Jolly Joker - Never Say Forever (2018)
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Hard Rock
The Fish Factory
2018
Temas
1. Anywhere
2. Nasty Habits
3. Believe
4. I Am Rock & Roll
5. Hey Babe
6. Stay Behind
7. Set My Soul on Fire
8. I Wanna Go
Formación
Voz: Lazy Lane
Guitarra: Yannick
Bajo: Luke
Batería: Alex Rayder
Crítica
La banda valenciana de Hard Rock Jolly Joker nos vuelve a deslumbrar con su particular, y salvaje, sleazy rock. Tres años después de editar Here Come The Jokers la banda nos trae Never Say Forever, un disco honesto y directo, marcado por una actitud incalculable, y algún que otro cambio en la formación que no deja mas que mayor presencia en las guitarras, ahora asumidas en su totalidad por Yannick. Un álbum de sonido cuidado y una producción soberbia capaz de sacar lo mejor de cada uno de estos músicos.
El disco arranca con Anywhere, un tema en el que la banda despeja cualquier duda sobre aquello que vas a escuchar a lo largo de estos ocho cortes. Una actitud salvaje, de auténtico Hard Rock macarra, heredado del Sunset Strip de la década de los 80. Las referencias a bandas como Mötley Crüe o los primeros Guns´n´Roses son más que obvias, algo que se mezcla con influencias más cercanas en el tiempo como los escandinavos Hardcore Superstar, todo ello aderezado en un perfecto equilibrio con el sonido de alto octanaje que los propios Jolly Joker han sabido destilar a lo largo de su carrera. En Nasty Habits la temperatura no hace más que subir. Un tema perfectamente equilibrado donde la base rítmica demuestra poseer un nivel de compenetración milimétricamente medida. El sonido del bajo eléctrico y de la batería es un gran sello de identidad del que bien puede presumir esta banda. Actitud en estado puro. Autentico Hard Rock.
Believe, es el tercer corte de este álbum. Canción que ha sido elegida por la banda como single de presentación de este disco. Un tema en el que Lazy Lane muestra su capacidad para adaptarse a diferentes registros, algo que se evidencia en el que probablemente sea el mejor estribillo del disco, algo que se vera reflejado en cada uno de sus directos. Le sigue I Am Rock & Roll, momento clave de este álbum. Un corte en el que el estilo de Mick Mars en las guitarras es palpable. Un tema que huele a Mötley Crüe en cada poro. Riffs salvajes capaces de construir un conjunto de armonías perfectamente coreables. La línea vocal es una invitación a la fiesta permanente, capaz de hacerte bailar toda la noche.
Con Hey Babe hemos pasado el ecuador del disco. En esta ocasión Jolly Joker nos muestra un tema de riff setentero sin perder por ello la esencia que esta banda ha sido capaz de construir. El solo de guitarra es digno de mención, marcado por la técnica y la pasión a lo largo de un tema muy pegadizo, que va a resultar difícil de olvidar. Otro gran tema que no debe faltar en ninguno de sus directos, de esas canciones capaces de resumir en apenas unos minutos todo el potencial de una banda. Increíble. Le sigue Stay Behind, de nuevo la base rítmica protagoniza otro de esos instantes dignos de mención. La voz de Lane se encuentra en perfecta armonía con una banda que demuestra estar disfrutando de cada segundo.
En Set My Soul on Fire destaca la apuesta firme por el interludio acústico, algo que imprime mayor personalidad a este trabajo. Cerrando este álbum escuchamos I Wanna Go, instante que, a modo de despedida, la banda decide apostar por el uso de unos teclados, algo que imprime mayor personalidad a una canción con ligeras influencias del Hard Rock de la década de los 70.
Jolly Joker nos trae con este Never say Forever, el mejor disco de su carrera, así, sin ningún tipo de duda. Una banda marcada por la actitud y la madurez capaz de componer un disco solido y honesto, directo a la boca del estomago lleno de influencias de grandes bandas y toda la actitud canalla que solo el Sleazy Rock es capaz de trasladar. Un disco de escucha obligada de una banda que promete dar mucho de lo que hablar.
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