Demons & Wizards - III (2020)
Power / Progressive / Heavy Metal
Century Media
2020
Temas
1. Diabolic
2. Invincible
3. Wolves in Winter
4. Final Warning
5. Timeless Spirit
6. Dark Side of Her Majesty
7. Midas Disease
8. New Dawn
9. Universal Truth
10. Split
11. Children Of Cain
Formación
Guitarras y bajo: Jon Schaffer
Voz: Hansi Kursch
Batería: Bret Smedley
Guitarra: Jim Morris
Guitarra: Jake Dreyer
Bajo: Ruben Drake
Crítica
Reconozco que allá por el año 1999, yo era de esos metalhead que recibió a Demons & Wizards con un halo de esperanza. Como una buena nueva del Power Metal dispuesto a demostrar que la llama aun ardía. Dos grandes músicos como Jon Schaffer, guitarrista de Iced Earth, y Hansi Kursch, cantante de los Blind Guardian, nos traían un disco de título homónimo de gran calidad que volvía a poner el genero en las portadas de las mejores revistas de la época. En el año 2005, volvían a intentarlo con “Touched by the Crimson King”, un disco que no pudo estar a la altura de su predecesor. Un disco en el que volvía a desilusionarme ante una banda que parecía ser “flor de un día”.
Han pasado quince años desde este trabajo, y la ilusión por escuchar este trabajo vuelve a hacerme pensar si esta vez sí estaremos ante la gran oportunidad del género. Publican “III” bajo el sello Century Media Records, un álbum solido compuesto por once temas repleto de colaboraciones de gran calidad. Con una banda compuesta por Bret Smedley a la batería (Iced Earth), Jim Morris y Jake Dreyer a la guitarra (Iced Earth) y Ruben Drake al bajo (Purgatory), orientan el sonido hacia las raíces del metal sinfónico enfocado hacia el Power Metal de Blind Guardian.
El primer corte del álbum se titula Diabolic, un tema atmosférico, con claras influencias de Blind Guardian, sobre todo de su etapa más sinfónica. El trabajo de los teclados es digno de mención, capaces de crear un sonido propio capaz de absorberte hasta el pegadizo estribillo. Ocho minutos de tema elaborado y bien construido que posee todos los elementos que podemos pedirle a un disco como este, sin embargo, no termina de enganchar. Le sigue Invincible, momento donde la batería toma el control de este tema, construyendo un muro de sonido oscuro y denso. En este corte, la banda apuesta por un sonido más orientado hacia el Hard Rock con un sonido demasiado elaborado, restando naturalidad y honestidad a la canción.
Con Wolves in Winter llegamos al tercer tema del álbum. Una canción sencilla y directa influenciada por el Power Metal manufacturado en los Estados Unidos. Un tema lleno de melodía y atmósfera épica. Justo lo que estábamos esperando de Demons & Wizards. En Final Warning, se intuyen claras influencias de la NWOBHM, así como del Metal Progresivo, una extraña mezcla donde el bajo eléctrico nos muestra una ecualización perfecta. Un buen tema, que, sin ser de lo mejor de la banda, suena honesto y lleno de energía.
Timeless Spirit es el quinto corte del disco, y con él, nueve minutos de duración. Una canción que arranca con un pasaje acústico de gran calidad, donde progresivamente va derivando hacia un puente marcado por unos coros característicos y llenos de profundidad. Le sigue Dark Side of Her Majesty, momento donde Kursch intenta articular una voz más agresiva a través del corte más sinfónico de todo el álbum. Otro de esos momentos marcados por la actitud y la energía, algo perceptible segundo tras segundo. En Midas Disease escuchamos un tema de Hard Rock que nada tiene que ver con la imagen que tenemos de Demons & Wizards. Una canción con un sonido más cercano a bandas como Judas Priest, pero que poco tiene que ver con el resto del disco.
El octavo corte del disco se titula New Dawn, de nuevo escuchamos una canción saturada en la producción, donde todo parece pasado de rosca, demasiado pomposo y artificial. Una canción que no llega a sonar natural y que se aleja del sonido de la banda. Le sigue Universal Truth, canción donde las influencias de Iced Earth absorbe por completo cada segundo de este disco. El esquema se repite en el tema Split. Esto es una de las características de este trabajo. Demons & Wizards parece haber perdido un poco la identidad propia, apostando más por el legado de los músicos que forman parte de este proyecto.
Con Children Of Cain, la banda pone el broche final al álbum. Diez minutos de duración para una canción que arranca de manera acústica, y progresivamente va incorporando coros en exceso y abusando considerablemente de los pasajes acústicos haciendo de este final del disco un corte muy poco enérgico.
Demons and Wizards, se encuentran actualmente muy alejados de lo que fueron hace 15 años. No nos engañemos. Un conjunto de músicos que se encuentran muy alejados de lo que fueron. Teniendo en cuenta eso, y que actualmente no podemos confiar en ellos como la gran esperanza del Power Metal, es justo reconocer que III es un álbum sólido, que no va a defraudar ni a los seguidores del género, ni a los seguidores de la banda.
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