Leyendas del Rock 2022 - Día 3 - (05/08/22) - Villena
La tercera jornada dio comienzo mucho más pronto que los dos días anteriores ya que dieron comienzo los conciertos en la carpa del cámping y no íbamos a perdérnoslos!
A las 14h con un calor infernal daba comienzo el concierto de la banda alicantina Hadadanza, que contaba con un número interesante de seguidores dispuestos a disfrutar de 40 minutos de folkmetal y fiesta.
Contaron con la colaboración de las voces de José Mancheño y Clara Beack en el tema "Mor Diana", quienes ya intervienen en el disco de estudio en cuestión.
La banda, ha lanzado su último disco cargado de folk, y van caracterizados de modo circense, así que no me quiero ni imaginar la sudada que quedó debajo de las indumentarias que dan colorido al Circo de los Muertos con sus temas más emblemáticos como “¡Que Empiece la Función!, “El Domador y el Diablo” o “La fiesta de los espíritus.
La formación comandada por Dave Simarro a las voces y Jose Segura a las guitarras, contó como violín y dulzaina con Dani J, alcanzando su formación actual el pasado mes de mayo, uniéndose al festival montado sobre las tablas, Barbara Bolívar como flautista y voces, Alberto Quílez al bajo, y en la batería, Momo.
La descarga terminó con lluvia de confetti siendo un espléndido inicio de fiesta para este tercer día de festival!
Después del cambio de backline llegaron los Rock Bender, que como bien dice su nombre, nos dejaron un ratito de Rock del bueno! La joven banda valenciana dejó su sello presentando su última publicación: Sube el Volumen, y lo hizo bien alto!
El camping (público), mientras tanto iba cogiendo fuerzas para la tercera jornada, que iba a tener para nosotros, 16 horas de duración!
Una vez acabados los conciertos del camping, y ya dentro de las instalaciones del festival, empezó a sonar el Jesús de la Rosa Mainstage con los suecos de Brothers of metal.
Una propuesta de metal con tintes power, venida de Suecia y formada por dos pares de hermanos, que completaron la formación hasta convertirse en una de las más importantes del país escandinavo.
Atractiva puesta en escena y set list con temas como “The Death of the God of Light”, con el que arrancaron su calurosa inauguración del día del main stage o el coreado “Yggdrasil”...
Mientras tanto no perdíamos la oportunidad de ver la presentación en vivo de los murcianos Adamantia.
La formación venía presentando su tercer larga duración, para mi gusto de lo mejor del 2021, al menos a nivel nacional, con un sonido más crudo, más progresivo y con un vocalista como la copa de un pino, al que no quería dejar de ver en vivo, en esta edición cantando en castellano: Diego Valdez.
Fran Soler se basta y se sobra en la guitarra para demostrar, que lo difícil puede parecer fácil y reclamar su sitio como uno de los mejores seis cuerdas de este país. A ritmo de temas como “El Cielo en el Infierno”, “Nuestro primer día aquí” o “Ellos”, la banda fue desgranando tema tras tema, con un sonido nítido e impecable. Tato Bazan Sulzberger, batería original de la formación desde su orígen, iba acompasando con un doble bombo demoledor y con vida propia lo que José M. Pérez, al bajo, iba rellenando, mientras Fran aplastaba con el sonido de su guitarra, muy cercano a la primera etapa de Symphony X (mi favorita).
Me encantó la puesta en escena de Diego Valdez, quien llenó todo el escenario con su imponente presencia, mientras entre tema y tema hablaba del nerviosismo que tenía, dada la importancia de la fecha para la banda, pero ese nerviosismo únicamente se vio en sus palabras, pues la ejecución fue de libro, combinando el timbre más limpio con desgarros espectaculares que apenas tuvo la oportunidad de mostrar al mundo en su fugaz paso por Lords of Black.
Pequeño guiño a la anterior etapa de la banda con “Hielo en la Sangre”, pero el zénit de la actuación fue cuando se escuchó el primer single de este trabajo al que además da nombre: “Anhelos del alma”.
Una pena que formaciones como esta no reciban realmente la atención y el seguimiento del público que merecen, pues gozan de una calidad por encima de lo normal, y así lo demostraron sobre las tablas. Estoy seguro que nadie salió defraudado y se debería apoyar más propuestas de esta clase en el “día a día” de las salas, sin duda!
Tiempo para reponerse, sin poder ver a nuestros queridos Lujuria, los cuales me consta que hicieron un auténtico bolazo en el main Stage, mientras Los Motores descargaban su propuesta en el Mark Reale.
Tiempo para poder flipar un rato con la propuesta tan variopinta y especial de Jinjer antes de volver a un bolo completo, en esta ocasión de los nacionales Ankhara a quien habíamos visto recientemente en la última edición del Ripollet Rock.
La banda, se presentó con Dani Criado al bajo en sustitución de Sergio Martínez, experimentado y conocido bajista, que repetía también una edición después en el Leyendas, con una excelente puesta en escena.
La banda tiene claramente a Pacho Brea como frontman y maestro de ceremonias, pero no se puede entender sin el carisma de las guitarras de Cecilio Sánchez-Robles, (el original!) ¡ni sin el carisma que impregna allí donde pasa Alberto Marín, con guitarras y voces también!
Temas de toda la vida, que llevaron a la coronación de la banda en su momento como “Dueño del Tiempo” o “3.40”atronaban el Mark Reale. Oskar Bravo volvía a tomar las riendas de las baquetas, como la última vez que los vi en vivo, mientras Matt de Vallejo está metido en diversas giras, y cumplió a la perfección, mientras Pacho Brea sonreía y llegaba a agudos imposibles como si estuviera tomando unas olivas. Menuda voz!!!
Me dio un poco de pena, cuando Pacho propuso al público un tema de Premonición, último disco de la banda y de altísimo nivel o bien “uno de los viejos”, y todo el mundo prefirió esto último. Genial, pero necesitamos evolucionar, público!!!!!!
En el tramo final del concierto, Alberto tuvo severos problemas con su guitarra, primero con el sonido y finalmente con la cincha que aguanta la correa, teniendo que hacer coros, riffs y solos, con la guitarra sujetada por dos técnicos, mientras se la intentaban arreglar con cinta aislante y otras peripecias del estilo McGiver. Pero el carisma y el buen hacer del guitarrista hicieron que quedara en una divertida anécdota y que el público se viniera más arriba aún si cabe, con un escenario que presentaba un aspecto más que envidiable!!!
Poco más pisamos ese día el Mark Reale (al menos no hasta el final de la noche) y asistimos un poco a los conciertos más protagonistas: Le tocaba el turno a Blind Guardian para salir a escena!!!
Hansi Kursch salió al escenario, con todos los respetos, como si tuviera la bata de estar por casa puesta y se acabara de levantar de la cama. Paso firme, lento, voz perfecta pero con la sensación de que estaba dando los buenos días y así empezaba la fiesta que los alemanes están dando interpretando íntegro el “Somewhere far beyond”, en el trigésimo aniversario de la publicación.
Escoltado por los guitarras originales, Marcus Sieppen y André Olbrich, la formación dio un conciertazo a su más puro estilo: Sobrio, impecable donde la música tiene el protagonismo y la elección del setlist, es de lo más grande. Algún tema más se coló en el setlist como “Welcome to Dying” o el increíble y coreado “Mirror mirror” o “Valhalla” con el que cerraron.
La sección rítmica de la banda corresponde a Frederik Ehmke, el crack de la batería que atronó desde la parte trasera junto al que ya es nuevo bajista de la banda a pesar de que hace años que gira con ellos: Johan van Stratum.
Buen bolo, en el que eché de menos algún tema del que es mi álbum favorito: Imaginations from the other side, aunque entiendo que no era el espíritu del concierto. En otra ocasión será!!!
Después de unos grandes, les llegaba el turno a los escoceses Alestorm, que sin duda, cuentan cada uno de sus conciertos como una auténtica fiesta. Esta vez, a la salida del foso, decidí mezclarme entre la multitud y disfrutar de la fiesta entre el público. Saltando, riendo, bailando y sin duda, remando!!
The Darkness copaba de nuevo el escenario principal, con su propuesta plasmada en lo que es su séptimo disco tras 20 años desde su creación. Los ingleses, regalaron su hard rock a un público que lo recibió con alborozo y vibró con su mayor éxito hasta la fecha: “I Believe In A Thing Called Love”.
La noche iba cayendo con fuerza, que no la temperatura ni las ganas de directo del público, para dar paso a Saratoga: Con su gira de XXX aniversario en curso, también estuvo puesto en liza el setlist en este día para dar, quizás el mejor concierto que les he escuchado hasta la fecha. Y no es por su ejecución que siempre es impecable, ni por la nitidez de los solos de Jero, el ritmo machacón del bajo de Niko del Hierro, ni siquiera por la actuación de su flamante nuevo batería Jorge, el Estepario Siberiano. No. Quien llevó el concierto por donde quiso, cantó como quiso y dió un auténtico recital de voz, pero sobre todo como frontman, fue esta vez Tete Novoa.
No es que cantara mejor que otras veces temas tan complicados vocalmente como “Maldito Corazón”, o “Vientos de Guerra” (dos temas que encumbraron a Leo Jiménez en su día), no. No es que aupara al público de manera continuada y los tuviera metidos en el concierto, únicamente. Lo que sucedió es que se convirtió en un torbellino, que no paró ni un segundo. Sin micrófono presentó a pleno pulmón “Las puertas del cielo” que se escuchó hasta a centenares de metros y saltó varias veces entre el público al estilo más punk.
Y porqué no decirlo, incluyó guturales puntuales que enriquecieron los temas y erizó la piel de los asistentes cantando “Si amaneciera”. Un 10 al concierto del vocalista!!!
Y tocaba cerrar la noche a una banda que hemos visto crecer y que por tanto nos pone muchísimo ver como tocaba el cielo en el main Stage: Lèpoka. Sin perder ni un minuto tras el final de Saratoga, el show dio comienzo para ganarle unos minutillos al tiempo establecido.
Dadas las altas temperaturas decidieron dejar de lado las sotanas que les caracterizan en el escenario, para lucir una indumentaria mucho más fresca.
Fue una noche muy festiva en la que pude disfrutar de grandes directos y como he mencionado anteriormente, del crecimiento que ha tenido Lepoka en los últimos años. Hicieron varias veces referencia al trabajo y el esfuerzo que tienen su recompensa, y es que hace 2 ediciones estaban en el camping tocando, la anterior que reventaron en Mark Reale y este año por todo lo grande cerrando el Azucena Mainstage.
"Beber para crecer" fue la encargada de sacar a la banda al escenario, y aunque era muy tarde, el recinto contaba con muchos asistentes. Y aunque quizás no fuera el mejor bolo en cuanto sonido, puesto que le faltaba volumen al escenario, pudimos disfrutar de una gran fiesta sobre todo viendo a Zarach, el artífice de los vientos de la banda, que se deja la piel cada vez que pisa el escenario.
A lo largo del concierto pudimos escuchar temas de su último trabajo como "Eternia", "Seguimos en pie", "Pandemónium" o la preciosa balada "En este sueño".
Todos los miembros de la banda, de una manera u otra tienen su momento de gloria en el directo, como es el solo de Beatbox que se marca Zaph, bajista de la banda, o la dejada de batería de Jaume para saltar a la voz en "La huella del dragón" en la que se intercambia con Dani Nogués.
Además sacaron tiempo para tocar su versión de "La Batalla de los Cueros de vino" de Saurom, granito que aportaron estos castellonenses al álbum del 25 aniversario.
Un auténtico disfrute para cerrar la noche!
Y mientras tanto, en el Mark Reale, la banda tarraconense Ankor, despedía a su batería los últimos años y gran músico, Ra Tache. Con un poco de retraso, y con Isra Ramos a los mandos del sonido, Ankor empezó con un sonido de guitarras un tanto flojo, pero que rápidamente fue cogiendo fuelle hasta conseguir uno de los mejores sonidos que hemos oído en esta edición en el Mark Reale.
Unos amigos, se querían ir y me preguntaron “que qué tal estos Ankor…qué hacen…?”. Yo les respondí que era una banda que hace más de diez años hicieron un disco en castellano muy al estilo Mägo de Oz de la época, que fueron evolucionando hacia un metal melódico más moderno y que habían introducido innovaciones sin parar hasta no ser capaz de compararlos con nadie. Electrónica, guitarras fuertes, una voz dulce por parte de Jessica Williams, pero con guturales incorporados por parte de la misma frontwoman, y una propuesta más que interesante, diferente del resto y que merecía la pena ser vista. “Nos quedaremos un par o tres de temas” - me dijeron.
Al acabar del concierto de la banda, que últimamente gira más por fuera de nuestro país que por aquí, tras haber escuchado la descarga que empezaba con “Holy Wolf”, me dijeron que les había gustado bastante. Lo suficiente como para quedarse hasta el final, pasadas las 4 de la mañana.
La verdad es que el show de la banda no tiene desperdicio, con un Fito a las guitarras siempre desbocado, con un David Romeu, que desde las alturas da coros e incluso pone voces masculinas nítidas, un sobrio pero valor seguro Julio A. al bajo, la besta Ra Tache aporreando al fondo con muchas figuras y de manera nada “plana” (a la que echaremos mucho de menos) y todo esto pilotado por Jessica Naomi Williams, a la que no sé decir si es una vocalista dulce o desgarradora que no para de saltar y arengar a la gente para que siga la estela que va dejando la banda minuto a minuto.
“Nana”, “Lost Soul” o “Hill Valley” (de mis favoritas de su último disco) fueron dejando paso al final, con una versión de “Bad Guy” o el fin de fiesta con “Walking Dead”. De los primeros tres discos de la banda, ni rastro, y eran especialmente buenos, así que espero que haya tiempo para algún guiño en fechas con setlist más largos, pero un show que no defrauda por calidad, sonido y nivel de entrega!
Un genial fin de fiesta que nos iba dejando el cuerpo un poco más exhausto de cara al último día!!!!!
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