Sylvania + Opera Magna - 20/06/2015 Rock City (Valencia)
Carretera y manta. Así empezó el concierto de Sylvania y Opera Magna. Rumbo al sur por la autovía del Mediterraneo para llegar a la Rock City a repetir el evento del que tanto disfruté en el 2011.
Con el tiempo justito aparecimos en la Rock City a la hora de abrir puertas para poder masticar un bocadillo de lomo con queso y coger fuerzas para lo que se nos avecinaba!
Abrió la noche Sylvania, que nos presentaba una renovada formación, en la que a mis ojos y oídos debutaban los samplers, la batería de Sergio con sus guturales y la voz de Alfonso.
Después de sonar la introducción de su debut del 2011, arrancaron con "Sal de tu Prisión". Primera toma de contacto con el público del debutante que encajaba perfectamente en sus voces, el sonido anterior de la banda.
En primera fila, Ángel, anterior vocalista, Sofía, anterior teclista y Eric, anterior guitarra rítmica apoyando al grupo. Estas cosas la verdad es que emocionan y demuestran que la vida te lleva por diferentes caminos, pero no todas las rupturas tienen que ser morbosas ni escabrosas. Apoyar a lo que fue un proyecto común aun saliéndote de él, es admirable y así lo reconoció la banda, mencionando a todos, incluso el anterior batería que no pudo asistir al estar en el extranjero.
Rápida, veloz y con la gente cantando, siguió "La princesa prometida". La verdad es que la banda sonó bien, con una batería arrolladora a las manos y pies de Sergio, aunque no fueron todo lo deseadamente audibles sus coros y guturales. Por otra parte, las partes melódicas sonaron geniales, pero quizá en los solos, se echó de menos o bien la segunda guitarra o bien se hicieron patentes algunos problemas técnicos con el sonido del bajo, que en circusntancias normales debería coger el protagonismo rítmico. En un par de ocasiones, se tuvo que intervenir para solucionar estos problemas, que como siempre se dice: "Son cosas del directo" y suceden guste o no.
Avanzaron con los clásicos de la banda como "Jugando a ser Diós" antes de regalarnos una versión que empieza a ser clásica en el metal: "Hijo de la Luna" de Mecano, con unos arreglos oscuros y un Alfonso desatado mostrando su cuernos al aire en cada agudo y no hay pocos!
"Buscando un Camino" mostró que el bajo de Álvaro que ya tenía protagonismo en las composiciones, pasa a ser pieza primordial ya no solo con los arreglos, sino como pieza rítmica básica. Encajando a la perfección con la potentísima batería de Sergio, la banda nos regaló una segunda versión incluida en su último EP: "Desátame 2.0" de Mónica Naranjo. Muy potente.
Llegamos al final y la banda tuvo que recortar alguna pieza del setlist, así que llegó el momento de los dos temas de sus último EP y que formarán parte de su nuevo larga duración. Primero "Finis Templarii", con la que tuvieron algún problemilla técnico con el sampler y finalmente el último gran hit de los valencianos: "Transylvania".
La verdad es que para mi sorpresa y aun a pesar de ser un tema reciente, el público que llevó en volandas a la banda, respondió a la perfección cantando como si fuera un clásico del grupo. Me gusta mucho ver cuando una banda genera un tema que conecta rápidamente con la gente y es el caso del que da nombre al último lanzamiento. Pegadizo a más no poder!
La verdad es que dado los muchos cambios que ha presentado el grupo y la gran reestructuración que han tenido que llevar a cabo, promete mucho esta formación a pesar de que aún le falta el rodaje que ya tenía encarado anteriormente. Conciertos, tablas, un nuevo disco y tendremos de nuevo a unos Sylvania a tope. Ganas no les faltan, ni a nosotros de poder verlo!
Después de un rápido cambio y con la sala ya a reventar del todo, acalorada a mil grados que la había dejado Sylvania, tras la introducción instrumental arrancaron los magnos con "El Último Caballero".
Empezaron con el público a tope desde el primer momento. Vica, a mi lado y yo no pudimos reprimir la emoción de ver en vivo a la que en nuestra compartida opinión, es una de las más grandes bandas, y no solo a nivel nacional, tanto por sus trabajos de estudio, como por la perfección de la ejecución y puesta en escena de su directo. Y así lo demostraron minuto a minuto a lo largo de toda la noche.
¿A remarcar? Los músicos. Todos y cada uno de los componentes de Opera Magna son unos virtuosos y lo ponen en liza en su directo. La interpretación vocal que requieren sus composiciones invitan a bajar alguna octava determinados trozos, pero Jose Vicente Brosseta se crece y alcanza registros imposibles clavando nota a nota.
Siguieron con "La Herida" de su último trabajo "Del Amor y otros demonios Pt.I" y el frontman demostró además, eso mismo, que es un frontman que sabe lanzar al público arriba con sus poses, sus gestos y sus arengas. La gente reacciona como no puede ser de otra manera llevando a la banda en volandas.
Paso para Poe con "El corazón delator". Reí por no llorar, completamente fascinado con el trabajo a la guitarra de FJ Nula. Una velocidad endiablada en cada sweap picking, tapping, solo y con una nitidez de sonido imposible de concebir para un directo sin fallar una sola nota. Tuvo algún problema de sonido con una de las etapas de su amplificador que se quemó, pero lo solucionó rápidamente haciéndolo imperceptible para los presentes. Sencillamente boquiabierto presenciando el show que ofrece el guitarrista.
Si se caracteriza por algo un bolo de Opera Magna es por su intensidad y su velocidad. Velocidad que estuvo muy alta y que no dejaron indiferente a nadie. Uno de los grandes artífices de esto es el batería Adrià Romero el cual no dudó en darle potencia y velocidad al doble bombo, toques progresivos en determinados pasajes y marcar cada compás de la banda de manera milimétrica. Espectacular el trabajo completamente acompasado con la fiereza y la solvencia que tiene Alejandro Penella al bajo como se vió toda la noche, y también en los temas siguientes: "El fuego de mi venganza" y "Edgar Allan Poe + Sueño en un sueño".
Otra de las características de la banda es que practican un power sinfónico y eso sería imposible sin los teclados y coros de Ruben Casas, que como demostró toda la noche, es básico en el sonido de los valencianos, así como del técnico, parte de la banda, Fernando Asensi.
Esa demostración tuvo un punto muy culminante en la balada "El retrato oval" que interpretaron él y Jose Vicente a la par, bajando las revoluciones de la sala.
Quizá de una manera un pelín más discreta pasa el guitarra rítmica y compositor Enrique Mompó. Pieza vital en el esquema de la banda, tanto por sus composiciones como por su sonido, siempre solvente y con sus propios solos, riffs y entregado al máximo Mompó, ofrece su buen hacer al servicio de la banda por encima del destaque personal, que por su calidad demuestra tema tras tema. De hecho, la guitarra rítmica de Opera Magna podría ser concebida prácticamente como la solista de un altísimo número de bandas por su complejidad!
Tema instrumental con protagonismo para JF Nula y salto de nuevo a subir de velocidad con "Después de ti". Este tema perteneciente al último trabajo de la banda, quizá es de lo menos comercial, pero es de mis favoritos. Este mediotiempo con tintes de potente balada, tiene claros tintes progresivos, acaban subiendo hasta poner la piel de gallina, cosa que por supuesto sucedió en vivo!
Se iba oliendo que el show llegaba a su final con "Oscuro Amanecer", tema que la banda confesó tener pocas oportunidades de poner en liza. Así que tuvimos la suerte de poder disfrutar también de esta otra pequeña joya que nos regalaron en su último lanzamiento. No puedo más que comentar que este tema me fascina y que quizá sean fantasías mías (probablemente) pero en el solo veo un pequeño homenaje a la marcha imperial de Starwars y otro a Symphony X. ¿Qué más se puede pedir?
"Por un corazón de Piedra" single de su último trabajo llegábamos a la primera pausa. Comentando con Vica, primeriza en un bolo de los magnos, que era uno de los mejores conciertos a los que había asistido en su vida, y ciertamente no han sido dos o tres. Coincido plenamente. Un espectáculo en toda regla, con muchos menos medios que otras grandes bandas y como mínimo igualdad en el resultado. Y me refiero a que no llevan pantallas, pirotecnia u otras muestras escénicas que los magnos suplen con su puesta en escena y su sonido.
Finalizamos con algunos clásicos como "El cuervo + El pozo y el péndulo", velocidad para reactivar al personal y "Tierras de Tormento" de su recién reeditado primer trabajo.
El apoteosis final llegó con "Horizontes de Gloria". Cansancio extremo que acumulábamos pero podría haber durado a ese nivel dos horas más el concierto que la música de los valencianos nos hubiera seguido manteniendo arriba como si de algúna droga se tratara.
Resumiendo: Un porrón de kilómetros que valieron bien la pena ante uno de los directos más arrolladores que podemos presenciar actualmente en nuestro territorio, altamente recomendable sea cuando y donde sea. No en vano, un gran número de festivales nacionales se han dado cuenta de ello y los han sumado a su cartel.
Larga vida a los valencianos!
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