Bones of Minerva + Noah Histeria - 17/11/2018 - Tempo Club (Madrid)
El pasado sábado 17 de noviembre se dieron cita en la céntrica Tempo Club de la capital dos grupos tan distintos en su propuesta como similares en cuanto actitud y, sobre todo, calidad. Se trata de las locales y serranas Bones of Minerva y los valencianos (Xátiva) Noah Histeria.
Tuvieron un papel difícil ya que coincidieron con otros conciertos de grupos más veteranos y reconocidos a nivel internacional que pasaban por la capital esa misma noche. La sala escogida es pequeña y humilde, pero afortunadamente el público respondió llenó el lugar. Un escenario minúsculo que constaba de una tarima, junto con una iluminación limitada, daba paso a un sonido más decente, no exento de problemas técnicos que poco a poco se fueron solventando.
Comenzaron la velada el cuarteto femenino Bones of Minerva, quienes reeditaron hace poco su debut “Blue Mountains” y en dicho disco basaron su repertorio. Para ser honesto, no tuve tiempo de escuchar nada antes del concierto. Es como cuando vas al cine sin ver un solo tráiler de la película que quieres ver, algo que es muy difícil que ocurra hoy en día.
Pese a no ser mi estilo “cabecera” como si lo es el estilo de Noah, me encontré con una enorme sorpresa que, pese a los problemas puntuales con el sonido, supo dejar todo lo que tiene sobre el escenario. Un derroche de energía, de agresividad y riffs afilados y contundentes. Una base rítmica con mucha pegada y perfectamente cohesionada, a la que añadimos una voz para mí muy personal, sensible y al mismo tiempo agresiva y desgarrada que da profundidad a las ya interesantes atmósferas que son capaces de crear.
A medida que redacto la crónica y con su disco de fondo, puedo reafirmarme en mis palabras. Es perfecto para desfogarse de un mal día. En cuanto a situaciones me recuerda un poco al anime de Netflix Aggretsuko, si no habéis visto el tráiler, seguro que me entendéis cuando le echéis un vistazo.
Dejaron el pabellón bien alto a Noah Histeria, quienes correspondieron con otra descarga para el recuerdo, y no se trata de un disco fácil de defender en directo. De hecho, ese era mi mayor “miedo” con respecto a su concierto. Hautefaye es un disco tan grande a todos los niveles (compositivo, concepto, sonido) como complicado ha sido su desarrollo, su concepción.
Pero las cosas que más cuestan terminan siendo con las que más realizado te sientes después. A título personal, Hautefaye me parece uno de los pelotazos del pasado año y lo descubrí de casualidad hace unos cuantos meses gracias probablemente a youtube y de manera aleatoria con Coloso. De igual manera he descubierto a grandes como Dry River varios años atrás, [así que espero que la Unión Europea se replantee su manera de aplicar el infame artículo 13, que tan bien explica Jaime Altozano. Espero que se plantee de nuevo la forma de aplicar esta directriz porque acabaría con el internet tal y como lo conocemos en Europa].
Me estoy yendo por las ramas y no es el sitio indicado, con lo que mejor seguiremos con el concierto en sí. Basaron su concierto como es natural en su debut en largo “Hautefaye”, aunque incluyeron tres temas de su EP homónimo. Hicieron gala de su dominio instrumental, así como de su capacidad a la hora de contar historias y de llevarlas a cabo. Si algo les define es elegancia, mezcla de géneros, sobriedad y contundencia. Tampoco están exentos de agresividad cuando es necesaria. Saben imprimir emociones y medir los tiempos.
Es una música hecha con tal mimo que se ve reflejada en una voz limpia, melódica y que le da aún más viveza a una música ya de por sí rica en atmósferas, color y matices.
Me encontré a una banda curtida ya en mil batallas, con las suficientes tablas para dejar bien alto el nombre de la escena levantina, que goza de una enorme tradición musical y merece ser seguida de cerca. No sólo Noah Histeria, sino también Bones of Minerva, en este caso. Ambos grupos dieron una lección de actitud además de aptitudes.
Si tengo que decir algo que cierre la crónica es “Seguid sorprendiendo a la gente y llegaréis lejos”. A mí desde luego, ya me han ganado.
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