lo cual le da mucha personalidad a la banda), refuerzan esta teoría. Destaca también la interpretación de David, que resolvía con brillantez la combinación de tonos altos y partes raspadas en la canción, demostrando su polivalencia vocal. La banda finalmente cerraba el show con “Nuestro interior”, otro tema que tampoco podemos escuchar por el momento pero que no hace más que ponernos los dientes largos.
Muy buena la descarga de los alicantinos Traxillium, que sin duda se han hecho con unos cuantos seguidores en Valencia y que tienen muchas cosas que ofrecernos, de modo que esperaremos con ganas su próximo trabajo.
Pasado un breve tiempo de descanso en lo que las bandas cambiaban su backline, procedían a subirse al escenario los valencianos Caelus, locales y cabezas de cartel en esta ocasión. Nuevamente, como ya sucediera en su última actuación junto a Ravens Gate y Ankor, se convertían en la banda más cañera del cartel. Comenzaban su show con “Into Despair”, con el público ya en perfecta sintonía a medida que se oían los riffs, y suponiendo una entrada rompedora. Siguieron con una cover y una vez más, metieron el dedo en la yaga de los gustos de un servidor para tocar el “Carry On” de Angra, interpretado de manera magistral por los chicos de Caelus y aplicándole mucha originalidad al ver este tema cantado con voz femenina. Les sigo echando un poco de menos los teclados, pero nuevamente repito que tampoco les hacen falta pues saben cómo repartirse la partitura para que éstos pasen desapercibidos.
Después vino el turno de Blood Forest, un tema que todavía no podemos oír en ninguna parte salvo en sus directos, catalogado por la propia banda como el más trallero, y ante una presentación semejante; se deja poco lugar a la imaginación. El público se enmarañaba en “headbandings” para acompasar los poderosos riffs. Destaca el peso que cada vez va adquiriendo la voz gutural del guitarrista Carlos Sinisterrra, y el protagonismo (que a mi gusto siempre se le quedaría corto) que toma tanto instrumental como vocalmente. Y es que no siempre hay bandas en las que encontramos a un componente que sin ser puramente un cantante solista, adquiera el concepto de “insustituible”. Y eso que además, tuvo que lidiar con su amplificador, que se puso las botas de zumbidos a partir de la segunda mitad del concierto.
A continuación, la banda procedió con la segunda versión de la noche, en esta ocasión un buen tema de Trivium: “In Waves”, con una buena interpretación de la misma y en donde Carlos una vez más se apuntaba otro tanto haciendo coros melódicos. Destaca también la efectividad a los tambores del batería Sergio Pinar, que se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los referentes percusionistas del metal en la zona levantina. Y esto es algo que se gana por méritos propios y por actuaciones como ésta, en donde se puede apreciar la caña desorbitada que proporciona a una banda y la depurada técnica que tiene, sobretodo en tempo. No todo el mundo puede decir que es un referente en su instrumento y su estilo en su tierra, y en el caso de Sergio han sido los demás quienes se lo han adjudicado, y merecidamente. La noche se iba calentando y sonaron temas frescos y nuevos, demostrando que la banda promete y que su proyección va a estar cuanto menos, muy curiosa. Fue el turno de “Lacrimosa”, tema con reminiscencias de Mozart y la música clásica. Destacó de este concierto que se trataba del primero de Edgar Martínez, el último fichaje de la banda y esperemos que la solución definitiva a la vacante de bajista, que durante un tiempo había sido el talón de Aquiles de la banda. No es necesario decir ni extenderse en que Edgar encaja perfectamente con la sintonía de la misma y que pese a ser su segundo concierto con Caelus, forma ya un eje considerable en el engranaje rítimico de la banda.
Se acercaba el final y los valencianos parecían poner el broche con su tema estrella “Rising Flames”, y motivos para ello no les falta, pues su estribillo ya bien puede ser considerado como uno de los más coreables en la escena metalera valenciana. Se vio la solvencia vocal de la cantante Dalma, que todo hay que decirlo, ha mejorado en su dialéctica y feeling con el público, al menos comparando con su última descarga en Valencia. Asumió más de una presentación de las canciones y se le vio más dinamismo e interactuación con el respetable, compartiendo esta faceta con Carlos, y dando un equilibrio muy adecuado a la banda en esta competencia. Por no hablar de que vocalmente estuvo todo en su sitio y que al igual que Carlos, tiene gran culpa de la personalidad y el sonido de su banda. Después y curiosamente como cierre, llegó su aclamada cover de la cabecera de “Juego de Tronos”. ¡Cómo se nos podía haber olvidado! Acompañado de los “oooh” del público, este memorable motivo sonó con el guitarrista Pablo Romero a cargo de la melodía principal, y completando un show en el que demuestra que es la persona más indicada para ocupar el puesto de segundo guitarrista, por su solvencia a las (en este caso) siete cuerdas y por empastar perfectamente la sintonía con Carlos.
Acababa pues el show de los cabezas de cartel Caelus, y con él, la noche de metal en tres estilos parecidos pero diferentes al mismo tiempo. Gran noche la que nos ofrecieron los tres representantes de las provincias valencianas, a los que nuevamente recibiremos con los brazos abiertos y muchas ganas en sus próximas descargas.
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