Move Your Fucking Brain Extreme Fest 2016 - 02/07/2016 Molins De Rei (Barcelona)
El pasado Sábado 2 de Julio se celebró la 13ª edición del ya más que consolidado festival de música extrema Move Your Fucking Brain. Una vez más, el Deathfield de la población barcelonesa de Molins de Rei, se disponía a vivir otra jornada gloriosa. Una inmensa barra con gran variedad de bebidas, con comida para carnívoros y veganos, distintos espacios para merchandising para las bandas, y otro tipo de puestos de venta, tanto de ropa y complementos, como de música, daban la bienvenida al cada año creciente público.
El espacio pronto se abarrotó de hordas de seguidores que, a pesar del intenso calor, se acercaron al escenario para disfrutar de un cartel que, como viene siendo habitual, parecía muy equilibrado dando cobertura prácticamente en todo su totalidad al espectro de variedades que existen dentro del la vertiente más brutal y extrema de la música metal.
Los encargados de abrir el cartel de está nueva edición, fueron los zaragozanos HIMURA. Ellos venían a sustituir a OSSERP quien poco antes del evento, informaban de su baja por problemas de salud de uno de sus miembros. El sol era de justicia pero el ambiente resultaba envidiable para no ser ni las 5 de la tarde. El ya veterano cuarteto de Grindcore nos masacró los oídos con sus rápidos y contundentes temas durante todo su set, y se encargó con su esfuerzo, de calentar musicalmente el evento, dándolo todo en escena pese a la elevada temperatura que seguro había en el escenario.
A continuación, era el turno para la revelación en forma de banda llamada THIRTEEN BLED PROMISES, La joven banda de Madrid, formada en el año 2009 y con dos trabajos en la calle llamados Heliopause Fleets y el último The Black Legend, no decepcionó a nadie ya que interpretaron sus cortes de Metal Core brutal de manera magistral. Creo que hay que destacar la capacidad técnica y los contrastes que existen dentro de sus creaciones con lo que consiguen crear esa atmósfera apocalíptica y envenenada, que la banda también plasma en sus letras. Todo un lujo de segunda banda!
En el gran escenario del Deathfield, ahora era el turno para asturianos LEGACY OF BRUTALITY, flamantes vencedores de la Batalla de Bandas para acceder a W.O.A representando a este país. En el asfalto recalentado por la solanera, cada vez había más aficionados sedientos de brutalidad. Los de Puerto de la Vega se marcaron una descarga destructiva con su Death metal rico en matices melódicos y veloces pasajes muy bien ejecutados. Con una puesta en escena muy compacta y organizada, conectaron muy bien con los que disfrutaban de lo lindo con su leña. Se nota que es una banda de altísimo nivel y con rodaje en los escenarios.
Los siguientes en tocar tablas fueron los también maños EMPTY. La veterana banda de Black Metal, con más de 20 años dentro de la escena y 4 trabajos de estudio publicados, dieron un muy buen show donde los amantes del black metal más crudo, tétrico y true pudieron disfrutar de corpse paint, sogas de atrezzo y vestimentas muy acordes a su estilo. Respecto a la música, partes lentas, toscas e incluso depresivas, alternadas con chirriantes y veloces riffs con la batería a piñón, al más puro estilo black metal escandinavo.
Y con la llegada de la quinta banda de la jornada, también entraba en escena quizás la banda más veterana y mítica, y primera extranjera de la noche: hablamos ni más ni menos que de los suecos CENTINEX. Formada en el 90 y con ya más de un cuarto de siglo a sus espaldas, ofrecieron un show que catalogaría de demoledor. Death Metal old school en mayúsculas, sin concesiones ni demasiados tecnicismos pero feroces, con medios tiempos donde las cabezas de los asistentes se ensamblaban al unísono con la descarga ofrecida, pero sin mermar ni un ápice de fuerza ni agresividad. Además, la entrega del cuarteto en el escenario fue contundente y muy profesional durante todo el set.
La noche venció un día más al sol. Se había acumulado cierta demora respecto al horario oficial, aunque más que aceptable teniendo en cuenta la complejidad de mover a tal cantidad de bandas en un único escenario. Mayor sería el retraso tras una larga prueba de sonido debido a algún problema técnico por parte de los suizos SCHAMMASCH. Finalmente cuando empezó el show, nos encontramos una banda muy diferente a lo que estamos acostumbrados, con un vestuario que se antojaba oscuro y siniestro, pero con similitudes a ciertos personajes Tolkienianos. De su música podríamos decir que, en esencia, es Black Metal pero con distintos y lejanos registros vocales dentro de sus temas y un amplio abanico de tipos de riffs, unos tirando más a clásicos, y otros mas innovadores que transportaban a ambientes sombríos. Presentando su reciente triple LP Triangle, fueron quizás la nota más discordante (sin mal sentido de la palabra) de la noche.
Con la séptima actuación de la noche, llegábamos a una de las actuaciones más esperadas de esta edición del MYFB. El público estaba expectante para volver a ver a estos pedazo de músicos de nuevo por tierras catalanas. Y no era para menos. Los madrileños WORMED, que des de hace muy poco son cuarteto tras el reciente abandono de J.Oliver, y que presentaban su aclamado Krighsu, enlazaban un set absolutamente apocalíptico por la cantidad e intensidad de potencia transmitida. Una velocidad que rozaba la de la luz, ejecutada con la misma claridad que ésta nos ofrece al iluminar. Realmente alucinante de principio a fin el show que nos ofrecieron los maestros de la dimensión desconocida del Brutaldeath.
Si con la brillante actuación de la anterior banda, la tropa en el Deathfield casi enloqueció, con la entrada del hospital de campaña llamado HAEMORRHAGE, llegó el desmadre. El público se volcó totalmente con la banda de Gridcore de Coslada. En escena, músicos con batas y mascarillas de quirófano , un cantante absolutamente bañado en sangre ondeando su bandera, y un batería, que por cierto debutaba esa noche con el grupo, también con sus atuendos de operatorio, todos alimentando la performance que va "como anestesia al operado" a sus composiciones y a su imagen conceptual. Musicalmente hablando, dieron un concierto muy completo y agresivo, enganchando a bailar (y a darse ostias en plan colega!) a gran cantidad de los asistentes durante toda la "hemorragia" sonora.
El evento estaba llegando a su fin. Pero después de tanta enfermedad y heridas infectadas, apetecía algo con lo que recuperarse: esto se llamaba DEMONICAL. Aquí repetían en escena tres de los componentes de CENTINEX: batería y bajista en sus mismas posiciones, y como cantante, el que anteriormente actuara como guitarrista de los norteños. Esperados con gran espectativa por parte del metalariado, no defraudaron proyectando otra masterclass de Death Metal de alto voltaje, muy potente y revolucionado, con partes de rapidez vertiginosa y ritmos más pesados que recordaban la época dorada de Dismember o Entombed. Entrega 100% y dominio total de lo que de llevan entre manos estos escandinavos.
Y para finalizar, saltaba al ring AVGRUNN. Lo que hicieron los catalanes se merece una mención especial, puesto que ser los elegidos para cerrar una velada así de magnifica, supone una responsabilidad inmensa. Pero los de Barcelona, conocedores del festival, no se arrugaron ni lo más mínimo y salieron muy airosos del reto. Con los primeros compases, se conectó una maquina de apisonar que no se detuvo hasta que terminaron con su excelente set list. Todo y actuar sin bajista, ofrecieron su Brutal Death de vertiente técnica y ultra extremo con maestría y sin espacio vacio. Ni un respiro, ni un cuello entero quedó de los todavía numerosos supervivientes de la jornada.
Para terminar, no queda más que brindar una merecida felicitación a Metal Defenders por todo lo que han hecho, por todo lo que hacen, y por todo lo que harán. Tengo la suerte de haber vivido las 13 ediciones del MYFB y, gracias a la simbiosis entre el duro trabajo que realiza el equipo que hay detrás de MD y al creciente apoyo de la afición extrema, estoy convencido que hay capacidad para seguir creciendo y mejorando un evento, que a día de hoy, se ha ganado a pulso el reconocimiento que se merece y que para muchos, ya es un clásico de cada inicio de verano en las tierras de Barcelona.
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