Tercera jornada del Leyendas del Rock 2019
Empezó el tercer día con muchas más fuerzas y mucha más conciencia tras lo sucedido el día anterior y ya llegué a la plaza de Villena a ver el acústico de Saurom, cargadito de agua en el cuerpo, mucha en la espalda en incluso condimentada con azúcar y sal. ¡Era un día para ir a muerte y a morir a la vez!!
Llegamos a la plaza del pueblo puntuales y los gaditanos aún no habían subido al escenario, pero sí que había llegado el señor Lorenzo y sus 42 grados que colmaban ya la mayor parte de la plaza, sin sombra mayoritariamente y con sobrepoblación en los espacios donde sí reinaba un poco de refugio solar.
Arrancaron Saurom con "Vive!", y con la mayor parte de la banda en el escenario, exceptuando a Antonio quien tuvo a un sustituto en las baterías. Mucha contundencia para ser tildado de acústico, con guitarra acústica, eléctrica y múltiples instrumentos, ideales para su repertorio menos contundente.
Sonaron temas poco habituales como "La posada del Pony Pisador" y también más recientes y extendidos como "El Carnaval del Diablo". Contaron también con la participación de sus hermanos juglares Wyrdamur, que colaboraron en un par de temas, arengando la plaza que se vino arriba prescindiendo ya del cobijo solar, e incluso manteando a Jose Gallardo, ¡manos y piernas arriba entre el público!
¡Un gran aperitivo para lo que nos esperaba como fin de fiesta de madrugada!!!!
Tras comer alguna cosa, para sobrevivir y seguir bebiendo para hidratarnos (¡buena excusa!) llegamos al camping justo para ver el inicio de los maños Salduie y su propuesta de folk metal a tres voces, que tanto me entusiasma.
La banda tiene temática histórica nacional y cuenta con las voces principales limpias de Diego y también la de Nem, quien a la vez complementa los vientos de David con flauta y gaitas. Las guturales y con mucha presencia corren a cargo de Lobo Blanco (Diego Bernia), ¡consiguiendo un empaste vocal tan espectacular que bien les valió repetir un poco más tarde en el Mark Reale!
Interpretaron varios temas de su último y reciente trabajo Viros Veramos, que en breve reseñaremos, pero no dejaron atrás clásicos como el cierre que la gente coreó a pulmón y yo el primero: "Numancia".
Tras ellos actuaron los alicantinos Lándevir, a quien ya habíamos tenido ocasión de ver anteriormente. Una banda que sigue girando junto Salduie por toda la península, y con la que comparten agencia, así como con Saurom, entre otros.
La banda ha vuelto a primera página de actualidad con la publicación de su trabajo, "Desde el Silencio" y tocaron mayormente en su repertorio temas de él como "Libre" o "Mi nombre es Rock'n'Roll", sin olvidar algún que otro guiño al pasado, con especial énfasis en la batería de Jose Fernando.
A las guitarras, José Maria y Francisco, dieron un espectáculo sobrio pero muy solvente con gran sonido. Por otra parte, José Mancheño, a las voces, ha ganado mucha soltura desde que lo vimos en su debut en vivo y además de una gran defensa vocal, como frontman se vino arriba con múltiples saltos sobre las pantallas que nos hicieron sufrir por que no se viniera abajo. También se lanzó a cantar entre el público que agradeció la entrega de la banda a una temperatura inhumana convirtiendo la actuación en algo más que una anécdota.
Contaron también con la colaboración de Raquel García a los vientos y en los últimos temas "Las mil y una noches" y "Bodas de Sangre"; subió Ángel de Daeria a cantar (o más bien bailar) a la par que Dave Simarro (Haddadanza o Traxilium) subió ataviado con una vestimenta de demonio, máscara incluida, con lo que es totalmente meritorio que saltara como lo hizo consiguiendo un fin de fiesta por todo lo alto.
Nos movimos hacia el recinto y allí disfrutamos de, por una parte, un bolazo de Crisix, la banda de Igualada, más internacional, que venían de Eslovenia (me reservo el derecho a equivocarme por otro país eslavo) y que agradecieron el calor que les dio el público, con más de treinta grados más que los que tocaron.
A la par repetía en el Mark Reale, Salduie, en un escenario más grande y con una entrega, igual por no decir mayor, a pesar de lo poco que hacía de su anterior directo.
Cayó toda la electricidad del escenario en varias ocasiones y la banda fue capaz de levantar y con nota, al público que acabó cantando y vitoreando a los aragoneses, únicamente con voces a capella y un intento de flautas también a cargo de Nem.
A pesar de las vicisitudes, acabaron su entrega siendo aclamados por un público bastante numeroso que, sin duda, disfrutó del último tema con la colaboración de Dani Nogués de Lèpoka, el cual también pisó numerosos escenarios a lo largo de las jornadas. A pesar de los infortunios, sin duda la banda salió reforzada de cara a su público y de los que no los conocían. Muestra de ello, la gran cantidad de camisetas y merchan del grupo que se vieron luciendo por las instalaciones.
Mucha tela aún que cortar y mucho calimocho por beber (por lo del azúcar, la cafeína, y el estar fresquito ;) ) así que vimos a Avatar de una manera un poco más recatada. Una actuación muy correcta, que me pareció teatralmente perfecta y muy visual, aunque quizá, en estudio me llegarían a aburrir un poco. Sin duda, una excelente puesta en escena que sus fans agradecieron, muchos de ellos pintados y caracterizados como sus ídolos.
Volvimos al Mark Reale, para ver la descarga de Dünedain, quienes dieron el pistoletazo de salido a la gira de su último disco "Memento Mori".
No se anduvieron con chiquitas y sonó directamente "A un paso del cielo", un gancho directo en la barbilla que, por desgracia, inició con un sonido a medias tintas hasta que consiguieron ajustarlo.
A partir de ahí, la banda arrolló con todo, con un directo sencillamente de diez. Impecable en entrega, sonido, elección del repertorio y respuesta del público que llegaba hasta rodear los accesos del recinto, pues no cabía ni un alfiler, y no es una manera de hablar.
Varios temas de su buen último disco, que ya hemos reseñado y que cantamos a pleno pulmón como si de ahí nos fuéramos a la cama. Debo decir y esto es muy personal, que es de los mejores conciertos de los que he disfrutado estos días, así como de los mejores que le he visto a la banda. Con un Alberto al bajo, completamente entregado y desmelenado (varias personas me preguntaron quién era ese "nuevo" vendaval sobre el escenario y donde se había escondido hasta ahora), un Carlos que es un prodigio a las voces a la par que un ciclón que arrasa con todo y regala miles de poses, y que da un respiro a un Tony que puede gozar más, clavar unas voces perfectas y concentrarse en las guitarras que atronan junto a las de Mariano, regalando solos y riffs a terceras, simplemente memorables.
Desde atrás, el doble bombo y la cera la reparte Miguel con temas como "Memento Mori" o "Vuela", de la época post Carlos o clásicos como "Por los Siglos" o "Corazón de Invierno".
Solo por esto, ya valió la pena el día.
Tiempo para los escenarios grandes y bandas para el recuerdo. "Delain" con Charlotte Wessels al frente, hizo un show muy potente y que vuelve a reivindicar el rosa en el escenario. Gran entrega de los fans, y la verdad es que la banda ha suplido bien la baja de Merel Bechtold, a quien igualmente pudimos ver por la noche junto a Mayan.
Acto seguido hicieron acto de presencia Eluveitie, quienes obtuvieron masiva presencia de público con su sonido folk con guturales y una gran fiesta que culminó con uno de sus grandes éxitos "Inis Mona".
Beast in Black debía actuar en el Mark Reale pero la caída de Dee Schinder, les hizo moverse al principal. Menos mal que lo hicieron, pues hubo presencia masiva de gente y al finalizar la actuación unanimidad de crítica: Uno de los mejores bolos vividos estos días, de largo, moviendo a la gente con su heavy metal con cortes tan clásicos como modernos con mucho adorno de sintetizadores y una voz de Yannis Papadopoulos sencillamente tan brillante y espectacular como su puesta en escena.
Berserker fue un debut espectacular y no faltaron hits como "Eternal Fire" o "End of the World". Pero la banda se encuentra en la presentación de un también espectacular segundo trabajo: "From Hell With Love" y del que no faltaron sus singles que fueron ampliamente coreados, el que da nombre al trabajo y "Sweet True Lies".
Las guitarras de Anton Kabanen (ex-Battle Beast) y Kasperi Heikinen sonaron tan sincronizadas como sus movimientos y el sonido de la banda fue tan contundente que la gente que no los conocía alucinó y los que sí, como yo, disfrutamos como niños con un caramelo, ¡pues era uno de los motivos que me habían hecho asistir al festival!
Airbourne, llegó el turno de los cabeza de cartel del día. Los australianos y ahora es cuando me crufica la gente, hicieron un buen bolo, a un volumen innecesario, con gran cantidad de pantallas como escenografía, pero que con media hora hubiera sido más que suficiente. Y más teniendo en cuenta, que se pasaron ampliamente del tiempo retrasando la salida de Warcry. Así que además de cenar, nos dio tiempo de pasarnos a ver la actuación de Mayan, que sencillamente fue tan espectacular como sus tres trabajos y que la banda está dejando de parecer el proyecto paralelo de Mark Jansen, para ser una realidad de primera división, con nombres como Marcelo Bovio o Merel Bechtold a las guitarras.
Ahora sí, llegó el tiempo de asistir en el escenario principal a una de las Leyendas del Leyendas: Warcry.
Con Víctor García al frente, divertido y solvente, los asturianos dieron rienda suelta a las peticiones que el público les había realizado por redes sociales, obrando un setlist poco convencional y único para la ocasión con clásicos que hacía años que no escuchaba como "Aire", "Alejandro" o "Nuevo Mundo".
Pablo García se mostró eficaz e hizo fácil lo que en realidad es difícil, haciendo disfrutar a la mayor parte del público que se agolpaba a lo largo y ancho, enfrente del escenario.
No puedo dejar de mencionar el buen hacer de Santi Novoa a los teclados, y por supuesto de Rafa Yugueros a la batería, completamente acompasado con otro García más, Roberto, que también ejecuta el papel de hacer fácil lo complicado.
Se despidieron con "Hoy gano yo", reivindicando el papel del metal, tras un discurso en el que la banda volvió a coquetear con que fuera su última presencia en un Leyendas. Esperemos que no sea así, pues son un valor seguro.
Última subida de la jornada al Mark Reale para ver a unos, personalmente, clásicos que hace muchos años que seguimos: Dry River y que se crecen día a día, concierto tras concierto, pero que estoy seguro que están más cómodos en horas más tempranas.
Carlos, cerebro y brazo ejecutor, únicamente actúo a la guitarra, dejando la responsabilidad del teclado únicamente a Martí Bellmunt y pudiendo interactuar mucho en los duelos de las seis cuerdas con Matías. Lo cual hizo ganar en dinamismo la actuación, que capitanea Ángel Belinchón, al cual aún no me acostumbro a ver con el pelo corto, sin su carismática melena de rizo corto.
Medley con los clásicos de la banda y temas como "La máquina de bailar" que hizo mover a todo el público con coreografías muy poco metaleras pero muy divertidas, siguiendo la puesta en escena del gran Fanfi, animador donde los haya.
David, solvente y con mucha presencia al bajo copó más de lo habitual la primera fila, que tuvo enfrente un grupo de fans ataviados con los mismos trajes que la banda aún a pesar del sofocante calor. Y es que una banda se hace grande cuando sus fans adoptan su forma y su personalidad.
Fin de fiesta con "Traspasa mi piel", no sin antes haber dejado que la batería de Pedro Corral interpretara el suplente y que tan buen papel ha hecho en tantas ocasiones, Francisco Mazuecos, de Alien Rock Explosion, entre otras bandas.
Y fin de la noche, tras 16 horas non-stop, la jornada acaba igual que empezó: Con Saurom reventando el escenario principal, pero con su sonido más afilado y sus temas más potentes, que jamás pensé que volvería a escuchar en directo, tras el cariz más festivo que ha adoptado el grupo.
Sonidos muy Blind Guardian, como ya desgrané hace años, volvieron a sonar por parte de los gaditanos, los cuales reconocieron por parte de Migue, que estaban repartiendo cera de lo lindo y que aún quedaba una segunda parte de concierto más festiva.
"La musa y el espíritu" en versión metal o "El monte de las ánimas" fueron algunos de los regalos que nos hicieron con grandes fuegos que hicieron repetidos actos de presencia, como ya había sucedido en Warcry y que Migue acabó apartando a sus invitados para evitar que se quemaran.
No podemos dejar de mencionar la fiesta que monta de manera unilateral Jose Gallardo, capaz de levantar al público él solo y contagiar con su baile continuo a todo el público. Tampoco es ninguna sorpresa, pero no podemos dejar de mencionar que Narci, además de coros, tocó hasta 5 instrumentos: guitarra, violín, flauta, gaita y flauta travesera, por no mencionar también la pandereta. Un músico integral en toda regla.
Con "El carnaval del diablo", entraron a escena zancudos, una bailarina y malabarista, completando la fiesta que se nos había prometido y que se saldó con creces.
Wirdamur volvieron a escena, pero esta vez entre el público para crear un mega círculo juglar, que se convirtió en la batalla entre Lèpoka y Saurom, capitaneada por Migue y Dani Nogués entre el público, y con presencia de Zarach en los vientos, además de múltiples colaboraciones en un escenario abarrotado.
Siempre es de agradecer que cuando aguantas hasta el final, después de tantas horas, salgas con la sensación de que ha valido la pena estar ahí. ¡Grandes!
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